La frustración de los jóvenes rumano impulsa el crecimiento de la extrema derecha en las elecciones recientes
La Emergencia de la Extrema Derecha en Rumania: Un Nuevo Horizonte
Contexto Actual
En Rumania, un fenómeno inquietante está tomando forma. La ira de la juventud se ha convertido en un motor que impulsa el crecimiento de la extrema derecha en el país. Las encuestas recientes anticipan un notable aumento del partido Alianza Para la Unión de los Rumanos (AUR) en las próximas elecciones legislativas. Esta situación se agrava tras la victoria de un candidato con tendencias prorrusas y antisemitas, Calin Georgescu, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
La Perspectiva de la Juventud
En el corazón de Bucarest, en la Plaza Romana, un estudiante de 23 años, Ovidiu, se muestra reticente al hablar sobre su voto en la reciente elección. Al preguntarle si apoyó a Georgescu, su respuesta es vacilante, pero finalmente admite que sí. Ovidiu expresa que se siente atraído por el candidato debido a su enfoque en mejorar las oportunidades laborales para los jóvenes. A su lado, Silvia, una compañera de estudios de 24 años, comparte su opinión. Ella también ve en Georgescu una figura que podría abordar el conflicto en Ucrania de manera diplomática, lo que consideran esencial en un momento de incertidumbre en la región.
Un estudio de INSCOP Research revela que un 31% de los jóvenes rumanos entre 18 y 24 años votaron por Georgescu. Sin embargo, tanto Ovidiu como Silvia reconocen que su conocimiento sobre los candidatos y las elecciones legislativas es limitado. “Buscamos un líder que nos guíe y que implemente políticas que nos ayuden a salir de esta situación”, dice Silvia, llena de esperanza de que Georgescu se convierta en el próximo presidente de un país con aproximadamente 19 millones de habitantes.
La Ascensión de AUR
Georgescu, un candidato sin el respaldo de un partido establecido, logró una sorprendente victoria en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. A medida que se acercan las elecciones legislativas, AUR parece estar ganando terreno, con proyecciones que sugieren que podrían alcanzar un 22,4% de los votos, superando al tradicional Partido Social Demócrata (PSD), que se estima obtendría un 21,4%.
El sociólogo Dani Sandu, de la Universidad de Friburgo, ofrece una perspectiva sobre la frustración de los jóvenes hacia el establishment político. Según él, hay una ola global que rechaza a los partidos tradicionales, y la proximidad del conflicto en Ucrania ha intensificado esta tendencia en Rumania. Sandu enfatiza que el ascenso de la extrema derecha no se debe únicamente a la popularidad de un candidato, sino que refleja un descontento más profundo.
La Influencia de la Ideología
Sandu sugiere que muchos jóvenes encuentran más claras las posturas de AUR en temas como la inmigración, el aborto y los derechos LGTBI en comparación con los partidos tradicionales, que a menudo no se posicionan con claridad. Este grupo de jóvenes cree que los problemas sociales no se solucionan mediante políticas de redistribución, sino limitando los derechos de las minorías y controlando la inmigración.
A pesar de algunos logros recientes en Rumania, como el crecimiento de salarios y pensiones, existe un fuerte sentimiento de insatisfacción. El economista Dan Popescu señala que, aunque el país ha avanzado en ciertos aspectos, muchos ciudadanos perciben un sistema corrupto y se sienten rezagados en comparación con otros países de la Unión Europea.
La Realidad Económica
La economía rumana enfrenta desafíos significativos, exacerbados por la guerra en Ucrania y la inestabilidad en la región. Popescu menciona que el déficit fiscal del país ronda el 8% del PIB, y la economía se ve afectada por la recesión en Alemania, su principal socio comercial. La situación económica ha llevado a un creciente descontento entre la población, especialmente entre los jóvenes.
Un dato alarmante es que Rumania lideró en la Unión Europea en 2023 el porcentaje de abandono escolar, con una tasa del 16,6%. Aunque más jóvenes han accedido a la educación superior, también hay un aumento en el número de estudiantes que abandonan la escuela. Según Sandu, aquellos que han enfrentado fracasos educativos y laborales tienden a acumular resentimiento hacia el sistema político actual, lo que se traduce en un fuerte deseo de cambio.
La Desconfianza en el Sistema
Los jóvenes rumanos sienten que su país no ha avanzado lo suficiente en comparación con sus pares europeos. La infraestructura es un tema recurrente, con una notable lentitud en su desarrollo desde que Rumania se unió a la UE en 2007. Las disparidades regionales son evidentes, ya que el salario medio en Bucarest es ocho veces mayor que en la región de Moldavia, la más empobrecida del país.
Un dato preocupante es que una de cada seis personas en Rumania no tiene acceso a un inodoro conectado a la red de agua y alcantarillado, lo que representa el porcentaje más alto en la UE. Esta situación refleja una realidad que muchos jóvenes consideran inaceptable y que alimenta el resentimiento hacia el sistema actual.
La Insatisfacción General
La figura del presidente saliente, Klaus Iohannis, también es objeto de críticas. Muchos ciudadanos sienten que su gobierno ha sido ineficaz y que no ha aportado beneficios tangibles al país. Esta insatisfacción se suma al descontento acumulado, llevando a un cambio en la forma en que los jóvenes ven la política.