Rafael Paiva pierde apoyo en Vasco tras malas rachas en el campeonato
Desempeño Decaído de Rafael Paiva en el Vasco
Un Comienzo Prometedor
El inicio del trabajo de Rafael Paiva como entrenador del Vasco generó entusiasmo entre los aficionados. En el segundo semestre del año, el equipo alcanzó la semifinal de la Copa do Brasil y mostró señales de que podría competir por un lugar en la Libertadores a través del Brasileirão. La afición se sentía esperanzada y emocionada por el rendimiento del equipo.
El Desplome del Rendimiento
Sin embargo, esa brillantez inicial comenzó a desvanecerse. Con el tiempo, el desempeño del equipo bajo la dirección de Paiva se volvió preocupante. En las últimas 13 partidos, el Vasco solo logró dos victorias, acumulando seis derrotas y cinco empates. Esto contrastaba fuertemente con el inicio de su gestión, donde en sus primeros 19 encuentros, había llevado al equipo a diez triunfos, seis empates y solo tres derrotas.
Una Racha Desalentadora
La situación se tornó crítica cuando el equipo sufrió tres derrotas consecutivas en el campeonato. La última fue un 1-0 en casa ante el Internacional, marcando la primera derrota en São Januário desde abril. La afición comenzó a perder la paciencia, y los abucheos resonaron en el estadio durante el partido. Al final del encuentro, el entrenador fue objeto de fuertes críticas por parte de los hinchas.
La Pérdida de Poder Ofensivo
Uno de los problemas más notables del Vasco ha sido la falta de goles. En los últimos tres partidos, el equipo no logró marcar, mientras que su defensa se vio vulnerada en siete ocasiones. Esta falta de eficacia en el ataque ha contribuido a la frustración de los seguidores, que esperaban un equipo competitivo y capaz de marcar.
Reacciones de la Afición
La afición del Vasco, que había estado tan entusiasmada al principio, comenzó a expresar su descontento. Durante el partido contra el Internacional, los abucheos resonaron en el estadio, y al final, el entrenador Paiva fue objeto de insultos. A pesar de las críticas, en una conferencia de prensa posterior, Paiva pareció no haber asimilado completamente las quejas, aunque reconoció que estaba en la mira de la afición.