Mujer de 28 años convierte $30,000 en un negocio de $9 millones desde su sala de estar
La Historia de Freja: De Fracaso a Éxito en la Industria de la Moda
Un Comienzo Difícil
En un pequeño apartamento en Hoboken, Nueva Jersey, una joven llamada Jenny Lei se enfrentaba a un gran desafío. Había invertido $30,000 en una colección de bolsos, pero se encontraba rodeada de cajas de cartón llenas de productos sin vender. Sin trabajo y con una carrera en diseño de experiencia de usuario (UX) estancada, tuvo que repensar su estrategia.
Lei comenzó su aventura en el mundo de la moda con la idea de crear el bolso de trabajo perfecto. Después de meses de diseño, realizó un pedido de producción. Sin embargo, tras cuatro semanas, solo había vendido 20 bolsas. La situación era desesperante.
La Realidad de un Sueño
La presión financiera era abrumadora. Lei se dio cuenta de que su plan inicial no había funcionado. Con muchos de sus ahorros almacenados en cajas, reflexionó sobre su situación. “No podía permitirme que esto fracasara. Era un momento crítico para mí”, pensó.
A pesar de los contratiempos, Lei no se desanimó. Con determinación, decidió intentar nuevamente. Hoy, a sus 28 años, es la CEO y fundadora de Freja, una empresa con sede en Nueva York que se especializa en bolsos de trabajo, bandoleras y accesorios de viaje. En solo cuatro años, su startup ha generado más de $9 millones en ingresos y ha obtenido $2 millones en ganancias.
La Estructura de Freja
Freja opera con un modelo de negocio pequeño pero eficiente. Lei es la única empleada a tiempo completo, asistida por cinco trabajadores independientes. El crecimiento de la empresa, que no es fácil en la competitiva industria de la moda, se debe a su enfoque en crear una base de clientes leales. Sus diseños minimalistas y su compromiso con la sostenibilidad han atraído a consumidores conscientes.
Lei reflexionó sobre su enfoque original: “Me preguntaba si el mundo necesitaba otra marca de bolsos. La respuesta era no, a menos que pudiera hacerlo de una manera que resonara con las personas”. Esta filosofía la llevó a seguir adelante.
Un Viaje de Aprendizaje
En febrero de 2019, mientras se preparaba para una entrevista de trabajo en Nueva York, Lei se dio cuenta de que ninguno de los tres bolsos que había elegido complementaba su atuendo. Uno era demasiado pequeño, otro no tenía suficiente organización interna. “Era como si mi mente estuviera nublada por el desorden”, recordó. “Lo que uso afecta mi confianza, y entrar a la entrevista con el bolso equivocado me hizo sentir insegura”.
Después de la entrevista, se sentó en Bryant Park y comenzó a dibujar un bolso estructurado con compartimentos para su computadora portátil y portafolio. Utilizó parte de sus ahorros, $300,000, acumulados a través de un negocio de dropshipping durante sus estudios de posgrado, para hacer un prototipo de $2,000.
El resultado no fue lo que esperaba. “Parecía un proyecto de arte de un niño de kindergarten”, comentó Lei. Sin embargo, no se dio por vencida. Durante un viaje a Guangzhou, China, visitó fábricas que producían cuero vegano y eligió la que mostraba mayor transparencia en sus condiciones laborales.
La Conexión Cultural
Como persona de origen chino, Lei deseaba que Freja representara lo que “Hecho en China” podía significar. “Quería mostrar al mundo que hay calidad y ética detrás de los productos fabricados en mi país”, expresó. Con una primera producción de 300 bolsas, creó un sitio web y lanzó una campaña de marketing para captar correos electrónicos de posibles clientes, además de escribir publicaciones sobre los valores de Freja.
Sin embargo, las ventas no despegaron. Pasó un año tratando de vender su inventario sin éxito. La presión financiera se intensificó, lo que llevó a Lei a hacer un esfuerzo adicional. Decidió realizar un segundo pedido de inventario, esta vez con un diseño adicional de bolsa, y aumentó su inversión en publicidad en redes sociales.
Un Cambio en la Dinámica
Los primeros dos años fueron un verdadero reto. “Las ventas eran muy lentas”, admitió Lei. Pero en 2022, las cosas empezaron a cambiar. Gracias a sus esfuerzos en publicidad en redes sociales, logró vender suficientes bolsas para generar $1.7 millones en ingresos anuales. Utilizó esos fondos, junto con dos préstamos de Shopify, para diversificar su línea de productos y atraer a un público más amplio.
Los resultados fueron inmediatos. Freja generó $5.3 millones en el último año, logrando un flujo de caja positivo que le permitió saldar los préstamos de Shopify. Con la mirada puesta en el futuro, Lei espera cerrar 2024 con $12 millones en ingresos anuales.
La Competencia en la Industria
A pesar de su éxito, Freja sigue siendo un pez pequeño en un océano de competidores. El mercado global de bolsos de lujo está valorado en $22.8 mil millones, y gigantes como LMVH, que posee marcas icónicas como Louis Vuitton y Dior, reportaron ganancias netas de $16.85 mil millones el año pasado. Otras marcas establecidas también ofrecen productos similares a los de Freja.
La feroz competencia significa que sobrevivir es un gran logro para la mayoría de las marcas de moda de nicho. Según Katie Weir, una estratega de la industria de consumo y lujo en Deloitte, las startups que perduran deben evolucionar constantemente para mantenerse al día con las tendencias de la moda y las preferencias de los consumidores.
Estrategias para el Futuro
Para enfrentar estos desafíos, Lei planea organizar eventos que fomenten la lealtad del cliente y convertirse en mentora para otras jóvenes empresarias. Además, busca diversificar su gama de productos para atraer a un público más amplio. “Siempre me decía a mí misma que nadie nace diseñador, pero puedo convertirme en uno con el tiempo y esfuerzo”, reflexionó Lei. “Siento que hemos encontrado nuestro ritmo”.