Valiente Laila Basim sigue protestando en Afganistán
La Lucha de una Mujer Afghana: Un Testimonio de Resistencia
Presentación de una Economista Valiente
Laila Basim, una economista de 30 años originaria de Faizabad, en la provincia de Badakhshan, ha vivido en carne propia el impacto devastador del régimen talibán en Afganistán. Su vida dio un giro dramático en agosto de 2021, cuando los talibanes retomaron el poder y ella, como muchas otras mujeres, se vio forzada a abandonar su trabajo en el Ministerio de Economía. Este cambio no solo afectó su carrera profesional, sino que también la confinó a un hogar donde se sentía impotente y sin esperanza.
La Desigualdad y las Restricciones Impuestas
Desde el regreso de los talibanes, las mujeres en Afganistán han enfrentado una serie de restricciones severas. En marzo de 2023, el Ministerio de Educación anunció el cierre de escuelas para niñas, y en diciembre de 2023, se prohibió su acceso a universidades. Este conjunto de políticas ha dejado a las mujeres y niñas sin la oportunidad de recibir educación, limitando gravemente sus posibilidades de desarrollo personal y profesional.
Además, las mujeres han sido excluidas de la función pública y se les ha restringido la libertad social. No pueden salir solas, ni siquiera para ir al médico, lo que ha creado un ambiente de miedo y control. Los talibanes han promulgado más de 80 decretos que limitan sus derechos, desde prohibiciones de viajar solas hasta la eliminación de su derecho a elegir a su pareja.
Testigos de la Brutalidad
A lo largo de estos años, Laila ha sido testigo de actos de violencia y brutalidad perpetrados por los talibanes. En su provincia natal, fue impactante ver cómo un joven asesinaba a su hermana por oponerse a un matrimonio forzado. En diciembre de 2022, fue testigo de la condena pública de 70 personas, incluidas 11 mujeres, quienes fueron castigadas sin pruebas. Dos de ellas fueron lapidadas por no usar el hijab, un acto que dejó a Laila y a muchas otras en estado de shock.
La Resistencia de las Mujeres
A pesar de la represión, Laila y otras mujeres han alzado sus voces en protesta. Desde que los talibanes llegaron al poder, han formado un grupo llamado Movimiento Espontáneo de Mujeres Manifestantes de Afganistán, donde han luchado por la igualdad y la justicia. Este movimiento ha sido fundamental para visibilizar la lucha de las mujeres afganas en un contexto de censura y opresión.
El Costo de la Protesta
El 13 de agosto de 2022, Laila participó en una manifestación en conmemoración del “Día Negro de Afganistán”. Durante esta protesta, los talibanes dispararon para dispersar a los manifestantes, lo que resultó en una situación caótica. Laila, que estaba embarazada en ese momento, sufrió un aborto espontáneo debido a la violencia que experimentó. Sin embargo, esta tragedia no la detuvo; continuó protestando por sus derechos y los de otras mujeres.
Enfrentando la Represión
Cuando los talibanes cerraron las escuelas para mujeres, Laila y su grupo volvieron a salir a las calles. Sin embargo, esta vez se encontraron con una presencia policial aún más agresiva. Las mujeres policías, armadas y dispuestas a golpear, atacaron a las manifestantes, dejando a Laila con moretones que duraron un mes. A pesar del miedo y el dolor, Laila continuó organizando protestas, incluso cuando se dio cuenta de que los talibanes estaban al tanto de sus movimientos.
El Asalto a su Hogar
La vida de Laila ha estado marcada por la constante huida. Su casa ha sido asaltada y registrada en varias ocasiones por miembros de la inteligencia talibán. Para protegerse, ha cambiado de residencia cada tres meses y, cuando la represión se intensificó, se retiró a Badakhshan para evitar ser arrestada. Esta vida de clandestinidad es una realidad para muchas mujeres que luchan por sus derechos en Afganistán.
La Creación de un Espacio Cultural
A pesar de las adversidades, Laila y su grupo encontraron formas innovadoras de resistir. Crearon una biblioteca llamada Zan, que significa “mujer” en dari. Este espacio se convirtió en un refugio para las mujeres que deseaban leer y aprender. Sin embargo, la biblioteca fue objeto de hostigamiento constante por parte de los talibanes, quienes intentaron cerrarla en varias ocasiones. A pesar de los bloqueos y las amenazas, Laila y su equipo continuaron abriendo sus puertas, desafiando la censura y promoviendo la cultura entre las mujeres.
La Desesperación de la Nueva Generación
El impacto del régimen talibán también ha afectado a las nuevas generaciones. La sobrina de Laila, frustrada por no poder continuar sus estudios de ingeniería, buscó su consejo. Laila la animó a unirse a las protestas por la reapertura de universidades para mujeres. Sin embargo, durante una manifestación, la policía dispersó a los manifestantes y arrestó a seis mujeres, incluida la sobrina de Laila. Las mujeres fueron interrogadas y obligadas a grabar declaraciones en video antes de ser liberadas bajo fianza.
Un Futuro Incierto
Laila, quien está casada y tiene una hija pequeña, ha descrito la vida bajo las leyes talibanas como una muerte lenta. A pesar del sufrimiento y la represión, su determinación de seguir luchando por la justicia es inquebrantable. Cuando se le pregunta si tiene miedo de hablar públicamente, su respuesta es clara: no, nunca. A pesar de haber sido golpeada, perseguida e insultada, Laila está decidida a seguir protestando y defendiendo los derechos de las mujeres en Afganistán.
Soy Lucía Ramírez, reportera enfocada en Economía Global, Medio Ambiente y Bienestar. He viajado por el mundo analizando cómo las tendencias económicas afectan a diferentes culturas y ecosistemas. Mi trabajo en Versi busca dar voz a las historias menos contadas, aquellas donde la economía y el medio ambiente se encuentran con el bienestar humano, ofreciendo una visión global que conecta estos aspectos vitales de nuestra vida cotidiana.