La relación especial de Gran Bretaña con Estados Unidos enfrenta desafíos con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca
La Relación Especial entre el Reino Unido y Estados Unidos: Un Vínculo en Tiempos de Cambio
La Importancia de la Relación Especial
El Reino Unido valora su relación especial con los Estados Unidos. Esta conexión se basa en una larga historia de valores compartidos y lazos culturales, diplomáticos, lingüísticos y comerciales. Londres considera que estos vínculos y sus intereses geopolíticos hacen que la relación con Estados Unidos sea única. Sin embargo, la percepción de esta excepcionalidad puede no ser recíproca, generando tensiones a lo largo de los años.
El Retorno de Trump y sus Implicaciones
Con la reciente victoria electoral de Donald Trump, el futuro de esta relación podría enfrentar nuevos desafíos. Durante la campaña, el primer ministro británico, Keir Starmer, buscó fortalecer la conexión con Trump, mostrando su apoyo tras un intento de asesinato contra el líder republicano. Starmer viajó a Nueva York para cenar con Trump, un gesto que subraya su deseo de mantener un vínculo sólido.
Starmer, al congratularse por la victoria de Trump, expresó su expectativa de una colaboración fructífera, resaltando que, como aliados cercanos, ambos países deben unirse en defensa de sus valores compartidos. En redes sociales, mencionó que la relación entre el Reino Unido y los Estados Unidos continuaría prosperando en áreas como el crecimiento, la seguridad, la innovación y la tecnología.
Tensiones Previas y Críticas
No obstante, Starmer podría enfrentar desafíos. El equipo de campaña de Trump acusó al Partido Laborista de interferir en las elecciones estadounidenses, generando un clima de tensión. Activistas del partido viajaron a Estados Unidos para apoyar la campaña de Kamala Harris, lo que llevó a una respuesta negativa de Trump y su equipo. A pesar de las acusaciones, Starmer y su partido negaron cualquier intención de interferencia.
Los estilos de liderazgo de Trump y Starmer son notablemente diferentes. Trump es conocido por su carácter brusco e impredecible, mientras que Starmer, un ex abogado de derechos humanos, adopta un enfoque más medido y diplomático. En una sesión con legisladores británicos, Starmer reafirmó la importancia de mantener una relación fuerte entre ambos países, destacando que esta conexión ha sido forjada en circunstancias difíciles.
Críticas Internas y Posicionamientos
La nueva líder del Partido Conservador británico, Kemi Badenoch, criticó a Starmer, recordándole sus comentarios negativos sobre Trump en el pasado. En un artículo de revista, el actual ministro de Relaciones Exteriores del Partido Laborista, David Lammy, había calificado a Trump de “sociópata que simpatiza con los neo-nazis”, lo cual podría complicar las relaciones futuras. A pesar de esto, Lammy ha manifestado su disposición a trabajar con Trump y persuadirlo para que mantenga el compromiso de NATO.
Expectativas Económicas y Comerciales
Los economistas advierten que el Reino Unido no debe esperar un trato especial bajo la nueva administración de Trump. Aunque es poco probable que el país sea un objetivo principal para políticas punitivas, Trump ya ha amenazado con reavivar una guerra comercial que comenzó en su primer mandato. Durante su campaña, Trump declaró que aumentaría los aranceles sobre productos chinos y aplicaría tarifas a todas las importaciones estadounidenses, lo que podría abrir un nuevo frente en las tensiones comerciales con Europa.
La Posición del Reino Unido en el Escenario Global
Ahora que el Reino Unido ha salido de la Unión Europea, su posición puede ofrecer ventajas. Algunos analistas sugieren que el país podría estar “fuera del radar” de Trump, lo que podría ser beneficioso. Kallum Pickering, economista jefe en Peel Hunt, mencionó que el Reino Unido, al no ser parte de la UE, podría evitar problemas que enfrentarían otros países europeos. Aunque Starmer podría haber ofendido a Trump, la situación actual con Europa y NATO podría ser más relevante para el nuevo presidente.
La Relación Especial: Un Vínculo de Conveniencia
Pickering describió la relación especial como un vínculo de conveniencia para los Estados Unidos. El Reino Unido puede posicionarse como un intermediario entre América y Europa, aprovechando su capacidad de negociación. Históricamente, ha sido un socio clave dentro de la Unión Europea, y ahora, fuera de ella, debe encontrar formas de reinsertarse en el escenario global.
La Perspectiva de los Economistas
Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg, señaló que la relación especial ha perdido parte de su significado en años recientes. A pesar de la cooperación en inteligencia y aspectos militares, todas las administraciones estadounidenses recientes han tratado al Reino Unido como un país europeo de tamaño medio. La falta de afinidad entre Trump y Starmer podría complicar las negociaciones futuras, pero no es el factor decisivo.
Schmieding también sugirió que el Reino Unido debería coordinar su respuesta a Trump con sus vecinos europeos, especialmente en relación con el apoyo militar a Ucrania. La posible reducción de la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania podría dejar a Europa con la responsabilidad de cubrir el vacío dejado por su aliado más fuerte.
Desafíos en la OTAN
A pesar de que la situación ha mejorado desde el último mandato de Trump, es probable que el nuevo presidente continúe presionando a los miembros de NATO para aumentar su gasto en defensa. En 2014, los miembros de NATO se comprometieron a gastar el 2% de su PIB en defensa, pero muchos países, como Alemania y Francia, aún no han cumplido con este compromiso. El Reino Unido, sin embargo, se encuentra en una posición favorable, ya que su gasto en defensa se sitúa en el 2.3% del PIB en 2023, lo que lo coloca en una buena posición ante las demandas de Trump.