Japón planea un sistema de transporte de carga automatizado para enfrentar la falta de conductores y reducir emisiones
Japón y su Innovador Corredor de Transporte Automatizado
La Solución a la Falta de Conductores
En un esfuerzo por enfrentar la creciente escasez de conductores de camiones, Japón está desarrollando un corredor de transporte automatizado entre Tokio y Osaka. Este proyecto, apodado “camino transportador”, busca abordar la falta de trabajadores en el sector del transporte y mejorar la eficiencia logística en el país. Aunque aún no se ha determinado la cantidad exacta de financiamiento para esta iniciativa, se considera un paso crucial para manejar el aumento en la demanda de entregas.
Un Vistazo al Futuro del Transporte
Un video de gráficos por computadora, elaborado por el gobierno japonés, ilustra cómo se espera que funcione el sistema. En este video, se pueden ver grandes cajas con ruedas desplazándose por un corredor de tres carriles, conocido como “auto flow road”, que se ubicará en el medio de una autopista principal. Las pruebas del sistema están programadas para comenzar entre 2027 y principios de 2028, con la meta de estar completamente operativas para mediados de la década de 2030.
Innovación en la Infraestructura Vial
Yuri Endo, funcionaria del Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo, comentó sobre la necesidad de ser innovadores en la gestión de carreteras. Endo enfatizó que el nuevo sistema no solo busca compensar la reducción de la fuerza laboral, sino también disminuir la carga de trabajo para los conductores y reducir las emisiones de carbono. La idea central del auto flow road es crear espacios dedicados dentro de la red vial para la logística, utilizando un sistema de transporte automatizado y no tripulado que funcione las 24 horas.
Automatización en el Proceso de Carga
El proceso de carga será completamente automatizado, utilizando carretillas elevadoras coordinadas con aeropuertos, ferrocarriles y puertos. Las cajas que se transportarán tendrán una altura de 180 centímetros (casi seis pies) y medirán 110 centímetros (3.6 pies) en ancho y largo, equivalentes al tamaño de un armario grande. Este sistema está diseñado para facilitar las entregas comerciales y, si tiene éxito, podría ampliarse a otras rutas en el futuro. Sin embargo, se prevé que los conductores humanos aún sean necesarios para realizar las entregas en la última milla, aunque la tecnología sin conductor podría implementarse más adelante.
El Problema de 2024
La escasez de conductores de camiones en Japón ha empeorado debido a nuevas leyes que limitan el tiempo de horas extra que los conductores pueden trabajar. Estas regulaciones buscan evitar el sobretrabajo y los accidentes, y hacer que los trabajos en este sector sean más sostenibles. Sin embargo, esta situación se conoce como el “problema de 2024”. Las estimaciones del gobierno indican que, bajo las condiciones actuales, la capacidad de transporte general de Japón podría caer un 34% para el año 2030.
Impacto en la Capacidad de Transporte
Actualmente, la capacidad de transporte nacional de Japón se sitúa en aproximadamente 4.3 mil millones de toneladas métricas, con más del 91% de esta capacidad dependiente de camiones, según la Asociación de Transporte por Camión de Japón. Esta dependencia es crítica, ya que estos vehículos son responsables de transportar alrededor del 90% de la carga del país, incluyendo un 60% de los productos frescos como frutas y verduras, que provienen de lugares lejanos.
Aumento de la Demanda de Entregas
Durante la pandemia, la demanda de entregas debido a las compras en línea se disparó, pasando de aproximadamente 40% de los hogares japoneses a más del 60%, según datos gubernamentales. Esta tendencia se produce a pesar de la disminución de la población del país, que enfrenta una caída en la tasa de natalidad.
Un Problema que Abarca Más que el Transporte
Yuji Yano, profesor en la Universidad Ryutsu Keizai, que se enfoca en estudios económicos y de artes liberales, explica que el problema de 2024 no es solo un problema de transporte, sino que se convierte en un problema social. La falta de conductores afecta no solo la logística, sino también la vida diaria de las personas y la economía en general. La interconexión entre la logística y la vida de los ciudadanos es cada vez más evidente, y la necesidad de soluciones innovadoras se vuelve más urgente.