El Gobierno avanza en la autorización para que STC saudí adquiera el 9,9% de Telefónica
El Gobierno está a punto de dar luz verde a la participación de STC en Telefónica
La entrada de STC en el capital de Telefónica
La Saudi Telecom Company (STC) está a un paso de conseguir la autorización del Gobierno español para aumentar su participación en Telefónica hasta un 9,9%. Esta operación se produce un año después de que el grupo saudí hiciera su aparición en el capital de la compañía española, donde actualmente controla el 4,9%. Esta ampliación de participación no solo marca un hito en la relación entre ambas entidades, sino que también permitirá a los saudíes obtener un asiento en el consejo de administración de Telefónica.
Proceso de autorización
El proceso para la autorización de esta transacción implica la evaluación por parte de la Junta de Inversiones Exteriores (Invex), un organismo responsable de analizar las adquisiciones de empresas por inversores extranjeros. Este cuerpo interministerial se asegura de que tales operaciones no comprometan la seguridad nacional, la salud o el orden público en España.
Una vez que Invex emita un informe favorable, el siguiente paso será la aprobación del Consejo de Ministros. Fuentes cercanas al proceso consideran que esta autorización es inminente, lo que sugiere que el Gobierno está dispuesto a permitir la entrada del grupo saudí bajo estrictas condiciones.
Condiciones para la autorización
Las condiciones que el Gobierno contempla para dar su visto bueno a la operación son típicas en transacciones de esta magnitud. Se espera que STC se comprometa a mantener a Telefónica en el mercado de valores y que se salvaguarden las decisiones que puedan afectar a la seguridad nacional, garantizando que la sede social y fiscal de la empresa permanezca en España.
Contexto actual del accionariado de Telefónica
El panorama actual del accionariado de Telefónica está dominado por un grupo de accionistas españoles, incluyendo a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), CriteriaCaixa y BBVA. Esta composición, junto con el fortalecimiento de las relaciones entre España y Arabia Saudí, favorece la aprobación de la entrada de STC, aunque con condiciones claras.
La importancia de Invex
Invex, compuesto por representantes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), del Departamento de Seguridad Nacional y de cada ministerio con un rango mínimo de subdirector general, es clave para garantizar que las inversiones extranjeras no pongan en riesgo los intereses estratégicos de España. Recientemente, Invex rechazó una oferta pública de adquisición (OPA) del grupo húngaro Ganz MaVag Europe por el 100% de Talgo, citando la protección de los intereses estratégicos y de la seguridad nacional del país.
Escudo antiopas
La operación de STC no solo se encuentra bajo el escrutinio de Invex, sino que también debe ser aprobada por el Consejo de Ministros debido a la normativa conocida como escudo antiopas, implementada tras la pandemia del coronavirus. Esta norma establece que cualquier inversión extranjera que afecte a un sector crítico o que supere ciertos umbrales monetarios requiere autorización previa. En este caso, la compra del 9,9% de Telefónica por parte de STC entra en esos supuestos, dado que implica una inversión significativa en una empresa cotizada.
Implicaciones en el consejo de administración
Una vez que se concrete la autorización para la toma del 9,9% de Telefónica, STC podrá solicitar un puesto en el consejo de administración. Este es un derecho que ya ejerce la SEPI, que ha nombrado a Carlos Ocaña como su representante. No se prevé que la autorización del Gobierno contenga cláusulas que impidan a STC obtener representación en el consejo, lo que hace casi seguro que el grupo saudí ejercerá este derecho.
Reacciones y temores iniciales
La llegada de STC al capital de Telefónica generó un gran debate y preocupación en España, ya que muchos temían que una empresa estratégica pudiera caer en manos extranjeras. A pesar de que desde el principio los saudíes dejaron claro que no tenían intenciones de aumentar su participación ni de lanzar una OPA, la forma en que se realizó la compra, sin previo aviso al Gobierno ni al consejo de la empresa, desató temores sobre la seguridad y el control de la compañía.
Incluso, el partido Sumar, que forma parte del Gobierno, solicitó el veto a la operación en su momento. Sin embargo, se han llevado a cabo múltiples reuniones entre directivos de STC y ministros españoles para discutir la situación y abordar las preocupaciones.
Encuentros entre STC y el Gobierno español
A lo largo de los meses, se han realizado continuas reuniones entre los ejecutivos de STC y los miembros del Gobierno español. La última de estas reuniones tuvo lugar a finales de septiembre, cuando una delegación de STC, liderada por su consejero delegado Olayan Alwetaid, se reunió con los ministros de Economía y de Transformación Digital. Además, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mantenido varias conversaciones con el príncipe heredero saudí Bin Salmán.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha realizado varias visitas a Riad, sede de STC, para conocer de primera mano los planes del grupo saudí.
Impacto en el capital de Telefónica
La entrada de STC en el capital de Telefónica ha tenido repercusiones en la estructura del accionariado. En mayo, SEPI completó la adquisición del 10% del capital por un total de 2.384 millones de euros, convirtiéndose en el principal accionista de Telefónica. Le siguen CriteriaCaixa con un 9,9%, STC con un 4,9%, BBVA con un 4,83% y BlackRock con un 4,23%.
CriteriaCaixa también ha aumentado su participación en Telefónica, pasando del 4,91% al 9,9% en julio, lo que le ha permitido ocupar un lugar en el consejo de administración a través de Isidro Fainé, su presidente. La combinación de las participaciones de SEPI, CriteriaCaixa y BBVA asegura que la mayoría del control del consejo y del accionariado se mantenga en manos españolas, lo que, junto con el marco regulatorio existente, dificulta cualquier intento de adquisición hostil por parte de inversores extranjeros.