La tensión en Oriente Próximo impulsa el precio del petróleo por temor a un cierre del estrecho de Ormuz

La Crisis del Petróleo y el Papel de Ormuz

La Reacción del Mercado Energético

Recientemente, el mercado del petróleo ha mostrado una notable sensibilidad ante la creciente tensión en Oriente Próximo. Después de un periodo prolongado de estabilidad en los precios, que se mantuvieron en niveles mínimos durante casi tres años, la situación ha cambiado drásticamente. La participación de Irán en el conflicto regional ha encendido alarmas sobre el impacto que esto podría tener en la producción de petróleo y, por ende, en los precios.

La Amenaza de Irán y su Impacto

Irán ha intensificado sus acciones en respuesta a los ataques de Israel en Líbano, lo que ha generado inquietud en el mercado. La posibilidad de que se produzcan represalias, ya sea en forma de ataques a instalaciones petroleras en Irán o incluso en Arabia Saudita, ha comenzado a afectar las proyecciones de precios del crudo. Este tipo de inestabilidad no es nuevo, pero la reciente escalada ha hecho que los analistas reconsideren la situación.

La Relevancia del Estrecho de Ormuz

Una de las principales preocupaciones es el Estrecho de Ormuz, un pasaje vital por donde transita aproximadamente el 20% del petróleo mundial. Si este estrecho, que conecta Irán con Omán, se cerrara, las repercusiones sobre la economía global serían significativas. Tal escenario podría llevar a un aumento drástico en los precios del petróleo, lo que impactaría a los consumidores y a las economías de todo el mundo.

La Complacencia del Mercado

Durante semanas, los expertos en energía se preguntaban cómo era posible que los precios del petróleo no reaccionaran ante la creciente tensión en la región. Jorge León, un analista de la consultora Rystad Energy, destacó que era “extraño” ver esta falta de reacción del mercado, especialmente considerando que Oriente Próximo es responsable de un tercio de la producción de petróleo a nivel mundial.

La Historia Reciente

Un año atrás, la mera existencia de un conflicto entre Israel y Líbano habría llevado los precios del petróleo a niveles de tres dígitos. Sin embargo, la situación actual ha sido diferente. A pesar de las tensiones, los precios se mantuvieron relativamente estables hasta que Irán lanzó una serie de misiles hacia Israel, lo que provocó un aumento inmediato en el precio del Brent, que subió cuatro dólares en solo dos días.

Factores de Estabilidad

Los mercados parecían confiar en que la situación no se agravaría y que la capacidad de producción ociosa de la OPEP podría mitigar cualquier posible interrupción en el suministro. Sin embargo, el reciente ataque de Irán ha desestabilizado este equilibrio, generando incertidumbre sobre cómo podría evolucionar la situación.

Preguntas Sin Respuesta

El futuro es incierto. Muchos se preguntan cuál será la respuesta de Israel ante los ataques de Irán. Además, hay preocupación sobre si otros actores regionales se verán involucrados en el conflicto. Saad Rahim, economista jefe de Trafigura, planteó interrogantes sobre las posibles reacciones de ambos países y el impacto que esto podría tener en el mercado energético.

La Complacencia Geopolítica

Bob McNally, exasesor energético de la administración de George W. Bush, mencionó que el mercado del petróleo había estado en una fase de “extrema complacencia” respecto al riesgo geopolítico. Esta complacencia podría cambiar rápidamente si se percibe que la escalada del conflicto afecta directamente a las infraestructuras energéticas.

Perspectivas de Precios

A pesar de los recientes aumentos en los precios del petróleo, que han llevado el Brent a cerca de 75 dólares por barril, este nivel sigue siendo bajo en comparación con los precios anteriores a la crisis. La situación actual no ha generado una preocupación significativa, especialmente en un contexto de reducción de tasas de interés en varias economías.

La Clave de Ormuz

El enfoque principal sigue siendo el Estrecho de Ormuz. Jorge León enfatiza que un cierre de esta vía tendría consecuencias devastadoras para el suministro global de petróleo, similar a los efectos que tuvo la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022. La activación de este “arma” por parte de Irán podría elevar el conflicto a un nivel completamente nuevo.