Iwao Hakamada, el japonés que pasó 45 años en el corredor de la muerte, es declarado inocente tras casi seis décadas de lucha
La Inocencia de Iwao Hakamada: Un Viaje de 56 Años Hacia la Justicia
El Caso de Hakamada: Un Hombre Inocente en el Corredor de la Muerte
Iwao Hakamada, un japonés que ha pasado 45 años en el corredor de la muerte, ha sido finalmente declarado inocente. Este fallo se produce 56 años después de su condena por un crimen que no cometió, un caso que ha captado la atención tanto nacional como internacional. Hakamada, ahora de 88 años, fue condenado en 1968 por el asesinato de su jefe y de la familia de este en una fábrica de miso, un tipo de pasta de soja fermentada.
La Larga Espera de Hakamada
Durante su tiempo en el corredor de la muerte, Hakamada sobrevivió a lo que se considera el periodo más largo de espera para la ejecución en la historia mundial, según Amnistía Internacional. Su libertad llegó en 2014, cuando se presentaron nuevas pruebas que llevaron a un nuevo juicio. Este nuevo proceso comenzó en octubre del año pasado y culminó con la absolución de Hakamada tras 15 vistas en el Tribunal del Distrito de Shizuoka.
La Decisión del Tribunal
El presidente del tribunal, Koshi Kundi, admitió que se habían creado pruebas falsas en el caso, reconociendo que Hakamada no era el culpable. La sentencia reveló irregularidades significativas en la investigación, incluyendo la violación de su derecho a permanecer en silencio y el uso de métodos de interrogatorio considerados inhumanos. Hakamada había confesado haber cometido el crimen tras ser sometido a interrogatorios que duraban más de 12 horas diarias durante 23 días. Sin embargo, posteriormente se retractó de esa confesión.
La Condena Injusta
En 1967, Hakamada fue declarado culpable por un tribunal que se basó en su confesión, la cual fue obtenida bajo presión extrema. Durante la investigación, Hakamada tuvo solo 37 minutos para defenderse frente a 277 horas de acusaciones de la policía. Desde el principio, la policía había apuntado a Hakamada como el principal sospechoso, dado que era un forastero en la localidad.
La Evidencia Controvertida
La evidencia presentada en su contra incluía un pijama que supuestamente contenía una gota de sangre. Hakamada argumentó que la sangre era suya, resultado de un corte en su dedo. Sin embargo, un especialista testificó que la muestra era insuficiente para un análisis. Posteriormente, la policía presentó seis prendas adicionales manchadas de sangre, encontradas 14 meses después del crimen, pero Hakamada negó que fueran suyas.
La Nueva Sentencia
En el nuevo juicio, se cuestionó el color de las manchas de sangre en las prendas que habían servido para condenar a Hakamada. La defensa argumentó que el color rojizo no podía corresponder a la sangre del momento del crimen, ya que las manchas no permanecen rojas al ser sumergidas en miso durante tanto tiempo. Finalmente, el tribunal dictó que las pruebas habían sido fabricadas.
La Lucha de la Familia
La lucha por la inocencia de Hakamada no se puede entender sin mencionar a su hermana, Hideko, quien ha dedicado casi la mitad de su vida a esta causa. A pesar de los años de sufrimiento y de la pérdida de contacto con su hermano, Hideko nunca dejó de luchar por su libertad. Durante años, Hakamada se negó a recibir visitas, lo que hizo que su hermana sufriera en silencio.
El Impacto de la Condena
La condena a muerte en Japón es un tema controvertido y ha sido objeto de un fuerte apoyo popular. En el país, los condenados a muerte viven en condiciones de aislamiento extremo, sin saber cuándo será su ejecución. Esto crea una tortura psicológica, ya que cada día se despiertan sin la certeza de si será su último día de vida.
La Batalla Judicial
El nuevo juicio de Hakamada es un caso excepcional en Japón, donde las condenas a muerte son raramente revisadas. Este es el quinto caso desde la posguerra en el que un tribunal ha revisado una condena a muerte. La atención ahora se centra en si los fiscales apelarán la sentencia de absolución.
Reacciones a la Sentencia
La decisión del tribunal ha sido recibida con satisfacción por parte de organizaciones de derechos humanos. Se ha reconocido que Hakamada ha soportado un encarcelamiento injusto durante casi medio siglo, lo que subraya la profunda injusticia que ha sufrido. Los defensores de los derechos humanos instan a Japón a abolir la pena de muerte para evitar que casos como el de Hakamada se repitan.
Soy Lucía Ramírez, reportera enfocada en Economía Global, Medio Ambiente y Bienestar. He viajado por el mundo analizando cómo las tendencias económicas afectan a diferentes culturas y ecosistemas. Mi trabajo en Versi busca dar voz a las historias menos contadas, aquellas donde la economía y el medio ambiente se encuentran con el bienestar humano, ofreciendo una visión global que conecta estos aspectos vitales de nuestra vida cotidiana.