La Intriga de la Operación Persa: Un Escándalo de Chantaje

La Operación Persa es un capítulo oscuro en la historia reciente de España, un relato que se extiende a lo largo de diez años de chantaje que involucró a la famosa vedette Bárbara Rey y al entonces rey Juan Carlos I. Este episodio, que se desarrolló entre 1994 y 2004, ha sido objeto de múltiples especulaciones y análisis, aunque muchos aún desconocen los detalles que rodearon este escándalo.

El Origen del Nombre

El nombre de “Operación Persa” parece haber surgido de la afición de Bárbara Rey por los gatos, o quizás de la naturaleza del chantaje que se convirtió en un mercadeo de secretos. Durante una década, se destinaron millones de euros para mantener en secreto la relación entre la vedette y el monarca, así como las pruebas de su infidelidad. La razón detrás de este encubrimiento fue proteger la estabilidad de la Monarquía y, por ende, el sistema político que había emergido tras la Transición.

Revelaciones Posteriores

Con el paso de los años, la publicación de documentos y grabaciones ha puesto de manifiesto el fracaso de la Operación Persa, aunque algunos expertos sugieren que el impacto de estas revelaciones ha disminuido. Lo que en su momento se consideraba un escándalo explosivo hoy en día parece ser solo un tema de conversación en los programas de corazón. Sin embargo, dos cuestiones siguen generando controversia: el uso de fondos públicos para encubrir asuntos personales del rey y el conocimiento del monarca sobre el intento de golpe de Estado del 23-F.

La Conversación Reveladora

Recientemente, se ha dado a conocer una grabación de una conversación entre Juan Carlos I y Bárbara Rey, donde el rey menciona a Alfonso Armada, un general condenado por su participación en el golpe de Estado de 1981. En la grabación, el rey expresa su desprecio por Armada, quien había pasado años en prisión sin hablar. Esta conversación fue conocida por el gobierno de la época y se encuentra registrada en los cuadernos del entonces director del servicio secreto, Emilio Alonso Manglano.

El Inicio del Chantaje

El chantaje comenzó en julio de 1994, cuando Bárbara Rey exigió una suma considerable de dinero para no hacer público el material que poseía. Según diversas fuentes, recibió 25 millones de pesetas (aproximadamente 150,000 euros) de Manuel Prado y Colón de Carvajal, quien administraba la fortuna del rey. Este primer pago no fue suficiente, y un año después, Rey volvió a exigir más dinero, alegando problemas económicos.

Un Acuerdo Económico

Tras una intensa negociación, se llegó a un acuerdo que garantizaba el silencio de Bárbara Rey durante diez años. Se pactó un total de 600 millones de pesetas (alrededor de 3.6 millones de euros), que se dividirían en pagos. La situación se tornó complicada cuando el nuevo presidente del gobierno, José María Aznar, se enteró del chantaje y esto afectó su relación con el rey.

La Financiación del Chantaje

Los pagos a Bárbara Rey se realizaron utilizando fondos reservados del Ministerio de Defensa y del CNI (Centro Nacional de Inteligencia). Con el tiempo, las empresas públicas también comenzaron a aportar dinero para cubrir los costos del chantaje. Sin embargo, en 2004, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió detener los pagos tras sospechar que el intermediario podía estar robando parte de los fondos.

Pagos en Especie

Además de los pagos en efectivo, Bárbara Rey también recibió compensaciones en especie. Entre 1994 y 1996, trabajó en un programa de variedades en TVE y, de 2000 a 2005, presentó un programa de cocina en Canal 9, lo que le generó aproximadamente 1.5 millones de euros.

La Desconfianza del CNI

A pesar de los acuerdos económicos, el CNI no confiaba plenamente en Bárbara Rey. En 1997, se llevó a cabo una operación en su residencia en Boadilla del Monte, donde ella denunció el robo de “material sensible”. Aunque la casa fue revisada, se sospechaba que Rey tenía copias de ese material en un lugar seguro.

La Publicación de las Fotos

Después de 30 años de silencio, en septiembre de 2023, se publicaron fotos de Juan Carlos I y Bárbara Rey en una revista neerlandesa. Estas imágenes, tomadas en junio de 1994, fueron vendidas por el hijo de la vedette, quien afirma haberlas tomado. Este evento marcó el inicio de una serie de revelaciones, incluyendo audios grabados por Rey durante su relación con el rey.

Los Videos y su Contenido

Aún no se han hecho públicas tres grabaciones de video que se realizaron en la casa de Bárbara Rey. Se cree que estos videos podrían contener contenido comprometedor, pero el CNI ha confiscado las cintas, y se desconoce si existen copias. Las grabaciones podrían revelar más sobre la relación entre Rey y el monarca, pero la pregunta central sigue siendo: ¿qué información tenía Armada que nunca se divulgó?

El Silencio del Rey Emérito

A pesar de ser uno de los protagonistas del 23-F, Juan Carlos I aún no ha ofrecido su versión de los hechos. Se espera que comparta su relato en unas memorias que está escribiendo con la autora Laurence Debray. Aunque se ha anunciado un título provisional, Reconciliación, no se ha fijado una fecha de publicación, lo que deja a muchos en la incertidumbre.