El entorno de inversión en México se deteriora tras elecciones y reformas judiciales

El Cambio en el Entorno de Inversión en México

La Percepción Inicial de Oportunidad

En un principio, existía una expectativa positiva sobre el futuro de la inversión en México. Muchos creían que el país podría ser uno de los principales beneficiados por el fenómeno del nearshoring, un término que se refiere a la relocalización de actividades productivas más cerca de los mercados de consumo. La posición geográfica de México, su apertura comercial, y la calidad de su mano de obra eran factores que hacían que los inversionistas miraran hacia este país con interés renovado.

Durante los primeros meses de 2024, el entorno de inversión había mostrado señales de mejora. La encuesta mensual del Banco de México a economistas del sector privado reflejaba esta tendencia. En marzo, un 46% de los encuestados consideraba que era un buen momento para invertir, mientras que solo un 15% opinaba lo contrario. Este optimismo se sustentaba en la idea de que México podría convertirse en un destino atractivo para empresas que buscaban reducir costos y tiempos de transporte.

El Cambio Drástico en la Confianza

Sin embargo, esta perspectiva positiva comenzó a desvanecerse rápidamente. A medida que avanzaba el año, el clima de negocios en México se tornó desfavorable. Para junio de 2024, solo el 10% de los encuestados creía que era un buen momento para invertir, mientras que un 44% opinaba que era un mal momento. Esta tendencia continuó deteriorándose, y para finales de septiembre, el 5% consideraba que era un buen momento para realizar inversiones, en contraste con un 66% que pensaba lo contrario.

Los resultados de estas encuestas reflejan una pérdida de confianza en el entorno de inversión, lo que plantea la pregunta: ¿Qué ocurrió para que la situación cambiara tan drásticamente?

Factores que Contribuyeron al Deterioro

Uno de los principales factores que influyó en este cambio abrupto fue el resultado de las elecciones de junio. La elección de Claudia Sheinbaum como presidenta no fue una sorpresa, ya que muchos en los mercados ya lo habían anticipado. Sin embargo, la mayoría calificada que obtuvo su coalición en el Congreso fue lo que realmente generó preocupación. Esta mayoría le permite realizar cambios constitucionales sin necesidad de consenso, lo que podría tener un impacto significativo en el entorno de negocios.

Reformas Controversiales

Entre las propuestas de reformas constitucionales que se discutieron, había dos que llamaron especialmente la atención de los analistas:

• Reforma al Poder Judicial: Esta propuesta busca modificar la estructura del poder judicial, lo que, según varios expertos, podría poner en riesgo la independencia judicial en México.

• Eliminación de Órganos Autónomos: Se planteó la posibilidad de eliminar organismos autónomos que regulan sectores clave como la competencia, las telecomunicaciones, y la evaluación de programas sociales.

La aprobación de la reforma al poder judicial en septiembre fue un momento crítico que materializó las preocupaciones del sector privado. La otra propuesta permanece en discusión, pero su posible aprobación genera incertidumbre en el ámbito empresarial.

Consecuencias Económicas Inmediatas

El impacto de estas reformas y de la situación política ha sido inmediato. La desaceleración económica que ya se estaba observando se ha intensificado, y la preocupación sobre la salud fiscal del país ha crecido. Todo esto ha contribuido a un entorno de inversión que es percibido como inseguro y poco atractivo.

Las empresas que consideran invertir en México ahora enfrentan un complejo panorama. La falta de un marco jurídico estable, la posibilidad de cambios abruptos en las políticas, y la incertidumbre sobre el futuro del país son elementos que dificultan la toma de decisiones.

La Importancia de un Entorno de Inversión Saludable

El entorno de inversión es crucial para el desarrollo y crecimiento de cualquier economía. Para que el sector privado se sienta motivado a invertir, necesita un ambiente que ofrezca certidumbre y confianza. Esto se logra a través de:

• Un marco jurídico apropiado: Las leyes deben ser claras y estables.

• Un aparato institucional sólido: Las instituciones deben ser confiables y operar de manera independiente.

• Compromisos públicos a largo plazo: Los gobiernos deben garantizar que no habrá cambios drásticos en las políticas.

Sin estas condiciones, es complicado convencer a los inversionistas de que arriesguen sus recursos en un país que no ofrece seguridad jurídica ni estabilidad económica.

Mirando Hacia el Futuro

Las perspectivas para el futuro no son alentadoras. Según la última encuesta, un 68% de los economistas del sector privado considera que el clima de negocios empeorará en los próximos seis meses. Solo un 5% cree que mejorará, mientras que el 26% opina que se mantendrá igual.

Esta situación plantea un desafío significativo para el país. Si no se toman acciones inmediatas para revertir el deterioro del entorno de inversión, México podría perder oportunidades valiosas para atraer capital y generar empleos.