Las empresas españolas alcanzan márgenes récord en 2024, impulsadas por el sector alimentario
Incremento de Márgenes Empresariales en España: Una Perspectiva Nueva
Un Año de Récords
En el contexto empresarial español, se observa un aumento significativo en los márgenes de las empresas, alcanzando niveles históricos. Hasta septiembre de este año, las empresas lograron una rentabilidad sobre ventas del 14,1%, un incremento respecto al 13,6% del segundo trimestre y un notable aumento desde el 12,5% del primer trimestre. Este crecimiento anticipa que, al finalizar 2024, la rentabilidad media podría cerrar en un 13,3%, estableciendo un nuevo récord y marcando el tercer año consecutivo de resultados sobresalientes.
Factores Clave Detrás del Crecimiento
El aumento en los márgenes responde a una combinación de factores económicos y estratégicos. Las empresas han demostrado capacidad para absorber y trasladar costes, así como para optimizar recursos. A pesar de que la inflación ha mostrado signos de moderación, muchas compañías han encontrado maneras de beneficiarse de un entorno de precios elevados. Esta tendencia contrasta con el año 2020, cuando, en medio de la pandemia, los márgenes cayeron al 10%. Desde entonces, la recuperación económica y el aumento en los costes de insumos, resultado de la crisis energética de 2022, han permitido que los márgenes superen el 12% por primera vez en ese mismo año.
Análisis de los Márgenes Empresariales
El margen empresarial indica la relación entre el resultado bruto de explotación y las ventas totales. Aunque un aumento en este margen no siempre se traduce en mayores beneficios netos, refleja un crecimiento en la rentabilidad de las operaciones diarias. Este crecimiento se debe a la optimización de costes internos y a la repercusión de los mayores costes de producción en los precios finales.
Interpretación Cautelosa de los Datos
A pesar de las cifras alentadoras, es fundamental interpretarlas con cautela. Raymond Torres, experto en economía, enfatiza la importancia de observar el margen bruto, que mide la diferencia entre las ventas y los costes de aprovisionamiento. Actualmente, este ratio se sitúa en el 55,6%, superando las tasas de los dos trimestres anteriores, pero aún por debajo del 56,7% alcanzado en el tercer trimestre de 2022, durante la crisis inflacionaria.
La Agencia Tributaria proyecta que la ratio sobre ventas netas cerrará 2024 en un 53,4%, ligeramente inferior al 54,2% registrado en el año anterior. Torres señala que, aunque las ventas han aumentado, los costes de las compras también han crecido, lo que explica por qué los márgenes están por encima de los niveles de 2019, pero han disminuido en comparación con los últimos dos años.
Comportamiento Sectorial Variado
Cada sector analizado presenta un comportamiento diferente. Por ejemplo, el sector de la electricidad y el gas ha experimentado una relajación de márgenes, mientras que el sector de alimentación ha mostrado un crecimiento notable. Este último avanza hacia lo que podría ser su mejor año, con previsiones que indican que el margen sobre ventas podría cerrar 2024 en un 12,3%, la mayor tasa en la historia. Aunque en el tercer trimestre la ratio fue ligeramente inferior al periodo anterior, sigue estando muy por encima de la media.
Ajustes en el Sector Energético
Las empresas de comercialización de electricidad y gas han visto un ajuste en sus márgenes durante 2024, y se espera que su ratio disminuya en casi un punto porcentual, alcanzando el 22% al final del ejercicio. Este ajuste ha sido influenciado por las medidas fiscales del Gobierno, como el impuesto sobre los “beneficios caídos del cielo”. Sin embargo, estos niveles siguen siendo altos, ya que antes de la crisis energética, se situaban entre el 15% y el 17%.
Perspectivas a Futuro
Torres considera que es poco probable que los márgenes empresariales continúen aumentando de manera significativa en el corto plazo. Se anticipa que el crecimiento económico de España se moderará para 2025, lo que probablemente reducirá la presión de la demanda sobre los precios. Este enfriamiento económico podría actuar como un factor natural de contención, limitando las posibilidades de nuevas alzas en las tasas de rentabilidad.