El Supremo condena al Gobierno por discriminación salarial hacia controladores aéreos y ordena pago de 46 millones
El Tribunal Supremo y la Discriminación Salarial de los Controladores Aéreos
Un fallo que cambia el panorama
Recientemente, el Tribunal Supremo ha tomado una decisión que impactará significativamente a los controladores aéreos en España. Este fallo condena al Gobierno por implementar una doble escala salarial, que ha llevado a que los controladores más jóvenes reciban un salario mucho más bajo en comparación con sus colegas veteranos. Según la comunicación de Enaire, la empresa pública que gestiona el tráfico aéreo, esta situación ha costado aproximadamente 46 millones de euros al Ejecutivo, debido a los atrasos acumulados durante más de una década.
La brecha salarial entre veteranos y novatos
Desde el año 2011, los controladores aéreos más jóvenes, que suman un total de 614, han percibido hasta un 40% menos que aquellos con más experiencia. Esta diferencia salarial es el resultado de un laudo arbitral emitido por el exministro Manuel Pimentel, que estableció que los nuevos controladores tendrían un salario significativamente inferior para reducir costos. Este laudo estipuló que en los primeros cuatro años, los nuevos empleados cobrarían un 40% menos, y en los tres años siguientes, un 20% menos.
A pesar de que la Audiencia Nacional falló a favor del sindicato SNCA en 2022, el Gobierno no tomó medidas inmediatas para corregir esta injusticia. El Tribunal Supremo ha reafirmado esta decisión, lo que significa que los controladores más jóvenes verán un aumento en su salario de entre 20,000 y 30,000 euros brutos anuales, según estimaciones de los sindicatos.
La sentencia y sus implicaciones
El fallo del Tribunal Supremo, fechado el 30 de octubre, subraya que la existencia de una doble escala salarial es una violación del derecho fundamental a la igualdad establecido en la Constitución. La sala de lo social del alto tribunal, liderada por el magistrado Ignacio García-Perrote, especificó que solo aquellos trabajadores contratados después de la entrada en vigor del convenio colectivo no reciben el 100% del complemento de puesto.
Las retribuciones actuales de los controladores aéreos varían considerablemente, oscilando entre 40,000 euros y 200,000 euros anuales, dependiendo de la antigüedad. Esta diferencia ha generado un clima de descontento entre los trabajadores más jóvenes, quienes se sienten discriminados por un sistema que favorece a los veteranos.
Enaire y su respuesta
Enaire ha declarado que acatará la sentencia del Tribunal Supremo, aunque han intentado minimizar su impacto. Un portavoz de la empresa afirmó que el fallo no cuestiona la existencia de la doble escala salarial, sino que garantiza la cobertura completa del complemento del puesto de trabajo. Sin embargo, esto no cambia el hecho de que la discriminación salarial ha sido reconocida y condenada por el alto tribunal.
La lucha sindical por la equidad
Los sindicatos han estado luchando activamente contra esta desigualdad salarial. En su argumentación ante la justicia, han sostenido que no hay justificación para reducir el salario de ningún controlador, ya que todos comparten la misma responsabilidad en la gestión del tráfico aéreo. La paradoja de que algunos controladores en puestos de responsabilidad ganen menos que sus subordinados resalta aún más la necesidad de revisar las políticas salariales.
La historia de la doble escala salarial
La doble escala salarial no es un fenómeno nuevo. En 2004, el Tribunal Constitucional ya había declarado que este tipo de discriminación era inaceptable, destacando que la lógica detrás de la diferencia salarial basada en la fecha de ingreso es discriminatoria, penalizando a quienes acceden al empleo más tarde, a menudo debido a las dificultades en el mercado laboral.
La proyección futura
Con la reciente decisión del Tribunal Supremo, se espera que Enaire no solo abone los atrasos salariales, que suman 46 millones de euros, sino que también ajuste la masa salarial anualmente, lo que podría añadir otros 15 millones de euros al gasto. Esto plantea interrogantes sobre cómo el Gobierno manejará estos pagos y si se implementarán cambios en las políticas salariales para evitar futuras desigualdades.