Isla privada en Indonesia ofrece alojamiento a $1,000 la noche para los aventureros dispuestos a llegar

Una Isla Privada por $1,000 por Noche: Un Refugio Ecológico en Pinang

El Viaje a un Paraíso Remoto

Para aquellos que buscan una experiencia única y aventurera, Pinang Island se presenta como un destino atractivo. Sin embargo, el viaje hacia esta isla privada no es sencillo. Los visitantes deben estar preparados para una travesía larga que comienza con un vuelo desde una ciudad importante hacia Singapur o Kuala Lumpur. Desde allí, un corto vuelo lleva a los viajeros a Medan, la capital de la provincia de Sumatra del Norte en Indonesia. Muchos eligen pasar la noche en Medan antes de continuar su viaje.

A la mañana siguiente, los huéspedes abordan otro vuelo hacia Singkil, en la provincia de Aceh. La última etapa del recorrido es un viaje en barco que dura aproximadamente una hora y media. Este trayecto puede ser complicado, como se evidenció en agosto de 2023, cuando un barco que iba hacia Pinang desde Nias Island se hundió durante una tormenta. Se llevó a cabo una búsqueda y rescate, pero el capitán, un local indonesio, no fue encontrado.

La Creación de un Eco-Resort

Cuatro años atrás, cuando Richard Kvech llegó a Pinang, la isla solo contaba con un bungalow en ruinas que había sido utilizado por pescadores. Junto a tres amigos de la República Checa, Kvech pasó sus noches en hamacas y cocinó en la playa, soñando con construir un eco-resort en esta isla de 50 hectáreas, ubicada frente a la costa occidental de Sumatra.

Uno de sus amigos, Tomas Ouhel, había descubierto Pinang mientras realizaba trabajo de conservación en la isla vecina de Bangkaru. Tras un año de discusiones, el grupo firmó un contrato de arrendamiento de 50 años con las dos familias que poseen la isla, para desarrollar un pequeño eco-resort.

Construcción y Sostenibilidad

Utilizando madera local, el grupo comenzó a construir un bungalow para huéspedes y a excavar pozos para acceder al agua fresca subterránea. También instalaron paneles solares para obtener electricidad. Posteriormente, levantaron cuartos para el personal, un espacio comunitario en la playa y cuatro bungalows adicionales, que en total pueden albergar a 12 personas. Los bungalows principales cuentan con baños privados, mientras que los más pequeños comparten instalaciones, todo conectado a un sistema de tratamiento de desechos orgánicos.

Además, establecieron un jardín de frutas y verduras, siguiendo un enfoque de permacultura, y trajeron gallinas para ofrecer a los huéspedes huevos frescos. La sostenibilidad es clave en su enfoque, ya que compostan los desechos orgánicos y reciclan vidrio y latas.

La Experiencia en Pinang

Desde que abrió sus puertas a los visitantes hace dos años, Pinang Island ha recibido a más de 100 huéspedes, convirtiéndose en un destino popular para retiros de yoga y surf. La tarifa por noche es de $999 para ocho personas, con la opción de añadir hasta cuatro huéspedes adicionales por $125 por persona. Este costo incluye todas las comidas, limpieza diaria, un cambio semanal de toallas y sábanas, acceso a Starlink y Wi-Fi 4G, así como actividades como esnórquel, pesca, paddle boarding y kayak.

Los huéspedes que deseen aventuras adicionales pueden optar por excursiones de surf guiadas a lugares como la Bahía de Plenty, por un costo adicional de $500 por noche.

Un Compromiso con la Seguridad

Después del trágico incidente del barco, Kvech y su grupo decidieron tomar medidas para mejorar la seguridad. Compraron su propio barco de fibra de vidrio, equipado con radio marina, dispositivos de comunicación satelital y otros equipos de seguridad. También establecieron la Fifan Foundation, en honor al capitán desaparecido, para mejorar la capacitación de los capitanes locales.

La ubicación del punto de transferencia de barcos también se modificó, pasando de Nias Island a Singkil, lo que representa un viaje más corto y seguro.

Un Lugar para los Aventureros

Kvech enfatiza que Pinang Island no es un destino para aquellos que buscan una experiencia de lujo. Más bien, está diseñado para personas que desean reconectarse con la naturaleza y encontrar su equilibrio. La isla está destinada a “almas aventureras” que buscan algo remoto, pero que aún desean cierto nivel de calidad y comodidad.

A pesar de las dificultades que conlleva administrar un proyecto en una isla deshabitada, Kvech se siente satisfecho al escuchar los comentarios positivos de los huéspedes. La vida en una isla desierta no es siempre lo que uno imagina; requiere adaptarse a la cultura local y resolver problemas a diario.