El capital riesgo se abre al gran público, pero con importantes advertencias sobre sus riesgos

La Democratización del Capital Riesgo: Oportunidades y Desafíos

El capital riesgo, un término que solía estar reservado para grandes inversores, ahora se presenta de manera más accesible para el público en general. Sin embargo, a pesar de esta democratización, no todos los ahorradores están preparados para asumir los riesgos que conlleva. En este nuevo panorama, surge la pregunta: ¿son los pequeños inversores capaces de navegar en el mundo del capital riesgo?

La Nueva Era del Capital Riesgo en España

En España, el capital riesgo ha comenzado a establecerse de forma significativa en diversos sectores, desde la salud hasta la tecnología y los servicios financieros. Este fenómeno ha sido impulsado por cambios regulatorios que han permitido que más personas inviertan en este tipo de activos. Con un mínimo de 10,000 euros para comenzar, las oportunidades están al alcance de muchos, pero la educación financiera sigue siendo crucial.

Juan Carrasco, un joven estudiante que cursa un máster en mercados financieros en París, ha decidido invertir parte de sus ahorros en un fondo de capital riesgo con un periodo de ilíquidez de diez años. Para él, esta decisión no es solo una apuesta por el futuro, sino también una respuesta a la falta de rentabilidad en otras opciones de inversión, como los bonos. Carrasco considera que el capital riesgo puede ofrecer una rentabilidad media anual neta superior al 15% a largo plazo.

Perspectivas de los Expertos

Los expertos del sector parecen apoyar la decisión de Carrasco, aunque con ciertas advertencias. Martin Hahn, director de Capital Dynamics, señala que las perspectivas para el capital riesgo son positivas, especialmente en un entorno donde las valoraciones del mercado se estabilizan. Según Hahn, las inversiones en estrategias de buyout pueden ofrecer rendimientos más constantes y con menor riesgo, lo que podría ser atractivo para quienes buscan estabilidad.

Por otro lado, Rodrigo Cebrián, director de inversiones de Edmond de Rothschild Banca Privada, advierte sobre la sofisticación del capital riesgo. Aunque la reciente reducción en las tasas de interés podría inflar las valoraciones de estos activos, también es importante que los inversores comprendan que el capital riesgo es un vehículo de inversión ilíquido y complejo. Cebrián enfatiza que una adecuada selección y análisis de las fuentes de financiamiento son esenciales para mitigar riesgos.

La Erosión de los Mercados Cotizados

El auge del capital riesgo también se puede atribuir a la jibarización de los mercados cotizados, donde las opciones de inversión se están reduciendo. En Estados Unidos, la cantidad de empresas que se incorporan a bolsa ha disminuido notablemente desde los años 90. Este cambio ha llevado a una mayor concentración de capital en empresas privadas, creando un entorno donde el capital riesgo puede prosperar.

Leonardo Fernández, director general de Schroders para España y Portugal, destaca que la brecha entre las empresas cotizadas y las privadas ha crecido, lo que sugiere que el futuro del capital riesgo es prometedor. Sin embargo, también recuerda que estas inversiones son ilíquidas y conllevan riesgos, aunque los datos indican que han ofrecido altas rentabilidades en comparación con los activos bursátiles en ciertos periodos.

Cambios Normativos y Acceso al Capital Riesgo

La aprobación de la Ley Crea y Crece en España ha ampliado las posibilidades de inversión en capital riesgo. Esta legislación permite a los pequeños inversores acceder a este tipo de activos con una inversión mínima de 10,000 euros, siempre y cuando reciban asesoramiento de una entidad autorizada. Sin embargo, se establece un límite del 10% de la cartera para aquellos con menos de medio millón de euros en patrimonio financiero.

A nivel europeo, los ELTIF (Fondos de Inversión a Largo Plazo Europeo) ofrecen otra alternativa para los inversores. Estos fondos permiten canalizar capital hacia empresas pequeñas y medianas, proporcionando a los inversores minoristas acceso a clases de activos que tradicionalmente estaban reservadas para instituciones.

La Importancia de la Educación Financiera

A medida que el capital riesgo se vuelve más accesible, la educación financiera se convierte en un componente esencial para los inversores. Ramiro Iglesias, cofundador de Crescenta, destaca que los inversores deben ser conscientes de que a lo largo del tiempo se les solicitarán aportaciones adicionales. Además, deben estar preparados para enfrentar comisiones de suscripción, gestión y éxito, que pueden afectar significativamente la rentabilidad de sus inversiones.

El capital riesgo puede ser una opción atractiva, pero es vital que los inversores realicen una investigación exhaustiva y comprendan los riesgos involucrados. La falta de experiencia y conocimiento puede llevar a decisiones financieras perjudiciales, especialmente en un entorno de inversión tan complejo.