Un poderoso tifón causa grandes olas y desplaza a miles de personas en Filipinas
Un Poderoso Tifón Devasta el Norte de Filipinas
Impacto Desgarrador
Un tifón devastador ha dejado un rastro de destrucción en el norte de Filipinas, obligando a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares y buscar refugio en albergues de emergencia. Este fenómeno natural, conocido como Tifón Man-yi, llegó a la provincia de Catanduanes durante la noche del sábado, trayendo consigo vientos sostenidos de hasta 195 kilómetros por hora y ráfagas que alcanzaron los 240 kilómetros por hora.
Las autoridades meteorológicas han advertido sobre una situación catastrófica y peligrosa para la vida en las provincias en la trayectoria del tifón. A pesar de la gravedad del evento, no se han reportado víctimas fatales de inmediato. Sin embargo, se prevé que el tifón avance hacia el noroeste a través de Luzón, la región más poblada del archipiélago.
Efectos en la Comunidad
Roberto Monterola, funcionario encargado de la mitigación de desastres en Catanduanes, compartió su experiencia sobre la tormenta. Mencionó que, aunque la lluvia no fue intensa, los vientos eran extremadamente fuertes, creando un sonido inquietante. A lo largo de un bulevar principal, las marejadas alcanzaron más de 7 metros cerca de las casas costeras, generando un ambiente aterrador.
La provincia de Catanduanes se quedó sin energía eléctrica tras la caída de árboles y postes de luz. Los equipos de respuesta a desastres evaluaban los daños en las viviendas, además de las que ya habían sido afectadas por tormentas anteriores. Monterola enfatizó la necesidad urgente de materiales de construcción, como techos de metal, y alimentos. Muchos habitantes de la isla aún no se habían recuperado del tifón anterior y ahora enfrentaban otra tormenta.
Medidas de Evacuación
Los funcionarios de Catanduanes estaban tan preocupados por la llegada del tifón que amenazaron a los residentes vulnerables con sanciones si no evacuaban a lugares más seguros. Más de 750,000 personas buscaron refugio en albergues temporales, incluyendo iglesias y un centro comercial, debido a Man-yi y a dos tormentas previas que azotaron principalmente el norte de Filipinas.
La situación se volvió crítica, ya que el número inusual de tormentas consecutivas en un corto período dejó a más de 160 personas muertas y afectó a aproximadamente 9 millones de ciudadanos. La devastación fue tan extensa que se prevé que Filipinas deba importar más arroz, un alimento básico para la mayoría de los filipinos.
Reunión de Emergencia
En una reunión de emergencia, mientras Man-yi se acercaba, el presidente Ferdinand Marcos Jr. convocó a su gabinete y a funcionarios provinciales para prepararse ante la posibilidad de un escenario catastrófico. La urgencia de la situación se hizo evidente, y las autoridades se comprometieron a tomar medidas rápidas para proteger a la población.
Interrupciones en el Transporte
El impacto del tifón también se sintió en el sector del transporte. Al menos 26 aeropuertos nacionales y dos aeropuertos internacionales fueron cerrados temporalmente, y se suspendieron los servicios de ferry y carga entre islas debido a las aguas turbulentas. Esto dejó a miles de pasajeros varados.
Un País Vulnerable
Las Filipinas enfrentan alrededor de 20 tifones y tormentas cada año. Además, están expuestas a terremotos y cuentan con más de una docena de volcanes activos, lo que las convierte en uno de los países más propensos a desastres en el mundo. La resiliencia de su población es admirable, pero la frecuencia e intensidad de estos eventos climáticos están comenzando a tener un impacto significativo en la vida cotidiana de sus ciudadanos.