El futuro incierto de las viviendas de porteros en grandes ciudades españolas

El Futuro de las Viviendas de los Porteros: Un Camino Incierto

La Situación Actual

El destino de las viviendas de los porteros en España se encuentra en una encrucijada. Mientras algunos expertos del sector inmobiliario pronostican su desaparición en la próxima década, otros sostienen que estas viviendas aún tienen un futuro prometedor. En Madrid, por ejemplo, se estima que existen alrededor de 15,000 porterías, y la incertidumbre sobre su futuro es palpable.

Andrés Contreras, un portero que trabaja en una finca en Chamberí, Madrid, considera que ha sido afortunado por haber tenido una buena portería. Sin embargo, su jubilación traerá consigo el cierre de su hogar, que será reemplazado por un conserje que no residirá en el edificio. Esta situación refleja un cambio en la manera en que se gestionan los espacios en las comunidades de vecinos.

La Transformación de las Viviendas

El panorama para las viviendas de los porteros es diverso. Algunas permanecen ocupadas, otras están a la venta o alquiler, y muchas han sido transformadas en oficinas. Una tendencia emergente es la conversión de estas viviendas en trasteros, lo que indica un cambio en la percepción de estos espacios.

En Barcelona, la situación es aún más drástica. De las 3,500 viviendas de porteros que existían en los años noventa, aproximadamente el 75% ha desaparecido. Margarita Blanch, presidenta de la Asociación Sindical de Empleados de Fincas Urbanas de Barcelona, lamenta que muchas de estas viviendas estén cerradas y sin uso.

Características Comunes

Las viviendas de los porteros en las grandes ciudades españolas presentan características similares. Su tamaño suele oscilar entre 40 y 60 metros cuadrados, y muchas son oscuras y carecen de luz natural. Generalmente, cuentan con dos dormitorios, una cocina, un comedor y un baño, además de un patio interior. La ubicación dentro del edificio también influye en su futuro.

Las viviendas situadas en los bajos de los edificios enfrentan un destino incierto. Las comunidades que han decidido contratar conserjes para reemplazar a los porteros no saben qué hacer con estos espacios. Eduardo Molet, un agente inmobiliario con experiencia en Chamberí, menciona que las comunidades a menudo buscan tasaciones para tomar decisiones sobre las viviendas de los porteros.

Opciones para el Futuro

Las comunidades de propietarios están explorando diversas opciones para el futuro de estas viviendas. Una opción es la venta o alquiler, que parece estar tomando fuerza en Madrid y comienza a calar en Barcelona. Juan Ignacio Navas, socio director de Navas Cusí Abogados, señala que este proceso puede ser complicado, ya que implica verificar la propiedad y desafectar la vivienda para que deje de ser un elemento común.

La venta de estas viviendas conlleva una serie de impuestos, incluyendo el impuesto de plusvalía municipal y el impuesto de transmisiones patrimoniales. Raquel Marrero, secretaria de la Asociación de Empleados de Fincas Urbanas de Madrid, advierte que vender no siempre es beneficioso, ya que requiere mucha documentación y el cumplimiento de normativas por parte de los vecinos.

Alternativas a la Venta

Otra alternativa que están considerando algunas comunidades es convertir las viviendas de los porteros en pequeños almacenes o trasteros. En un edificio de la calle Galileo en Madrid, por ejemplo, los vecinos han optado por esta opción, ya que es más rápida y sencilla en comparación con la venta. La administradora del edificio explica que los propietarios han aportado dinero para la construcción de estos espacios, manteniendo un área común para aquellos que no deseen participar en la transformación.

El Valor de la Presencia del Portero

A pesar de los cambios, muchos en el sector coinciden en que las viviendas de porteros que sobrevivirán estarán ubicadas en áreas de alta renta. Miguel Ángel Gómez, presidente de las patronales inmobiliarias FADEI y AMEDEI, sostiene que las comunidades con menos necesidades económicas no verán desaparecer a sus porteros, ya que valoran la tranquilidad que brinda tener a alguien presente.

Margarita Blanch también destaca las ventajas de contar con un portero, como la atención a los vecinos mayores, la gestión de entregas y la ayuda en emergencias nocturnas. Raquel Marrero resalta que las viviendas de porteros en comunidades grandes, donde los costos se distribuyen entre muchos, también tienen posibilidades de sobrevivir.