Liberan a preso político nicaragüense tras un año

La Liberación de un Preso Político: Un Nuevo Amanecer

La Libertad Regresada

Mario Iglesias Pereira, un hombre de 34 años, experimentó una mezcla de alegría y nostalgia al salir de la prisión en Managua. Su detención, que ocurrió en julio de 2023, fue el resultado de su apoyo público a la Iglesia Católica, una institución que ha enfrentado una fuerte persecución bajo el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua. Mario fue uno de los 135 prisioneros políticos liberados gracias a la mediación del Gobierno de Estados Unidos.

Un Momento de Esperanza

La noche anterior a su liberación, Mario notó un cambio en la rutina de sus carceleros. Este cambio le dio una esperanza renovada. Cuando vio a un funcionario de la Embajada de Estados Unidos en la prisión, supo que su tiempo de encarcelamiento estaba llegando a su fin. “Volver a sentir la libertad es algo indescriptible”, compartió, con una mirada que reflejaba tanto alivio como tristeza.

La Detención Injusta

Mario fue arrestado en su hogar, rodeado por seis patrullas de la policía, después de que una vecina lo denunciara por expresar su apoyo a la iglesia. Su catolicismo se convirtió en su “crimen”. Al entregarse, enfrentó un juicio que desde el principio se mostró como una farsa. La acusación de “traición a la patria” y otros cargos absurdos lo llevaron a una condena que, según él, podría haber sido el destino de cualquier nicaragüense que decidiera alzar su voz.

El Viaje a la Libertad

La liberación de Mario y otros prisioneros fue el resultado de un acuerdo entre Estados Unidos y el régimen de Ortega, cuyos detalles aún no han sido completamente revelados. La mañana de su liberación, el Gobierno de Joe Biden anunció la excarcelación de los prisioneros políticos, enfatizando que nadie debería ser encarcelado por ejercer sus derechos fundamentales.

La Primera Noche Fuera de la Prisión

Después de más de un año de encarcelamiento, Mario pasó su primera noche en libertad en un hotel en Ciudad de Guatemala. “Es la primera vez que duermo en una cama sin temor”, reflexionó, mientras disfrutaba de un jugo de frutas. La experiencia de dormir sin el miedo constante de caerse de un catre o ser picado por mosquitos era un lujo que había anhelado durante su tiempo en prisión.

La Reacción de la Comunidad Internacional

El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, destacó la importancia de esta liberación, haciendo un llamado al régimen de Ortega para que permitiera un “retorno pacífico a la democracia” y la liberación de todos los prisioneros políticos en Nicaragua. Este llamado resuena en un país donde la represión y el miedo se han convertido en parte de la vida cotidiana.

Un Nuevo Comienzo

Mario y otros 35 nicaragüenses se encuentran actualmente en un hotel en Guatemala, donde han recibido asistencia del Gobierno guatemalteco. Este país les ha brindado un refugio temporal, mientras que Estados Unidos ha gestionado sus pasaportes y ofrecido visas humanitarias para quienes deseen viajar allí.

Reflexiones sobre la Libertad

A medida que Mario se adapta a su nueva realidad, sus pensamientos se centran en su familia, especialmente en su hijo de seis años. “Todo ciudadano nicaragüense está en riesgo por decir lo que piensa”, advirtió, reflejando la inseguridad que persiste en su país. A pesar de la alegría de estar libre, el deseo de regresar a su patria sigue siendo un tema recurrente en sus pensamientos.

La Promesa de un Futuro Mejor

Mario también expresó su gratitud hacia el Gobierno guatemalteco por acoger a los liberados. La solidaridad internacional ha sido crucial en este proceso, y él espera que algún día pueda regresar a Nicaragua y contribuir a un futuro donde todos puedan expresar sus opiniones sin temor a represalias.

Un Llamado a la Acción

La historia de Mario Iglesias Pereira es un recordatorio de la lucha por la libertad y la justicia en Nicaragua. A medida que el mundo observa, la presión sobre el régimen de Ortega continúa, y la esperanza de un cambio real en el país se mantiene viva. Mario y otros prisioneros políticos liberados son un símbolo de la resistencia y la determinación de un pueblo que anhela la paz y la democracia.