El ejército de Sudán avanza en la guerra civil, capturando posiciones clave ante el aumento de la violencia contra civiles
El Ejército Sudanés Avanza en el Conflicto Civil
Una Nueva Etapa en el Conflicto
El ejército de Sudán ha comenzado a recuperar terreno en medio de la guerra civil que asola al país desde abril de 2023. Este desarrollo marca un cambio significativo en el equilibrio de poder entre las fuerzas militares y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), quienes habían dominado gran parte del territorio. A pesar de este avance, la situación humanitaria se ha deteriorado, con un aumento de las atrocidades contra la población civil.
Avance Estratégico en Jartum
A finales de septiembre, el ejército inició una ofensiva en Jartum, la capital del país, y en la ciudad vecina de Bahri. Durante esta fase, lograron capturar tres puentes clave, marcando su primera victoria significativa en la zona. Las tropas que se habían mantenido en bases asediadas durante meses aprovecharon la oportunidad para romper el cerco y unirse a las fuerzas gubernamentales. Sin embargo, este progreso se ha visto obstaculizado por intensos combates en la capital.
Desde el inicio del conflicto, los paramilitares habían mantenido el control casi total de Jartum, mientras que el ejército solo conservaba algunas posiciones estratégicas, incluyendo su cuartel general. Durante varios meses, la lucha en la capital se había estancado, con ambos bandos atrincherados y utilizando ataques de artillería. En una ofensiva anterior en enero, el ejército había recuperado la mayor parte de Omdurman, una ciudad situada al oeste de Jartum.
Operaciones en Frentes Adicionales
El ejército no solo ha concentrado sus esfuerzos en la capital. A comienzos de octubre, también logró recuperar la cadena montañosa de Sennar, que conecta los estados del este y del centro del país. Esta victoria permitió a las fuerzas gubernamentales expulsar a los paramilitares del sureste de Sudán y mejorar su posición para avanzar hacia Gezira, un estado perdido un año atrás que representaba un golpe significativo para el ejército.
En el oeste de Sudán, la atención se centra en El Fasher, la capital de Darfur Norte. A pesar de que los paramilitares han llevado a cabo una amplia ofensiva desde abril, esta ciudad se ha mantenido bajo el control de una fuerza conjunta de antiguos grupos rebeldes, aliados del ejército, que han resistido los ataques y recientemente han ganado terreno al atacar las líneas de suministro de los paramilitares y las zonas fronterizas con Chad.
Aumento de la Violencia y Atrocidades
El reciente avance del ejército ha desencadenado un aumento en la violencia contra los civiles. En Darfur, los paramilitares han incendiado al menos 14 pueblos habitados mayoritariamente por la minoría zaghawa en octubre, elevando el total de localidades de minorías étnicas quemadas a 84 desde el inicio de la guerra, según datos de la Universidad de Yale. Además, los paramilitares han llevado a cabo ataques de represalia en Gezira tras la deserción de uno de sus comandantes hacia el ejército.
Por su parte, el ejército ha intensificado su campaña de bombardeos, algunos de los cuales han sido indiscriminados y han impactado áreas civiles controladas por los paramilitares. Aunque el número exacto de víctimas no se conoce, se estima que decenas de civiles han perdido la vida. Uno de los ataques más recientes ocurrió el lunes en una mezquita de Wad Madani, la capital de Gezira, donde más de 30 personas perdieron la vida, según informes de comités civiles locales.
Intervención Internacional y Crisis Humanitaria
La escalada de los combates ha puesto de manifiesto las influencias externas que respaldan a cada bando. Los Emiratos Árabes Unidos, principal apoyo de las Fuerzas de Apoyo Rápido, han continuado enviando armas a los paramilitares a través de Chad, a pesar de un embargo de la ONU. Investigaciones recientes del Observatorio de Conflictos en Estados Unidos han revelado que estas transferencias de material militar y combustible han sido constantes en los últimos meses.
Las fuerzas gubernamentales también han afirmado haber encontrado armas y municiones de origen emiratí tras las batallas en las montañas de Sennar, lo que subraya la complejidad del conflicto y sus repercusiones internacionales.
La guerra y el bloqueo de ayuda humanitaria han dado lugar a una de las crisis humanitarias más graves del mundo. En julio, se declaró una hambruna en el campo de desplazados de Zamzam, en Darfur, donde Médicos Sin Fronteras interrumpió en octubre el tratamiento para 5,000 niños con desnutrición aguda debido a la falta de suministros. En las montañas de Nuba, otra hambruna ha causado más de 600 muertes, según las autoridades locales. En Darfur Sur, el estado con mayor número de desplazados internos, casi un tercio de los niños menores de dos años sufre de desnutrición aguda, y el número de muertes entre mujeres embarazadas y en periodo de lactancia ha alcanzado niveles alarmantes, según un informe reciente de MSF.
Desastres Naturales y Enfermedades
Además de la crisis alimentaria, las fuertes lluvias e inundaciones que azotaron el país durante el verano han afectado a cerca de 600,000 personas, según datos de la ONU. Esta situación ha facilitado la propagación de enfermedades, como el cólera, que han superado la capacidad del colapsado sistema sanitario nacional. Hasta el lunes, el número de infecciones por cólera había superado las 26,000, con más de 700 muertes registradas por las autoridades sanitarias locales.