El alquiler de temporada alcanza el 14% en Barcelona y uno de cada diez pisos en Madrid según un estudio
El Crecimiento del Alquiler de Temporada en Barcelona y Madrid
La Evolución del Alquiler de Temporada
En los últimos años, el alquiler de temporada ha crecido notablemente en Barcelona y Madrid. Un estudio de EsadeEcPol revela que en Barcelona, la oferta de alquileres de temporada ha aumentado del 2,1% al 14,4% entre 2019 y 2023. En Madrid, esta modalidad representa uno de cada diez pisos disponibles en el mercado de alquiler. Este fenómeno ocurre en un contexto de escasez de vivienda habitual y un aumento significativo en los precios de los alquileres.
Factores que Impulsan el Cambio
La transformación en el mercado de alquileres se ha visto influenciada por varias regulaciones en Barcelona. En particular, el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) de 2017 establece un crecimiento cero en la oferta de viviendas de uso turístico, y la regulación de precios de alquiler en Cataluña, implementada entre finales de 2020 y primavera de 2022. Estas políticas, en lugar de estabilizar el mercado, parecen haber llevado a un aumento en los alquileres de temporada.
En contraste, Madrid no ha adoptado regulaciones similares, resultando en un crecimiento más moderado de los alquileres de temporada, donde la proporción ha pasado del 3,3% al 9,6% en el mismo periodo. Este contraste sugiere que las medidas en Barcelona podrían estar teniendo un efecto contrario al esperado.
La Relación entre Regulaciones y Alquileres
Aunque el estudio no establece una relación de causa y efecto clara debido a la falta de datos unificados, se observa una correlación entre las regulaciones en Barcelona y el aumento de los alquileres de temporada. Los propietarios, limitados por normativas, podrían optar por arrendar sus propiedades de forma temporal, evitando las restricciones de los contratos de larga duración.
Los contratos de temporada no están sujetos a la Ley de Vivienda, lo que permite a los propietarios evadir regulaciones como el tope de precios y costos asociados a la gestión inmobiliaria. Esta flexibilidad ha llevado a muchos a preferir esta modalidad de alquiler.
La Respuesta de la Generalitat
Ante el crecimiento de los alquileres de temporada y la laxitud en su regulación, la Generalitat aprobó un decreto en abril de este año para redefinir el marco normativo. Este decreto busca frenar el uso abusivo de los contratos de temporada, que a menudo se justifican de manera poco rigurosa, permitiendo a los propietarios eludir las obligaciones de los contratos permanentes.
Comparativa entre Barcelona y Madrid
El mercado de alquiler de temporada en Madrid ha crecido de manera más moderada, con aproximadamente 15,000 anuncios de alquileres vacacionales, en comparación con los 10,000 de Barcelona en el último año analizado. Esta diferencia se debe en parte a la falta de regulaciones estrictas en Madrid, lo que ha permitido que los pisos turísticos sean una opción atractiva para los propietarios.
Los datos indican que en Madrid, alrededor del 23% de las ofertas activas en plataformas como Airbnb y Homeaway son alquileres de temporada, mientras que en Barcelona esta cifra se eleva a casi el 36%. Estas plataformas representan el 85% de la oferta total en ambas ciudades, proporcionando una visión clara del mercado.
Impacto de las Regulaciones en los Precios
El informe de EsadeEcPol señala que, a pesar de la caída del 5% en los precios de alquiler en áreas tensionadas de Cataluña en el segundo trimestre de 2024, el número de contratos de alquiler también se redujo en más del 15%. Esto sugiere que, aunque la ley beneficia a quienes ya tienen un contrato en una zona regulada, perjudica a aquellos que buscan alquilar una vivienda.
Según Josep María Raya, economista y autor del estudio, esta dinámica podría repetirse en otras regiones, como el País Vasco y Navarra, que han declarado recientemente zonas de mercado tensionadas.
La Tendencia del Alquiler a Largo Plazo
En los últimos cinco años, el número de anuncios de alquiler a largo plazo ha disminuido en ambas ciudades. En Barcelona, la proporción de alquileres a largo plazo ha pasado de casi el 90% en 2018 a alrededor del 80% en 2023. En Madrid, la reducción ha sido más moderada, bajando del 85% al 80% en el mismo periodo.
Esta tendencia refleja un desplazamiento gradual hacia otras modalidades de alquiler, impulsado por un aumento en las regulaciones y un creciente interés de los propietarios por opciones más flexibles y rentables.