El presupuesto francés sorprende con un enfoque en aumentos de impuestos mientras analistas alertan sobre posibles bajadas de calificación

Un Nuevo Enfoque sobre el Presupuesto Francés: Impuestos y Desafíos Económicos

El reciente presupuesto presentado por el gobierno francés ha generado sorpresas y preocupaciones en el ámbito económico. Con un enfoque notable en aumentos de impuestos, el plan busca abordar un déficit proyectado del 6.1% para el año 2024. Sin embargo, expertos advierten que esta estrategia podría no ser suficiente para evitar calificaciones de crédito más bajas para el país.

Aumentos de Impuestos y Recortes en el Presupuesto

El gobierno, liderado por el Primer Ministro Michel Barnier, ha propuesto un presupuesto que incluye 60 mil millones de euros en aumentos de impuestos y recortes de gastos. Este enfoque ha sorprendido a muchos, ya que se esperaba una combinación más equilibrada entre recortes y aumentos. Los analistas han señalado que algunos de los cambios propuestos son “politicamente complicados”, como el retraso en el ajuste por inflación de las pensiones y recortes en el sector público y la salud.

Elementos Clave del Presupuesto

Entre los elementos destacados del presupuesto se encuentran:

• Impuestos temporales adicionales para grandes empresas de transporte y corporaciones con ingresos superiores a mil millones de euros al año, afectando a aproximadamente 440 compañías.

• Un recargo de impuestos sobre los hogares con ingresos superiores a 500,000 euros.

• La reintroducción de un impuesto sobre el consumo de electricidad.

• Aumentos en impuestos y tarifas para boletos de avión y vehículos con altas emisiones.

El objetivo central de estas medidas es reducir el déficit a un 5% del producto interno bruto (PIB) para el próximo año, en un esfuerzo por cumplir con las reglas de la Unión Europea, que establecen que el déficit de un país miembro no debe exceder el 3% del PIB.

Desafíos y Perspectivas

El gobierno ha establecido un nuevo objetivo para cumplir con esta regla para el año 2029, extendiendo su meta anterior de 2027. Sin embargo, se ha advertido que el déficit podría aumentar al 7% el próximo año si no se toman medidas. Hadrien Camatte, economista senior, ha comentado que encontrar 60 mil millones de euros en un solo año es un desafío sin precedentes y que la credibilidad de estas medidas es cuestionable, especialmente considerando la fragilidad del gobierno actual.

La Frágil Situación Política

El gobierno de Barnier ha enfrentado un voto de desconfianza esta semana, del cual logró salir adelante. La formación del gobierno tuvo lugar el mes pasado tras intensas negociaciones después de las elecciones parlamentarias de julio, donde el Nuevo Frente Popular obtuvo la mayor cantidad de escaños, pero no logró una mayoría clara.

Barnier ha descrito el presupuesto como un punto de partida para el debate legislativo, mostrando apertura a cambios que mantengan la integridad fiscal. Se espera que las discusiones sobre el presupuesto comiencen el 21 de octubre, con votaciones programadas para el 29 de octubre.

Análisis de los Expertos

Los analistas de Goldman Sachs han indicado que la mezcla de políticas del presupuesto de 2025 está más inclinada hacia aumentos de impuestos que hacia recortes de gastos, lo que ha generado preocupación sobre la capacidad del gobierno para alcanzar su objetivo de déficit del 5.0% para 2025. Sus investigaciones previas sugieren que ajustes abruptos y consolidaciones basadas en impuestos suelen tener menos probabilidades de éxito para mejorar la situación fiscal de manera sostenible.

Sin embargo, también han notado la posibilidad de una estabilidad política a corto plazo, dado que el gobierno ha sobrevivido al voto de desconfianza. Esto sugiere que existe una base para que el gobierno apruebe el proyecto de ley del presupuesto antes de fin de año, aunque con una mayor incertidumbre más allá de ese punto.

Implicaciones para el Crecimiento Económico

A pesar de la enfasis en los aumentos de impuestos, el balance del presupuesto debería resultar en una reducción del gasto gubernamental de 40 mil millones de euros, mientras que los ingresos aumentarían en 20 mil millones de euros. Erik-Jan van Harn, estratega macro senior, ha señalado que los planes ambiciosos de Barnier están llenos de riesgos de implementación, y que la probabilidad de que su gobierno sobreviva hasta 2029 es baja.

Las preguntas sobre el impacto del presupuesto de 2025 en el crecimiento económico de Francia persisten, así como la capacidad del país para evitar nuevas rebajas de crédito en su deuda soberana, tras las reducciones realizadas por las agencias S&P y Fitch en los últimos dos años.

Expectativas de las Agencias de Calificación

Las agencias de estadísticas, como Insee, han pronosticado un crecimiento del 1.1% para la economía francesa este año. Sin embargo, Camatte ha descrito esta cifra como “quizás un poco demasiado optimista”, aunque no irrealista. Su preocupación se centra en la trayectoria del país más allá de 2025, ya que las medidas para reducir el déficit no están claramente documentadas.

En el corto plazo, las agencias de calificación probablemente adoptarán una postura de espera y ver, dada la falta de detalles específicos sobre el presupuesto. Sin embargo, no se puede descartar un perspectiva negativa de S&P o Fitch. Camatte ha mencionado que en esta etapa, la estrategia debería ser mantener la calma y tomar decisiones el próximo año para evaluar la credibilidad de los recortes de gasto.

Riesgos y Consecuencias

Van Harn ha expresado una visión más pesimista, argumentando que los recortes de gasto drásticos podrían “frenar el crecimiento económico” y que una rebaja de calificación por parte de una de las principales agencias parece probable. Ha señalado que la austeridad severa tiene un costo, y que el crecimiento económico, que ya es débil, se verá perjudicado por un cambio brusco en la postura fiscal de Francia.

El gobierno, al enfrentarse a estas dificultades, debe considerar las consecuencias económicas de sus políticas, aunque la falta de capital político podría llevar a Barnier a tomar decisiones erróneas. Con los riesgos ya señalados por Fitch y las proyecciones optimistas anteriores, una rebaja de calificación parece inminente.