La relación de Orbán con Rusia y China incrementa la desconfianza de la OTAN hacia Hungría
La creciente desconfianza hacia Hungría en la OTAN
La relación del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, con los regímenes de Rusia y China ha generado inquietudes significativas entre los miembros de la OTAN. En una reciente reunión en Budapest, embajadores y representantes de defensa de varios países aliados discutieron las implicaciones de seguridad de lo que Orbán ha denominado neutralidad económica.
La estrategia de neutralidad económica
Orbán ha estado promoviendo su concepto de neutralidad económica, sugiriendo que Hungría realizará negocios con cualquier país, ya sea del Este o del Oeste, según su conveniencia. Esta estrategia ha sido objeto de debate en la comunidad internacional, especialmente entre los aliados de Occidente. En respuesta a las preocupaciones planteadas por el enviado estadounidense, David Pressman, el jefe de gabinete de Orbán sugirió examinar el volumen comercial entre Estados Unidos y China, que ha aumentado considerablemente.
Desconfianza creciente entre los aliados
La embajadora de Alemania en Budapest expresó su preocupación por las acciones que minan la confianza de los aliados en Hungría. Mencionó el retraso en la ratificación de la entrada de Suecia en la OTAN como un ejemplo de cómo Budapest afecta la cohesión dentro de la alianza. Junto a su homólogo francés, también se quejó de los comentarios del director político de Orbán, considerados perjudiciales para el espíritu de la OTAN.
La postura de Orbán en asuntos internacionales
Péter Balász, exministro de Exteriores de Hungría, ha indicado que, aunque Budapest no tiene un papel estratégico en la guerra de Ucrania, no se debe subestimar su influencia. Orbán ha estado desafiando constantemente los límites de la OTAN y la Unión Europea, utilizando su poder de veto para obstaculizar la asistencia a Ucrania y las sanciones contra Rusia. Esta actitud ha comenzado a agotar la paciencia de sus socios.
La amenaza a la cohesión de la OTAN
Balász advierte que la postura del gobierno nacionalpopulista de Orbán está socavando la unidad de la OTAN en temas críticos como el conflicto en Ucrania, lo que representa una amenaza política para la alianza. Además, hay inquietudes sobre el comportamiento de Orbán y su ministro de Asuntos Exteriores, quienes han mantenido reuniones frecuentes con Rusia.
Preocupaciones sobre la relación con Rusia
Pressman ha señalado que el Ministro de Asuntos Exteriores de Hungría ha visitado Rusia en múltiples ocasiones desde la invasión de Ucrania, sugiriendo que su enfoque está más orientado a obtener beneficios que a buscar la paz. Esta situación ha llevado a muchos aliados a cuestionar la fiabilidad de Hungría dentro de la alianza.
La percepción negativa de Hungría
El experto en relaciones internacionales, Pal Dunay, ha mencionado que existen múltiples razones para la desconfianza hacia Hungría. La ausencia de representantes húngaros en altos cargos de la OTAN o la UE refleja la creciente desconfianza. Según él, Hungría está perdiendo credibilidad al permanecer en la OTAN y la UE, mientras recibe inversiones significativas de China y colabora con Rusia.
La dependencia de las inversiones chinas
La analista Zsuzsanna Végh, del German Marshall Fund, ha calificado la estrategia de neutralidad económica como un desprecio a las normas comunes de la UE y una amenaza a la seguridad. En el contexto de las relaciones con China, Hungría se está volviendo cada vez más dependiente de las inversiones de Pekín, especialmente en el sector de vehículos eléctricos. Esta dependencia plantea interrogantes sobre la competitividad y capacidad tecnológica tanto para la UE como para Estados Unidos.
Implicaciones para la seguridad europea
La creciente dependencia de Hungría de China y su relación ambigua con Rusia son motivo de preocupación para sus aliados. La falta de acción contra el espionaje y otras actividades hostiles en el país ha llevado a muchos a cuestionar el compromiso de Hungría con la seguridad colectiva de Europa.