El colapso del multilateralismo ante la lucha de potencias globales
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La Descomposición del Multilateralismo en la Gobernanza Global
Un Panorama Global en Crisis
La gobernanza global enfrenta una crisis sin precedentes, marcada por el debilitamiento del multilateralismo. En este contexto, el regreso de Donald Trump a la política estadounidense podría intensificar la competencia entre potencias, complicando aún más la situación. En una reciente reunión del G-20 en Brasil, los líderes mundiales mostraron diferencias al emitir un comunicado final que carecía de compromisos significativos, resaltando la fragmentación del orden internacional.
La Competencia entre Potencias
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se dirigió a la ONU el 27 de septiembre, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU fue testigo de un veto de Rusia a una resolución que pedía un alto el fuego en Sudán. Al día siguiente, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto que revisa su doctrina nuclear, subrayando la erosión de los tratados de control de armas. La situación se complicó aún más cuando Estados Unidos utilizó su veto en una resolución relacionada con Gaza.
La tensión geopolítica se refleja en la justicia internacional, donde el Tribunal Penal Internacional (TPI) emitió una orden de arresto contra Netanyahu. Sin embargo, muchos países no están obligados a cumplir con esta orden, lo que pone en duda su efectividad. Por ejemplo, Mongolia decidió no actuar contra Putin y Hungría anunció que no lo hará con Netanyahu.
La Crisis del Multilateralismo
El multilateralismo no ha desaparecido, pero su capacidad de acción se ve severamente limitada. Aunque se han alcanzado algunos consensos, como el acuerdo de financiamiento de la COP-29 para combatir el cambio climático, muchos expertos lo consideran insuficiente. El delegado de India lo describió como “una ilusión óptica”. La realidad es que la gobernanza global, imperfecta desde su creación después de la Segunda Guerra Mundial, ahora muestra signos de involución.
Las Raíces del Problema
Manuel Muñiz, rector de IE University, señala que la competencia entre potencias es la raíz del problema actual. Las instituciones internacionales, que deberían servir como marco para la cooperación, se ven presionadas por un mundo cada vez más multipolar y conflictivo. Esta presión limita su capacidad de acción y eficacia.
La conflictividad tiene múltiples dimensiones. Por un lado, Rusia desafía abiertamente el orden internacional, mientras que China busca reconfigurar las reglas a su favor. Además, el Sur Global se vuelve más asertivo, y Estados Unidos intenta mantener su primacía. Esta dinámica complica la posibilidad de alcanzar consensos en foros internacionales.
El Impacto en la Gobernanza Global
La situación en el Consejo de Seguridad de la ONU es un claro reflejo de esta crisis. El uso del veto por parte de las potencias se ha vuelto común, paralizando la capacidad de la ONU para responder a crisis internacionales. Muñiz destaca que, en cuestiones de alta política, como la guerra y la paz, será difícil regresar a un entorno donde existan consensos.
La justicia internacional también enfrenta desafíos significativos. A medida que países como Estados Unidos y Hungría ignoran las decisiones del TPI, la credibilidad del sistema se ve comprometida. Esto es especialmente preocupante en un momento en que se necesita una justicia efectiva para abordar las violaciones de derechos humanos.
La Crisis Económica y sus Consecuencias
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha estado paralizada durante años debido a la oposición de Estados Unidos a la supervisión del capitalismo chino. Aunque las organizaciones de Bretton Woods no están completamente bloqueadas, enfrentan presiones para reformarse mientras surgen instituciones alternativas.
La gestión de los desafíos sociales globales también se ve afectada por esta competencia geopolítica. En la lucha contra el cambio climático, las preocupaciones sobre la competitividad de cada país complican la cooperación. La actitud de China durante la pandemia de COVID-19 dificultó aún más la labor de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, algunos expertos creen que aún existen áreas donde el multilateralismo puede prosperar.
La Reaparición de Donald Trump
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría ser un golpe devastador para la gobernanza global. Su desprecio por el multilateralismo y su preferencia por el bilateralismo amenazan con desmantelar los acuerdos existentes. Esto podría resultar en una reducción drástica de las contribuciones de Estados Unidos a la ONU y un enfoque confrontacional hacia China.
Muñiz advierte que la administración de Trump cuestiona la validez del multilateralismo y busca actuar en función de sus propios intereses, colocando al entorno multilateral en una encrucijada crítica donde la cooperación se convierte en un desafío creciente.
La Búsqueda de Nuevas Soluciones
Ante la retirada de Estados Unidos, otros actores globales deben asumir la responsabilidad de avanzar en la gobernanza internacional. Las miradas se centran en China y la Unión Europea. China intenta posicionarse como una fuerza estabilizadora, mientras que la UE se presenta como defensora del multilateralismo. Sin embargo, las intenciones de China y las capacidades de la UE generan dudas sobre su capacidad para impactar significativamente.
El Sur Global también puede desempeñar un papel en la reconfiguración de la gobernanza global. Aunque celebra el fin de la hegemonía estadounidense, debe demostrar su capacidad para proporcionar bienes públicos globales y asumir responsabilidades en la arquitectura multilateral.
