Ucrania intensifica combate en Kursk y Donetsk

La Dinámica del Conflicto: Ucrania y Rusia en Kursk y Donetsk

La Estrategia de Ucrania en Kursk

En un movimiento inesperado, las fuerzas ucranianas han intensificado su ofensiva en la provincia de Kursk, territorio ruso. Esta operación ha involucrado un número significativo de tropas, vehículos blindados y armamento avanzado. La situación se complica, ya que a unos 350 kilómetros al sur, las tropas rusas continúan su avance en la región de Donetsk, acercándose a la ciudad clave de Pokrovsk, un bastión defensivo para las fuerzas de Kiev.

Las autoridades de Pokrovsk han hecho un llamado urgente a los residentes para que evacuen la zona ante la inminente amenaza del avance ruso. La situación es crítica y cada día que pasa aumenta la tensión en la región.

Recursos Militares y Avances en el Terreno

Las fuerzas armadas de Ucrania han desplegado una cantidad impresionante de recursos para la operación en Kursk. Se estima que están involucradas al menos 12 brigadas mecanizadas y de asalto, junto con decenas de vehículos blindados de la OTAN y miles de soldados. Aunque el avance ha sido más lento que al inicio de la ofensiva, se estima que están ganando terreno a un ritmo de dos kilómetros diarios en territorio enemigo, según el comandante Oleksandr Sirski.

Sirski ha informado que las fuerzas ucranianas han tomado control de más de 80 localidades, la mayoría de ellas pequeñas aldeas, en un área que abarca más de 1,000 kilómetros cuadrados. Además, se ha establecido una administración militar para gestionar los territorios ocupados, con el objetivo de mantener el orden y satisfacer las necesidades de la población local. El general Eduard Moskaliov ha sido designado para liderar esta nueva estructura.

Implicaciones de la Ofensiva en Kursk

La decisión de Kiev de llevar a cabo esta ofensiva en Kursk sugiere que no tienen planes de retirarse de este territorio en el corto plazo. Muchos analistas, tanto ucranianos como internacionales, coinciden en que esta maniobra podría ser crucial para futuras negociaciones con Moscú para poner fin al conflicto. Además, se espera que esta ofensiva cause un descontento político hacia el presidente ruso, Vladímir Putin.

Uno de los objetivos secundarios de la ofensiva es obligar a Rusia a desviar recursos de sus frentes en Donetsk y Zaporiyia, lo que podría debilitar su posición en esas áreas. Sin embargo, los miembros de la 80ª Brigada de Asalto que combaten en Kursk han señalado que, hasta ahora, no han observado un refuerzo significativo del enemigo, enfrentándose principalmente a reclutas con poca experiencia.

La Situación en Donetsk y Pokrovsk

Mientras las fuerzas ucranianas se concentran en Kursk, la situación en Donetsk se vuelve cada vez más alarmante. Los regimientos rusos han avanzado aproximadamente 13 kilómetros en los últimos dos meses, acercándose a Pokrovsk, que ahora está a solo 10 kilómetros de distancia. El avance también ha sido notable en la localidad de Toretsk, donde las fuerzas invasoras ya están en las cercanías. No obstante, Pokrovsk sigue siendo el objetivo principal.

A pesar del optimismo generado por los éxitos en Kursk, han surgido informes que indican que la situación en Pokrovsk se ha deteriorado. Según Ivan Sekach, portavoz de la 110ª Brigada Mecanizada, la situación en su sector del frente ha empeorado, con menos municiones disponibles y un empuje constante de las fuerzas rusas.

El Intercambio de Prisioneros y sus Consecuencias

La campaña ucraniana en Kursk ha resultado en la captura de un número significativo de prisioneros de guerra rusos. Según el Centro para Estrategias de Defensa, más de 4,000 soldados rusos han sido capturados. La administración de Volodímir Zelenski ha priorizado las conversaciones para el intercambio de prisioneros, buscando la liberación de civiles y combatientes ucranianos que han estado en manos rusas desde 2014.

Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, se han llevado a cabo 54 intercambios de prisioneros, permitiendo la liberación de más de 3,400 ciudadanos ucranianos. Este proceso es uno de los pocos momentos en los que representantes de ambos países se comunican directamente, aunque las negociaciones suelen ser mediadas por terceros, como los Emiratos Árabes Unidos.