El Benfica de Bruno Lage aplasta al Atlético de Madrid con un contundente 4-0 en Lisboa

Benfica Brilla en la Champions con una Victoria Arrolladora

Un Partido Espectacular en Lisboa

En una noche memorable, el equipo de Benfica, dirigido por el técnico Bruno Lage, ofreció una clase magistral de fútbol al vencer al Atlético de Madrid por un contundente 4 a 0 en el Estadio da Luz, durante la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones. La afición se desbordó de alegría, celebrando cada gol con entusiasmo y pasión.

Dominio desde el Comienzo

Desde el primer minuto, Benfica mostró su intención de dominar el partido. Enfrentándose a un Atlético de Madrid que se presentó con una defensa cerrada, el equipo local no tardó en crear oportunidades de gol. En los primeros 20 minutos, Benfica se mostró como el claro dominador, generando al menos tres jugadas peligrosas antes de que se cumpliera la primera decena de minutos.

El primer gol llegó a los 13 minutos gracias a Kerem Akturkoglu, quien, tras aprovechar un error en la salida del balón del Atlético, se posicionó en la entrada del área y, con un disparo certero, superó al portero Jan Oblak. Este gol marcó el inicio de una noche que se tornaría gloriosa para los portugueses.

La Respuesta del Atlético

Después de ir en desventaja, el Atlético de Madrid intentó reaccionar, principalmente a través de la movilidad de Samuel Lino. Sin embargo, los esfuerzos de los españoles resultaron infructuosos, y solo lograron realizar un disparo que se fue desviado en los primeros 30 minutos. A pesar de que Lino se esforzó por ser el motor del ataque, el equipo no pudo concretar sus oportunidades.

El Benfica, en cambio, mantuvo una postura táctica sólida, con Ángel Di María liderando las acciones ofensivas. Justo antes del final de la primera parte, Di María asistió a Pavlidis, quien estuvo cerca de aumentar la ventaja, pero su tiro se fue apenas desviado.

Cambios en el Atlético

Al comenzar la segunda mitad, el entrenador Diego Simeone optó por realizar tres cambios, buscando revitalizar el juego de su equipo. Sin embargo, la estrategia no dio los frutos esperados. Uno de los nuevos jugadores, Gallagher, se convirtió en el villano al pisar el pie de Pavlidis dentro del área. Aunque el árbitro no sancionó la falta inicialmente, el VAR intervino y se señaló un penalti.

Di María Amplía la Ventaja

El penalti fue ejecutado por Di María, quien no falló y amplió la ventaja a 2 a 0 a los cinco minutos del segundo tiempo. A partir de este momento, el Atlético comenzó a tener más posesión del balón, pero sus intentos de ataque se convirtieron en una serie de toques sin dirección, sin lograr concretar un solo tiro a puerta efectivo.

Por otro lado, Benfica se mostró más efectivo y continuó creando oportunidades. A los 25 minutos de la segunda mitad, el equipo local había realizado 10 disparos en comparación con solo tres del Atlético, evidenciando su superioridad en el juego.

Goleada Confirmada

A los 30 minutos del segundo tiempo, el recién ingresado Bah anotó de cabeza tras un tiro de esquina, estableciendo un 3 a 0 que dejaba sin respuesta al Atlético. La defensa española no pudo hacer frente a la ofensiva portuguesa, que continuaba presionando.

Finalmente, a los 37 minutos, Amdouni fue derribado dentro del área tras un gran regate a Giménez. El penalti fue cobrado por Kokçu, quien selló la goleada con un 4 a 0 que desató la euforia entre los aficionados del Benfica.

Celebración y Futuro Brillante

La victoria fue un verdadero festival de fútbol para los hinchas de Benfica, que no pararon de corear el nombre de su entrenador, Bruno Lage. Con este triunfo, el equipo se posiciona con seis puntos en la tabla, manteniéndose firme en la lucha por los primeros lugares del grupo. Por el contrario, el Atlético de Madrid, con solo tres puntos, se encuentra en la parte media de la clasificación.

Análisis del Partido

El desempeño de Benfica fue excepcional, destacando la actuación de Di María, quien no solo anotó un penalti, sino que también fue fundamental en la creación de jugadas. La defensa del equipo se mostró sólida y bien organizada, lo que dificultó las acciones del Atlético de Madrid.

El equipo local demostró un gran entendimiento táctico, aprovechando los errores del rival y manteniendo la presión alta. El juego colectivo fue clave para el éxito de Benfica, que logró mantener el control del partido en todo momento.