Mujer de 51 años gana más de $70,000 como techadora sin título universitario en un trabajo en alta demanda en EE UU

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Una Carrera Peligrosa pero Gratificante: La Historia de una Tejadora

Un Trabajo en Demandas

Bridgette Tena, una mujer de 51 años, ha encontrado su lugar en una de las profesiones más peligrosas pero también más recompensantes de Estados Unidos: la tejería. A pesar de los riesgos asociados, se siente completamente satisfecha. En Santa Fe, Nuevo México, Tena representa menos del 10% de las mujeres en el sector de la construcción en el país.

La Realidad de la Tejería

La tejería no es solo un trabajo; es una profesión con serias consecuencias. Según el Departamento de Trabajo de EE. UU., este campo tiene la segunda tasa más alta de lesiones laborales fatales. Sin embargo, la industria está en auge, con la expectativa de añadir cerca de 15,000 empleos anualmente durante la próxima década.

La Pasión por la Construcción

Tena comparte que, aunque trabajar en este campo es difícil, es extremadamente gratificante. Ella considera que su trabajo es el “más genial del mundo” y disfruta cada aspecto. Comenzó a construir y reparar techos como un trabajo secundario hace cuatro años, buscando complementar su ingreso como agente inmobiliario y aprender sobre el lado de la construcción del mercado de la vivienda.

Lanzamiento de un Negocio

En febrero de 2021, Tena decidió dar un paso audaz y lanzó su propia empresa de tejados, B. Barela Construction. En su primer año, la empresa generó aproximadamente $180,000 en ingresos y se proyecta que superará los $200,000 para 2024, según documentos financieros. Su ingreso combinado de la empresa y su trabajo en el sector inmobiliario supera los $70,000, aunque Tena prefiere no revelar su salario exacto.

Un Legado Familiar

Tena bromea que estaba “destinada” a trabajar en la construcción, ya que tanto su abuelo como su tío eran contratistas generales. Siempre sintió que la construcción era su verdadera vocación, pero le tomó años seguir ese sueño. Después de finalizar sus estudios, trabajó como recepcionista en una oficina de bienes raíces y obtuvo sus licencias de agente y corredor.

Un Cambio de Carrera

Durante más de diez años, Tena se desempeñó como corredora, pero pronto se dio cuenta de que no encontraba satisfacción en ese trabajo. Se dio cuenta de que pertenecía al aire libre, lejos de la oficina. En 2016, comenzó a aprender de un contratista general en proyectos de construcción.

Un Momento Decisivo

La pandemia en 2020 fue un momento decisivo para Tena. Con la disminución de la demanda en el sector inmobiliario, tuvo más tiempo libre y decidió obtener su licencia de contratista general en Nuevo México. En pocas semanas, completó la certificación. Durante el confinamiento, dedicó su tiempo a elaborar un plan de negocio y marketing, así como a practicar técnicas de instalación y reparación en un cobertizo en su patio trasero.

La Fundación de B. Barela Construction

Menos de un año después de obtener su licencia, Tena lanzó oficialmente B. Barela Construction. El nombre es un homenaje a su abuelo, Lino Barela, quien la inspiró a seguir una carrera en la construcción. Desde entonces, ha buscado varias licencias especializadas para expandir las ofertas de su negocio. En 2023, asistió a un programa de capacitación de dos semanas en GAF Roofing Academy en Denver, Colorado, diseñado exclusivamente para mujeres, donde obtuvo un certificado de tejería.

Inversión Inicial

Los costos iniciales para convertirse en tejador, que incluyen capacitación, licencias y equipos, pueden oscilar entre $1,000 y $5,000 o más. Tena invirtió aproximadamente $20,000 de sus ahorros personales para lanzar su negocio. Sin embargo, esta inversión puede dar grandes frutos, ya que se estima que los contratistas de tejería más experimentados ganan más de $100,000 en EE. UU.

Potencial de Ingresos

Tena señala que tener su propio negocio de tejería ofrece un potencial de ingresos aún mayor, ya que puede establecer sus precios y atender a más clientes. Actualmente, hay una alta demanda de tejadores debido a los atrasos provocados por la pandemia y problemas en la cadena de suministro.

Una Comunidad Local

No le tomó mucho tiempo a Tena conseguir clientes. Como residente de Santa Fe, tiene una amplia red de constructores, supervisores de construcción y otros clientes potenciales gracias a su experiencia en bienes raíces. En un día típico, trabaja de 6 a.m. a 4 p.m., pero también está disponible durante las noches y los fines de semana para reparaciones de emergencia, como techos que gotean o paredes en mal estado.

Un Día en el Trabajo

La jornada laboral de Tena implica escalar una escalera delgada y trabajar en la parte superior de edificios comerciales y casas, que pueden estar a 8 o 30 pies de altura. Una vez arriba, ella y su equipo pueden estar removiendo techos viejos, instalando nuevas tejas o reparando agujeros. Debido a la altura y el uso de materiales peligrosos como sierras y pistolas de clavos, Tena utiliza un casco, guantes de cuero gruesos, un arnés de seguridad y otros equipos de protección para minimizar el riesgo de lesiones.

Fomentando la Inclusión

Tena trabaja con un equipo de cuatro empleados a tiempo completo y cerca de una docena de contratistas, muchos de los cuales son mujeres. Su madre y su hija a menudo la ayudan en trabajos más grandes. Recuerda un momento en que un cliente se sorprendió al ver un equipo completamente femenino y preguntó: “¿Dónde están los tejadores?” A lo que Tena respondió: “¡Nosotras somos!” Aunque la reacción fue dura, Tena les dijo a las chicas que debían dejar que esos comentarios resbalaran, enfatizando que crear un ambiente inclusivo para las mujeres en la construcción comienza con ellas mismas.

Un Futuro Prometedor

Aunque la tejería puede no ser una opción popular entre los jóvenes profesionales, Tena la considera un campo “subestimado” que puede ofrecer estabilidad y satisfacción. Ella asegura que siempre habrá necesidad de techos, lo que significa que los tejadores estarán siempre en demanda. “No solo estás trabajando; estás protegiendo lo que es más importante para las personas: sus hogares. Es difícil encontrar esa clase de satisfacción en muchos trabajos”, concluye Tena.

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