Censura en las redes sociales: ¿por qué se prohíbe la imagen de sandías?

La sandía, una fruta politizada desde hace décadas

El año llega a su fin con la sandía en el centro de la atención, más politizada que nunca. Esta fruta ha aparecido en manifestaciones de apoyo a los palestinos y ha sido tema de miles de comentarios en redes sociales debido a su similitud de colores con la bandera palestina. La combinación de rojo, negro, blanco y verde en la sandía ha llevado a que algunas personas la utilicen como un símbolo de apoyo, mientras que otros la muestran de manera sutil para evitar la censura y el señalamiento.

Un símbolo con historia

La sandía ha cumplido un papel simbólico durante casi 60 años, especialmente en relación con el conflicto entre Israel y Palestina. Después de la guerra árabe-israelí de 1967, Israel tomó el control de Gaza y Cisjordania y prohibió a los palestinos portar símbolos nacionales, incluyendo su bandera, en lugares públicos. Argumentaban que estos símbolos incitaban al terrorismo y los equiparaban a las insignias de grupos armados islamistas como Hamás o Hezbolá.

Tras los acuerdos de Oslo de 1993, Israel levantó la prohibición y reconoció la bandera como la de la Autoridad Palestina, creada para administrar la Franja de Gaza y partes de la Cisjordania ocupada. Sin embargo, la bandera palestina ha seguido siendo motivo de tensión y un pretexto para la represión contra los palestinos. Hace casi un año, el ministro de seguridad israelí ordenó a la policía confiscar las banderas palestinas en lugares públicos, lo que generó controversia y protestas.

La sandía como forma de protesta

Recientemente, la sandía ha vuelto a ser protagonista en el conflicto, cuando el grupo activista árabe israelí por la paz, Zazim, colocó pegatinas gigantes en taxis de Tel Aviv mostrando una rodaja de sandía con un mensaje al estilo de Magritte que decía: “Esto no es una sandía”. Esta acción fue en protesta por arrestos y confiscaciones de la bandera palestina. Los activistas expresaron su disposición a sortear cualquier restricción absurda y a luchar por la libertad de expresión.

El contexto actual del conflicto

En el contexto actual, el conflicto entre Israel y Palestina ha cobrado relevancia nuevamente, con un aumento en la violencia y las tensiones. Antes del 7 de octubre, 200 palestinos habían sido asesinados en Cisjordania, la cifra más alta en un período de diez meses desde que la ONU comenzó a llevar registros en 2005. Por otro lado, Hamás asesinó y secuestró a más de 1.400 israelíes, lo que desencadenó un ataque del ejército israelí contra Gaza, resultando en la muerte de más de 21.000 palestinos.

Esta escalada de violencia ha vuelto a llamar la atención del mundo hacia el conflicto enquistado entre Israel y Palestina. Las redes sociales han sido un espacio para la expresión, aunque con ciertas limitaciones. Plataformas como Facebook e Instagram han eliminado o discriminado miles de contenidos pro palestinos, lo que ha generado críticas y denuncias por parte de organizaciones de derechos humanos.

Censura en las redes sociales

La ONG Human Rights Watch denunció que Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, ha censurado mensajes, vídeos y comentarios pacíficos provenientes de 60 países, principalmente en inglés. Se ha señalado que el contenido en árabe es más susceptible a ser eliminado por error. A pesar de estas restricciones, en plataformas como TikTok circula más contenido con la etiqueta ‘Palestina’ que con la de ‘Israel’, según la plataforma.

Restricciones a las manifestaciones de apoyo

Además de la censura en línea, varios gobiernos han llegado a restringir manifestaciones de apoyo a Palestina en los últimos meses. En el Reino Unido, el gobierno sugirió que portar una bandera palestina debería considerarse un delito, lo que ha generado debates sobre la libertad de expresión y el equilibrio entre no ofender a Israel y permitir la expresión de solidaridad con Palestina.

La situación actual refleja un conflicto complejo y en constante evolución, con repercusiones a nivel internacional y debates sobre la libertad de expresión, la censura en línea y el equilibrio de poder en la región.

Conclusión

La sandía, una fruta aparentemente inocente, se ha convertido en un símbolo de resistencia y protesta en el contexto del conflicto entre Israel y Palestina. Su presencia en manifestaciones, redes sociales y acciones de activismo refleja la importancia de la libertad de expresión y la lucha por los derechos humanos en un conflicto marcado por la represión y la censura. A medida que el mundo continúa observando y debatiendo sobre el conflicto, la sandía seguirá siendo un recordatorio de la resistencia y la búsqueda de justicia en medio de la adversidad.