Robert F Kennedy y el oso de Central Park

Un escándalo inesperado en la campaña de Robert F. Kennedy

La revelación sorprendente

En un giro inesperado de los acontecimientos, Robert F. Kennedy Jr., un candidato independiente a la presidencia de Estados Unidos para 2024, ha hecho una confesión que ha captado la atención de los medios y del público. Este incidente, que ocurrió hace diez años, involucra el hallazgo del cuerpo de un oso muerto en Central Park, un evento que había permanecido como un misterio en la ciudad de Nueva York.

Un incidente del pasado

En un video publicado recientemente, Kennedy admitió que, en 2014, dejó el cuerpo de un osezno en el famoso parque neoyorquino porque le pareció “divertido”. Este relato ha reavivado un interés por un suceso que había pasado desapercibido para muchos. La historia comenzó cuando una mujer paseaba a sus perros y se encontró con el cadáver del animal, lo que generó especulaciones en las redes sociales sobre cómo había llegado allí.

La confesión de Kennedy

La revelación de Kennedy se hizo durante una conversación con la comediante Roseanne Barr. En su relato, el candidato explicó que se encontraba en el norte del estado de Nueva York, en un viaje que había comenzado con la intención de practicar la cetrería. Mientras conducía por el Valle del Hudson, un accidente ocurrió cuando una mujer en un vehículo frente a él atropelló a un joven oso.

Kennedy, en un momento que podría considerarse insólito, decidió llevarse el oso en su camioneta. Afirmó que tenía la intención de desollarlo y utilizar su carne, algo que es legal en el estado. Sin embargo, el día tomó un giro inesperado cuando, en lugar de regresar a su hogar en Westchester, se dirigió a un restaurante en Nueva York.

La idea descabellada

En medio de su cena, Kennedy recordó que aún tenía el cuerpo del oso en la parte trasera de su camioneta. En un momento de improvisación y, quizás, de falta de juicio, se le ocurrió la idea de dejar el oso en Central Park. Según su relato, hubo una serie de incidentes de bicicletas en la ciudad, lo que llevó a un grupo de amigos a sugerir que hicieran parecer que el oso había sido atropellado por una bicicleta.

Kennedy, visiblemente nervioso al recordar el evento, compartió que la idea fue recibida con entusiasmo por su grupo. La risa de Barr en el fondo del video contrastaba con la gravedad del tema que estaban discutiendo.

Consecuencias de la revelación

La confesión de Kennedy ha generado un aluvión de reacciones en las redes sociales. Mientras algunos defensores del candidato salieron a su defensa, argumentando que los medios estaban enfocándose en “trivialidades”, otros criticaron su comportamiento y la falta de juicio en una situación tan seria.

El hecho de que este episodio haya resurgido en un momento tan crucial de su campaña ha sido interpretado como un nuevo obstáculo para Kennedy. Su intento de posicionarse como una tercera vía en las elecciones, buscando unir a los votantes descontentos con los partidos tradicionales, se ve ahora ensombrecido por este escándalo.

Un impacto duradero

El impacto de este incidente se siente no solo en la campaña de Kennedy, sino también en la percepción pública sobre su carácter. La revelación ha sido calificada como un “nuevo escándalo” que se suma a una serie de controversias que han marcado su camino político. A pesar de ser miembro de una de las familias más icónicas de la política estadounidense, su campaña ha estado marcada por la polarización y la falta de apoyo de su propio clan, que ha instado a votar por el Partido Demócrata.

La reacción de los seguidores

Los seguidores de Kennedy han expresado su apoyo en las plataformas digitales, defendiendo su carácter y atacando a los medios de comunicación por dar relevancia a un episodio que consideran irrelevante. Para ellos, la historia del oso es solo un detalle de una campaña que, en su esencia, busca un cambio en la política estadounidense.

Un futuro incierto

A medida que la campaña avanza, la pregunta que queda es cómo este incidente afectará las aspiraciones de Kennedy a la presidencia. La atención que ha recibido podría ser tanto un obstáculo como una oportunidad para conectar con los votantes que valoran la autenticidad y la transparencia.