Victoria del partido pro-Rusia en Georgia podría desatar protestas y violencia
Protestas Masivas en Tbilisi Tras Elecciones Controversiales
Contexto de la Situación
En la capital de Georgia, Tbilisi, se anticipan protestas masivas el lunes, luego de que el partido gobernante, Sueño Georgiano, con lazos con Rusia, proclamara su victoria en unas elecciones parlamentarias muy disputadas. Este partido ha mantenido el poder durante más de una década y celebró su triunfo tras la votación del sábado. Sin embargo, la presidenta pro-occidental del país y diversos partidos de oposición han rechazado los resultados, alegando que la votación no fue ni libre ni justa.
Llamado a la Protesta
La presidenta Salome Zurabishvili instó a los georgianos a protestar en el centro de Tbilisi el lunes por la noche. En sus declaraciones, enfatizó que la oposición no tolerará lo que considera fraude electoral y reafirmó que “nadie puede arrebatar el futuro europeo de Georgia”. Estas palabras fueron reportadas por la agencia de noticias Interpress de Georgia.
Resultados Electorales y Reacciones
Según la Comisión Central Electoral de Georgia, el partido Sueño Georgiano obtuvo el 53.9% de los votos, con el 99% de los distritos contabilizados. A pesar de esto, los principales partidos de oposición lograron entre 8% y 11% de los votos. Esta elección se consideró crucial para el país, siendo quizás la más importante desde que obtuvo la independencia tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. El resultado se interpretó como una decisión entre permanecer bajo la influencia de Rusia o seguir con las aspiraciones de unirse a la Unión Europea (UE) y a NATO.
La Respuesta de la Oposición
Los líderes de la oposición, como Tina Bokuchava, quien dirige el principal partido opositor, Movimiento Nacional Unido, expresaron su desacuerdo. Bokuchava afirmó que los resultados eran un robo y que el fundador de Sueño Georgiano, Bidzina Ivanishvili, había hurtado el “futuro europeo” del pueblo georgiano. Hizo un llamado a la unidad de la oposición para luchar por recuperar el futuro europeo de Georgia, asegurando que no aceptarían los resultados de unas elecciones que consideran robadas.
Críticas a la Elección
La presidenta Zourabichvili describió las elecciones como una operación especial rusa. En una rueda de prensa, rodeada de líderes de partidos opositores, afirmó que se trató de un fraude total que despojó a los ciudadanos de sus votos. Hizo un llamado a los georgianos a salir a las calles de Tbilisi para manifestar al mundo su desacuerdo con los resultados electorales.
Potencial de Conflicto
El estratega de mercados emergentes, Timothy Ash, advirtió que los partidos opositores, que obtuvieron buenos resultados en las grandes ciudades, podrían movilizar a un gran número de personas para protestar. Sin embargo, también alertó sobre la posibilidad de enfrentamientos violentos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, similar a incidentes violentos ocurridos anteriormente en el año debido a políticas gubernamentales controvertidas. Ash previó que el régimen de Sueño Georgiano desplegaría una gran cantidad de fuerzas de seguridad y utilizaría máxima presión para enfrentar a los manifestantes.
La Influencia de Rusia
Las elecciones han generado preocupación en Europa y Estados Unidos, en medio de una lucha geopolítica con Rusia por la influencia sobre el antiguo espacio soviético. Los partidos de oposición han acusado a Rusia de desempeñar un papel significativo en el fraude electoral, aunque Moscú ha negado enérgicamente cualquier implicación. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó las acusaciones de intervención electoral como “absolutamente infundadas”.
Observaciones Internacionales
Los funcionarios occidentales han señalado que las elecciones se llevaron a cabo en un contexto de creciente polarización política y retórica divisiva. A pesar de las quejas sobre presión a los votantes, también se reconoció que la jornada electoral fue, en su mayoría, administrada de manera ordenada. La Misión Internacional de Observación Electoral, liderada por la OSCE, observó que, aunque la elección estuvo marcada por un terreno de juego desigual, los votantes tuvieron una amplia variedad de opciones en la boleta.
Declaraciones de Funcionarios Internacionales
La Comisión Europea emitió un comunicado afirmando que el día de las elecciones había estado “generalmente bien organizado y administrado de manera ordenada”, aunque en un ambiente tenso. Se reportaron compromisos frecuentes con la secrecía del voto y varias inconsistencias procedimentales, así como informes de intimidación que afectaron la confianza pública en el proceso.
El Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, también se pronunció sobre la situación, indicando que el ambiente preelectoral estuvo marcado por el uso indebido de recursos públicos, compra de votos e intimidación a los votantes. Blinken subrayó la necesidad de una investigación completa sobre todas las denuncias de violaciones electorales y exhortó a los líderes de Georgia a respetar el estado de derecho y abordar las deficiencias en el proceso electoral.
Las Aspiraciones Europeas de Georgia
La dirección futura de Georgia en relación a su integración pro-occidental sigue siendo incierta. El primer ministro Kobakhidze afirmó que la integración europea sigue siendo una prioridad en la política exterior del gobierno, con el año 2030 como objetivo para unirse a la UE. Sin embargo, el partido gobernante ha adoptado políticas cada vez más autoritarias en los últimos años, retrocediendo en sus compromisos de consolidar valores democráticos.
Desafíos a la Democracia
En los últimos años, Sueño Georgiano ha limitado la libertad de prensa y los derechos de la comunidad LGBT, y la introducción de una ley de “agentes extranjeros” al estilo ruso ha sido vista como un movimiento hacia un gobierno más autoritario. Estas políticas han suscitado preocupación en Bruselas, llevando a que las conversaciones sobre la adhesión a la UE se congelaran a principios de este año.
La Narrativa de la Campaña
Durante la campaña electoral, Sueño Georgiano se presentó con una plataforma anti-guerra, argumentando que votar por partidos de oposición pro-occidentales podría llevar a Georgia a un conflicto directo con Rusia, similar al que enfrenta Ucrania. Esta narrativa ha resonado en parte de la población, complicando aún más el panorama político del país.