Ortega y Murillo refuerzan control sobre el Ejército y la Policía en Nicaragua con nuevas reformas legales
La Consolidación del Poder en Nicaragua: Un Análisis Crítico
Un Cambio Radical en la Estructura del Estado
En un giro sorprendente, Daniel Ortega y Rosario Murillo han implementado reformas que han transformado la estructura política y militar de Nicaragua. Tres días después de modificar la Constitución Política, el Parlamento sandinista aprobó cambios significativos en el Código Militar y en la Ley de la Policía Nacional. Estas reformas consolidan el poder de la pareja presidencial y refuerzan un modelo totalitario ajustado a sus intereses.
La Nueva Ley de la Policía y el Ejército
Con las modificaciones, se extiende el mandato de los líderes de las fuerzas armadas de cinco a seis años. Esto significa que Ortega puede nombrar y mantener en el cargo a los jefes de estas instituciones a su conveniencia. El actual director de la Policía, Francisco Díaz, consuegro de la pareja presidencial, ha estado en su puesto desde 2018, un período marcado por una represión violenta contra las protestas. Las acciones de Díaz han sido criticadas y sancionadas por Estados Unidos, debido a su papel en la violación de derechos humanos.
La Independencia de Poderes en Peligro
Aunque formalmente el Ejército debería estar distanciado del control del Ejecutivo, el general Julio César Avilés ha demostrado lealtad a Ortega y Murillo. A pesar de que la nueva reforma prohíbe que familiares directos del presidente ocupen el cargo de comandante en jefe, esta restricción parece más simbólica que efectiva. Avilés ha sido señalado por su apoyo a la represión y ha enfrentado sanciones internacionales.
La Copresidencia: Un Modelo Único
La reforma constitucional establece una copresidencia entre Ortega y Murillo, permitiéndoles manejar el país de manera conjunta. Este enfoque no solo resuelve la sucesión familiar, sino que convierte a Nicaragua en el único país con dos presidentes en funciones. Críticos del régimen temen que esta estructura facilite la consolidación de una dictadura hereditaria.
La Protección de los Sancionados
La pareja presidencial ha introducido la “Ley de Protección ante Sanciones y Agresiones Externas”, desafiando las sanciones internacionales y exigiendo que los bancos ignoren las restricciones impuestas a funcionarios sancionados. Las consecuencias de esta ley podrían convertir a Nicaragua en un “Estado forajido”, buscando crear un entorno seguro para quienes enfrentan sanciones.
La Purga del Estado Sandinista
Ortega y Murillo han llevado a cabo una purga en el sector público, despojando a numerosos empleados de sus cargos. Este proceso ha sido descrito como una “compactación del Estado”, buscando mantener el control sobre las instituciones clave. A medida que se implementan estas reformas, la población nicaragüense enfrenta un panorama político sombrío, donde la independencia de poderes está amenazada.
Resistencia en el Exilio
Opositores en el exilio han calificado las acciones de Ortega y Murillo como un autogolpe de Estado, asegurando que las reformas buscan crear un nuevo marco legal que legitime su control absoluto. La modificación de la Constitución afecta a un centenar de artículos, legalizando la represión política y justificando el despojo de nacionalidad a quienes se consideran “traidores a la patria”.
Conclusiones sobre el Futuro Político de Nicaragua
El futuro político de Nicaragua parece incierto, con un régimen que se fortalece mediante reformas que consolidan su control. La combinación de una copresidencia, el control absoluto sobre las fuerzas armadas y el desmantelamiento de las instituciones democráticas plantea serias preocupaciones sobre la dirección del país. La comunidad internacional observa con atención, pero las acciones de Ortega y Murillo sugieren que están decididos a mantener su poder a cualquier costo.