La disputa por el control del banco central en Libia
La Lucha por el Control del Banco Central de Libia
Contexto Actual
La situación en Libia se ha vuelto tensa debido a la reciente disputa por el control del Banco Central. Este conflicto ha surgido entre el Ejército Nacional Libio y el Gobierno de Trípoli, reconocido internacionalmente. La controversia se intensificó tras el cese de Sadiq Kabir, quien ha sido el gobernador del banco central, por parte del Consejo Presidencial. Este decreto ha generado un ambiente de incertidumbre y ha aumentado las tensiones en el país.
El Cese de Sadiq Kabir
El Consejo Presidencial, que actúa como la cabeza del Estado, tomó la decisión de destituir a Kabir. Este cambio fue visto como ilegal por Kabir, quien cuenta con el respaldo del Parlamento, controlado por las fuerzas leales a Jalifa Hafter, un líder militar clave en el este de Libia. Kabir se ha negado a dejar su puesto, lo que ha llevado a una escalada de la situación. La milicia Rada ha rodeado la sede del banco en un intento de presionar a Kabir para que renuncie, mientras que otro alto funcionario del banco fue secuestrado días antes por un grupo armado.
La Advertencia de la ONU
Stephanie Koury, la representante especial de la ONU para Libia, hizo un llamado de atención sobre las recientes tensiones en una reunión del Consejo de Seguridad. Advirtió que las acciones unilaterales de los actores militares y de seguridad han complicado los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica. La situación ha llevado a un aumento de las divisiones institucionales, lo que dificulta aún más la posibilidad de un diálogo constructivo.
Orígenes del Conflicto
El conflicto principal gira en torno a la lucha de poder entre Kabir y el primer ministro Abdulhamid Dbeiba. Aunque anteriormente fueron aliados, Dbeiba ha estado intentando destituir a Kabir durante varios meses. Según Mohamed Eljarh, un analista de la consultora Libya Desk, la raíz de la disputa se debe a la necesidad de controlar el gasto del país, que se ha vuelto insostenible debido al contrabando de petróleo y otros factores económicos.
La Realidad de Libia
Desde la caída del régimen de Muamar el Gadafi, Libia ha estado sumida en el caos. La guerra civil que terminó con la dictadura de Gadafi dejó al país dividido en facciones políticas que luchan por el poder. La incapacidad del Estado para desarmar a las milicias ha llevado a una situación en la que el país se ha convertido en un reino de taifas. El Ejército Nacional Libio, liderado por Hafter, controla gran parte del este y sur del país, y ha intentado en varias ocasiones tomar Trípoli.
Instituciones Clave
El Banco Central de Libia y la Compañía Nacional de Petróleo (NOC) son las únicas instituciones que todavía funcionan en el país y desempeñan un papel crucial. A través de la NOC, el Estado obtiene el 90% de sus ingresos, que luego son gestionados por el banco central. Este último es responsable de pagar a más del 65% de la fuerza laboral del país, lo que lo convierte en un actor central en la economía libia.
Desafíos para el Futuro
Para que un posible reemplazo de Kabir sea viable, necesitaría el apoyo de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, esto requiere un consenso interno que actualmente no existe en Libia. Las instituciones políticas del país, incluyendo el Parlamento y el Consejo Presidencial, tienen mandatos que ya han expirado, lo que complica aún más la situación. La legitimidad de los diferentes actores políticos es cuestionable, y la fuerza de las armas suele prevalecer en lugar del diálogo.
La Influencia de Hafter
Las recientes luchas de poder en Trípoli han fortalecido la posición de Hafter. Según Eljarh, la situación en el este de Libia es más estable y ha experimentado un auge económico. Hafter, que tiene 80 años, mantiene una cohesión política en su región, aunque no está claro quién será su sucesor. Sus hijos, Belgassem y Saddam, están ganando notoriedad en la gestión de los asuntos familiares, pero la incertidumbre sobre el futuro del liderazgo persiste.
Riesgos para la Estabilidad
Uno de los riesgos para la estabilidad futura de Libia es el uso de los fondos controlados por el clan Hafter. Parte de estos recursos proviene del contrabando de petróleo, lo que le otorga una ventaja en las negociaciones con Trípoli, dado que la mayoría de los pozos petroleros se encuentran en su territorio. Sin un plan claro para unificar el país, Libia parece estar condenada a un estado de inestabilidad perpetua, donde los actores políticos y militares buscan renegociar sus cuotas de poder y dinero mediante la fuerza.
Soy Lucía Ramírez, reportera enfocada en Economía Global, Medio Ambiente y Bienestar. He viajado por el mundo analizando cómo las tendencias económicas afectan a diferentes culturas y ecosistemas. Mi trabajo en Versi busca dar voz a las historias menos contadas, aquellas donde la economía y el medio ambiente se encuentran con el bienestar humano, ofreciendo una visión global que conecta estos aspectos vitales de nuestra vida cotidiana.
