El año 2024 desafía el futuro de las democracias
El intenso calendario electoral y las tensiones geopolíticas desafían la democracia en 70 países.
El desafío para la democracia en 2024
El próximo año se presenta como un desafío extraordinario para la democracia en todo el mundo. Varios factores convergen para hacer de 2024 un año excepcional. En primer lugar, la gran cantidad de elecciones programadas, con casi la mitad de la población mundial convocada a las urnas, incluyendo a países importantes con situaciones internas turbulentas. Además, el contexto geopolítico está marcado por una tensión desconocida en décadas entre democracias y regímenes autoritarios, la irrupción de la inteligencia artificial generativa, nuevas sombras sobre la libertad de expresión, una economía en desaceleración y una gran cantidad de deuda acumulada.
La democracia enfrenta desafíos
La democracia llega a esta prueba trascendental debilitada por años de erosión a escala global. Según el secretario general de la ONU, António Guterres, “la democracia está amenazada. El autoritarismo avanza. Las desigualdades aumentan. Y aumenta la incitación al odio.” Los estudios internacionales coinciden en detectar una senda de deterioro desde hace años, con más países registrando una involución que una mejora. Por ejemplo, el Instituto V-dem pondera que en 2022 el balance de la democracia en el mundo había retrocedido a niveles de 1986, antes de la caída del telón de acero. Freedom House también registra una racha de declive democrático mundial que dura desde hace 17 años. En algunos países ha habido golpes de Estado y retrocesos a situaciones de autocracia pura, mientras que en muchos otros, la naturaleza democrática persiste, pero debilitada en sus rasgos definitorios.
Elecciones en todo el mundo
El año 2024 estará marcado por una explosión de actividad electoral en todo el mundo. Se espera que alrededor de 70 países celebren elecciones presidenciales o legislativas, incluyendo a Estados Unidos, India, la Unión Europea e Indonesia. La competición por el poder será sin duda descarnada, probablemente turbia en varios casos. Las campañas electorales son momentos críticos para las democracias.
Desafíos en las principales potencias
Estados Unidos acude a las urnas desgarrado por un nivel de polarización elevadísimo. Una victoria de Trump, el político que alentó el asalto al Capitolio, es plausible. Como lo es un resultado ajustado que inflame la tensión. India votará bajo la espesa sombra de un deterioro democrático denunciado por institutos internacionales y opositores. Modi y su proyecto nacionalista hindú tienen amplios visos de lograr un tercer mandato consecutivo. Las elecciones europeas también serán una prueba importante para la democracia, tanto para los ciudadanos de la UE como para el resto del mundo.
Tensiones internacionales
Las fuertes tensiones en el ámbito de las relaciones internacionales pesarán sobre el extraordinario ciclo electoral de 2024. Desde hace años han aflorado múltiples intentos, especialmente de Rusia, de condicionar la opinión pública en otros países, bien sea fomentando la discordia y la polarización en el seno de sociedades occidentales o alentando el rechazo a los países occidentales en sociedades del llamado Sur Global. Rusia ha lanzado una guerra total contra Ucrania, que tiene el respaldo de Occidente. China se ve envuelta en un crudo pulso con EE UU, lleno de recriminaciones e incomprensiones, que implica también tratar de afianzar a su favor las relaciones con países terceros. Moscú y Pekín, además, han dejado claro su intención de modificar el orden internacional y su convicción de que democracia y derechos humanos no son valores absolutos sino conceptos relativos, susceptibles de distintas interpretaciones.
Desafíos tecnológicos
Cualquiera que desee interferir en procesos electorales dispone hoy de una poderosa herramienta que en el pasado no existía, la inteligencia artificial generativa. Los avances tecnológicos multiplican las posibilidades de difusión de mensajes que buscan desinformar, confundir, polarizar o incluso alentar al odio. Las contiendas electorales se desarrollarán en un ambiente marcado por nuevos desafíos a la libertad de expresión.
Contexto económico global
El contexto económico global no tiene una perspectiva idílica. La deuda está al alza desde la pandemia, el alza de tipos la ha hecho menos sostenible, la inflación ha corroído un poder adquisitivo que en gran parte de los casos no se ha recuperado ni se recuperará. Esto produce a la vez malestar social y limitados márgenes de maniobra gubernamentales en muchos países.
La esperanza de la movilización cívica
La movilización cívica para defender derechos, que continúa siendo vigorosa en todo el mundo, es hoy la única fuente de esperanza de renovación del proyecto democrático. Es necesario proteger ese espacio de acción cívica. No obstante, no será suficiente si no se reforman los sistemas democráticos para que sean más capaces de procesar demandas sociales con efectividad. Si la democracia no ofrece soluciones tangibles a las demandas sociales, la gente buscará esas soluciones en otros modelos políticos.
En años recientes, pese a una dinámica negativa, la democracia ha dado importantes muestras de resiliencia. No es imposible superar los retos, pero conviene no minusvalorar los riesgos.
Soy Lucía Ramírez, reportera enfocada en Economía Global, Medio Ambiente y Bienestar. He viajado por el mundo analizando cómo las tendencias económicas afectan a diferentes culturas y ecosistemas. Mi trabajo en Versi busca dar voz a las historias menos contadas, aquellas donde la economía y el medio ambiente se encuentran con el bienestar humano, ofreciendo una visión global que conecta estos aspectos vitales de nuestra vida cotidiana.