Túnez criminaliza la ayuda a refugiados migrantes
La Criminalización de la Ayuda a Migrantes en Túnez
Un Contexto de Represión
Desde la llegada al poder de Kais Said en 2019, Túnez ha experimentado un giro drástico en su política hacia los migrantes y refugiados. En un esfuerzo por consolidar su control, el presidente ha lanzado una campaña represiva que busca desmantelar las organizaciones no gubernamentales (ONG) y silenciar a aquellos que se atreven a ayudar a los migrantes, en su mayoría provenientes de África subsahariana.
El Discurso de la Desconfianza
Said ha utilizado un lenguaje incendiario, refiriéndose a las ONG como “traidores” y “mercenarios”. Este tipo de retórica ha creado un ambiente hostil donde la ayuda humanitaria es vista como un acto de traición. Durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en mayo, Said afirmó que estas organizaciones recibían grandes sumas de dinero para “implantar africanos en Túnez”. Este discurso se alinea con su declaración anterior sobre un supuesto “plan criminal” para alterar la composición demográfica del país.
La Represión en Acción
A raíz de estos comentarios, las autoridades comenzaron a realizar detenciones masivas. Activistas y líderes de ONG, como Sherifa Riahi de Terre dAsile y Saadia Mosbah de Mnemty, han sido arrestados. Muchos otros han sido interrogados o acusados de asociación delictuosa por brindar asistencia a migrantes. Las penas por estos cargos, que caen bajo la ley antiterrorista, son severas, oscilando entre 10 y 20 años de prisión.
El Aislamiento de los Migrantes
La represión ha tenido un efecto devastador en la comunidad migrante en Túnez. Muchos se encuentran ahora aislados, sin acceso a ayuda humanitaria. Según Romdhane Ben Amour, un investigador del Foro Tunecino para los Derechos Económicos y Sociales, aquellos que anteriormente ofrecían apoyo se sienten aterrorizados y han dejado de hacerlo. La falta de un sistema público para el reconocimiento de refugiados ha dejado a la población migrante a merced de las decisiones del gobierno.
La Respuesta Internacional
Pese a que organizaciones internacionales como ACNUR han intentado ayudar, su capacidad se ha visto limitada. ACNUR solía colaborar con el Consejo Tunecino para los Refugiados, que ahora es víctima de la represión. La única opción que se ofrece a los migrantes, con el respaldo del régimen, es el “retorno voluntario” a través de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
Activismo en la Sombra
A pesar de la represión, un grupo informal de activistas ha surgido para ayudar a migrantes y refugiados de manera clandestina. Sin embargo, sus actividades han disminuido considerablemente por miedo a represalias. Un miembro del grupo afirma que continúan con su labor, pero en un nivel mucho más bajo. La población en general se muestra reacia a ofrecer ayuda, incluso en situaciones tan simples como alquilar un apartamento a migrantes, debido al temor a ser arrestados.
Un Aumento en el Número de Migrantes
Actualmente, se estima que hay aproximadamente 23,000 personas en situación irregular en Túnez. Este número ha crecido a medida que la represión se intensifica y las oportunidades de asilo se reducen. La situación ha llevado a muchos a buscar alternativas más seguras, aunque estas son cada vez más escasas.
El Ascenso de Kais Said
Kais Said llegó al poder con un mensaje de cambio, pero su mandato ha estado marcado por un autogolpe en 2021 que le permitió acumular poderes extraordinarios. Los analistas describen a Said como un populista que se alimenta del miedo y la desconfianza hacia grupos considerados como lobbies oscuros o élites corruptas.
La Resistencia de la Sociedad Civil
El ataque a las ONG no solo es un ataque a los migrantes, sino también un ataque a la sociedad civil en general. Said ha manifestado su intención de modificar el Decreto 88, que regula el funcionamiento de las organizaciones en Túnez, lo que podría llevar a una mayor represión. La respuesta de la Unión Europea ha sido tibia, lo que ha dejado a muchos preguntándose sobre el compromiso real de Europa con los derechos humanos en la región.
Soy Lucía Ramírez, reportera enfocada en Economía Global, Medio Ambiente y Bienestar. He viajado por el mundo analizando cómo las tendencias económicas afectan a diferentes culturas y ecosistemas. Mi trabajo en Versi busca dar voz a las historias menos contadas, aquellas donde la economía y el medio ambiente se encuentran con el bienestar humano, ofreciendo una visión global que conecta estos aspectos vitales de nuestra vida cotidiana.
