Hacienda trabaja en un nuevo diseño para proteger impuestos a la banca y energéticas ante litigios

Hacienda busca proteger el nuevo impuesto a la banca y energéticas

Estrategias para evitar conflictos legales

El Ministerio de Hacienda trabaja para establecer un nuevo diseño del impuesto que afecta a la banca y a las empresas energéticas, con la intención de minimizar los riesgos de litigios. Se busca que las empresas reduzcan parte de su cuota tributaria mediante el impuesto de sociedades, evitando así la doble imposición.

Frentes abiertos: político y técnico

Hacienda enfrenta dos frentes: el político, intentando convencer a socios como el PNV y Junts, y el técnico, asegurando que los nuevos impuestos no sean desechados por cuestiones formales. Existe preocupación por la posibilidad de que las nuevas figuras impositivas sean transferidas a los conciertos económicos del País Vasco y Navarra, lo que podría generar competencia territorial.

La doble imposición, donde un mismo hecho imponible es gravado varias veces, también preocupa a Hacienda. Se considera incluir una cláusula que permita a las empresas reducir parte de la cuota del impuesto de sociedades.

La importancia del acuerdo político

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado que alcanzar un acuerdo con los socios políticos es clave para validar las nuevas figuras impositivas en el Congreso. Aunque impuestos y prestaciones pueden parecer similares, tienen diferencias importantes: las prestaciones son finalistas, mientras que los impuestos financian el gasto público general.

Un aspecto significativo es que los nuevos tributos podrían ser transferidos a las comunidades autónomas del País Vasco y Navarra, lo que es una línea roja para el PNV. El Gobierno parece dispuesto a ceder en este aspecto para obtener su apoyo.

Adaptación al contexto económico

Los ministerios de Hacienda y Economía colaboran para adaptar el impuesto afectando a la banca a la situación económica actual, considerando ciclos de crédito y tipos de interés. Desde la introducción de gravámenes extraordinarios en 2022, empresas del sector energético y algunos bancos han anunciado su intención de impugnar estos impuestos, lo que lleva a Hacienda a blindar los nuevos tributos para prevenir futuros conflictos legales.

Impacto en la banca y la industria energética

Los representantes del sector bancario expresan su preocupación por un impuesto permanente sobre ingresos, considerándolo un obstáculo para la Unión Bancaria y en contradicción con recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La recaudación del nuevo gravamen podría reducir en aproximadamente 50.000 millones la capacidad de financiación del sector en España.

Además, el Instituto Español de Analistas estima que un gravamen permanente podría reducir en un 14% la valoración de los tres principales bancos españoles.

Preocupaciones de la industria petrolera

La Asociación de Empresas Petrolíferas (AOP) advierte que un tributo indefinido comprometería la competitividad de la industria y dificultaría la transición energética, afectando negativamente toda la cadena de valor. Un informe de Mario Draghi indica que la competitividad de la Unión Europea se ve afectada por un coste energético más elevado en comparación con Estados Unidos y China, recomendando limitar las cargas fiscales.

Propuestas para el futuro

Para avanzar en la implementación de estos nuevos impuestos, Hacienda debe equilibrar las necesidades del Gobierno y las preocupaciones de las empresas. Es esencial establecer un marco que permita la recaudación necesaria para financiar el gasto público, protegiendo al mismo tiempo la competitividad de los sectores involucrados. Incluir cláusulas que permitan la reducción de la cuota en el impuesto de sociedades podría ser un paso correcto para mitigar la doble imposición y asegurar que las empresas no se vean perjudicadas.

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