Australia propone prohibir las redes sociales para menores de 16 años, una decisión aclamada por expertos
Propuesta de Prohibición de Redes Sociales para Niños en Australia
Australia ha tomado una decisión audaz al proponer una prohibición de acceso a las redes sociales para menores de 16 años. Esta medida ha sido aclamada por expertos como un paso histórico en la protección infantil en línea, en un momento en que padres de todo el mundo exigen mayor regulación de las empresas tecnológicas. El Primer Ministro australiano, Anthony Albanese, anunció que la nueva legislación se presentará en el parlamento este año y, de ser aprobada, entrará en vigor un año después.
La Propuesta y su Impacto
La legislación incluirá sistemas de verificación de edad que impedirán que los niños accedan a plataformas de redes sociales populares como Instagram, Facebook de Meta, TikTok de Bytedance y X de Elon Musk. Esta medida busca proteger a los jóvenes de los efectos adversos de las redes sociales, que han sido objeto de críticas en los últimos años.
Dany Elachi, cofundador de la Heads Up Alliance, una organización australiana que conecta a padres que retrasan el uso de teléfonos inteligentes y redes sociales en sus hijos, expresó su satisfacción por el reconocimiento de sus esfuerzos. Elachi enfatizó que los padres comprenden el daño que las redes sociales pueden causar a sus hijos. La lucha por proteger la infancia ha sido larga, pero ahora parece que están al borde de recuperar lo que se ha perdido durante años.
La Perspectiva de los Expertos
Zach Rausch, investigador de la Escuela de Negocios Stern de NYU y autor de un libro que ha alcanzado el primer lugar en la lista de más vendidos, considera que esta legislación es un avance significativo. Rausch señala que las restricciones de edad son lógicas, dado que existen limitaciones similares para conducir vehículos o consumir alcohol y tabaco. La propuesta australiana pone la responsabilidad de prevenir el acceso de los niños a las redes sociales en manos de las plataformas, lo que significa que los menores y sus padres no enfrentarán penalizaciones si se infringe la ley.
Daisy Greenwell, cofundadora de la organización británica Smartphone Free Childhood, añadió que es complicado para los padres gestionar el uso de redes sociales por parte de sus hijos sin apoyo. La carga de proteger a los niños recae sobre los padres, muchos de los cuales están demasiado ocupados con sus responsabilidades diarias para lidiar con el mundo de los controles parentales.
Desafíos para los Padres
La falta de leyes y regulaciones efectivas hace que muchos padres sientan que están en una lucha constante. Los niños enfrentan presión de sus compañeros en la escuela, lo que complica aún más la situación. La responsabilidad principal debería recaer en quienes desarrollan y venden productos adictivos, no en los padres que intentan navegar en un mundo donde estos dispositivos son omnipresentes.
Críticas a la Prohibición
A pesar de la propuesta, hay quienes no están convencidos de que una prohibición total de las redes sociales sea la mejor solución. La Digital Industry Group, una organización sin fines de lucro australiana que defiende el avance de la industria digital, advirtió que un veto podría poner en riesgo las habilidades de alfabetización digital de los jóvenes. Argumentan que la prohibición de acceso a plataformas digitales es una solución del siglo XX para problemas del siglo XXI. En lugar de bloquear el acceso, se debería adoptar un enfoque más equilibrado que fomente espacios apropiados para la edad, desarrolle habilidades digitales y proteja a los jóvenes de los peligros en línea.
El Debate sobre la Alfabetización Digital
Rausch, de NYU, argumentó que los niños aún pueden acceder a internet y comunicarse a través de plataformas como Zoom, FaceTime, mensajes de texto y llamadas, lo que les permitirá aprender habilidades clave de alfabetización digital sin estar expuestos a redes sociales impulsadas por algoritmos adictivos. Greenwell coincidió, señalando que los jóvenes aprenderán rápidamente a usar redes sociales, que están diseñadas para ser intuitivas.
Ella comparó la situación con otras actividades que requieren madurez, como el consumo de alcohol o las relaciones sexuales, donde no se espera que los jóvenes practiquen antes de alcanzar la edad legal. Las redes sociales no han sido diseñadas teniendo en cuenta el desarrollo cerebral de los niños, y no hay necesidad de que se expongan a ellas antes de los 16 años.