La polarización política en EE UU se intensifica en la recta final de las elecciones de 2024

La Polarización en Estados Unidos: Un Análisis Actual

Un País Dividido

La polarización en Estados Unidos ha alcanzado niveles que muchos consideran alarmantes. A medida que se acercan las elecciones del 5 de noviembre, la tensión entre los partidos republicano y demócrata se intensifica, un fenómeno que ha sido exacerbado por la figura de Donald Trump. Esta situación ha llevado a que las interacciones entre los políticos y sus seguidores se vuelvan cada vez más hostiles.

La Ascensión de un Nuevo Discurso

Antes de la llegada de Trump a la política, el uso de términos como “fascista” era poco común en el discurso político. Sin embargo, la actual candidata demócrata, Kamala Harris, ha comenzado a utilizar este tipo de lenguaje en sus discursos, señalando que el expresidente considera a quienes no lo apoyan como enemigos. Esta retórica ha cambiado el tono del debate político, haciéndolo más confrontativo que en épocas anteriores.

Historia de las Divisiones en EE. UU.

Las divisiones políticas no son un fenómeno nuevo en la historia estadounidense. Desde la guerra civil hasta las luchas por los derechos civiles en los años sesenta, estas divisiones han existido en diversas formas. Sin embargo, la intensidad actual es comparable a la de esos momentos críticos. La llegada de medios de comunicación masivos y la proliferación de plataformas populistas han contribuido a esta creciente polarización.

Un Estudio Revelador

Investigaciones realizadas por académicos como Jennifer McCoy y Murat Somer han revelado que la polarización en Estados Unidos es más pronunciada que en otras democracias occidentales. Estos estudios indican que el país presenta divisiones políticas más similares a aquellas de democracias jóvenes y menos estables, en lugar de las democracias consolidadas de Europa.

La Polarización en el Congreso

En el ámbito del Congreso, la polarización ideológica es extrema. Los legisladores tienden a alinearse con sus respectivos partidos, y es raro que una propuesta cuente con el apoyo de ambos lados. La colaboración en temas de política exterior, que antes era común, se ha vuelto casi inexistente. Este fenómeno no solo afecta la gobernanza, sino que también tiene implicaciones geopolíticas significativas.

Riesgos Geopolíticos

El aumento de la polarización política presenta riesgos para la seguridad nacional. Expertos como Jordan Tama advierten que un ambiente político dividido puede facilitar que otros países, como Rusia o China, intenten interferir en las elecciones. La falta de consenso entre demócratas y republicanos crea un espacio que puede ser aprovechado por actores externos.

La Emoción Detrás de la Polarización

Según Rachel Kleinfield, la división entre los ciudadanos es más emocional que ideológica. Las personas asumen que si alguien vota por un candidato, necesariamente comparte todas sus opiniones. Esta percepción errónea lleva a un aumento de la polarización emocional, donde los votantes de diferentes partidos evitan interactuar entre sí y prefieren no vivir cerca de los opositores políticos.

Un País Fragmentado

Las diferencias políticas han llegado a influir en la vida cotidiana de los ciudadanos. Los estados controlados por los demócratas se tornan cada vez más “azules”, mientras que los republicanos se vuelven más “rojos”. Actualmente, 23 estados están bajo control republicano en todos los niveles de gobierno, mientras que 19 están dominados por los demócratas. Esta segmentación geográfica resalta la creciente división en el país.

Indecisos y Votantes Fijos

La polarización ha reducido significativamente el número de votantes indecisos. Cada partido cuenta con un 40% de apoyo garantizado y un 40% que no cambiará su voto, dejando solo un 20% de electores en disputa. Esta situación ha convertido las elecciones en una lucha por ese pequeño porcentaje, lo que intensifica aún más la rivalidad entre los partidos.

Dinámicas de los Partidos

Los propios partidos alimentan esta división. En un sistema electoral bipartidista, donde las primarias deciden a los candidatos, polarizar al público se convierte en una estrategia electoral efectiva. Esta dinámica no solo facilita la recaudación de fondos, sino que también permite a los candidatos ganar apoyo entre los votantes más apasionados y extremos.

La Retórica Extrema en el Congreso

Una vez que los políticos llegan al Congreso, sus declaraciones extremas suelen recibir atención mediática, lo que a su vez les ayuda a atraer donaciones. Investigaciones de la Universidad de Dartmouth han demostrado que la retórica incendiaria proviene de un pequeño grupo de legisladores, lo que subraya la naturaleza concentrada de la polarización.

La Evaluación de la Democracia

La organización Freedom House ha señalado que la calidad de la democracia en Estados Unidos ha disminuido en la última década. Con una puntuación de 83 sobre 100, el país se encuentra en la misma categoría que naciones como Croacia y Rumania, y por debajo de otros países como España e Italia. Esta evaluación refleja la preocupación por el estado actual de la libertad y la democracia en el país.

La Opinión Pública sobre el Congreso

La gestión del Congreso es vista de manera negativa por la mayoría de los votantes. Según encuestas, solo un 21.7% aprueba su desempeño, mientras que un 62.9% lo critica. Esta desaprobación generalizada es un reflejo de la frustración de los ciudadanos con un sistema que parece estar cada vez más estancado por la polarización.

Un Rayo de Esperanza

A pesar de la polarización extrema, ha habido momentos de cordialidad, como el reciente debate entre los candidatos a la vicepresidencia, J.D. Vance y Tim Walz. A diferencia de lo habitual, ambos candidatos se comportaron de manera educada, incluso interactuando amablemente al final del debate. Este tipo de interacciones podrían ser un indicio de que, a pesar de las divisiones, todavía existe la posibilidad de un diálogo constructivo.