El peligro de la politización de la sostenibilidad en Estados Unidos
La Politización de la Sostenibilidad: Un Análisis Crítico
La Inversión ESG y su Evolución
Desde hace más de dos décadas, los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) han ganado importancia en el ámbito financiero. Sin embargo, fue tras la crisis financiera de 2008 cuando los grandes inversores comenzaron a considerar estos criterios de manera más seria. Esta tendencia se ha consolidado como herramienta para mitigar riesgos relacionados con desafíos ambientales y sociales, especialmente el cambio climático. A medida que los inversores identifican que sectores como los combustibles fósiles podrían perder valor debido a la presión por la descarbonización, han optado por reducir o eliminar su participación en estas empresas.
La Polarización Política en Torno a la Sostenibilidad
Desde 2020, ha surgido un ataque sistemático por parte de la extrema derecha republicana hacia la inversión ESG. Este fenómeno ha transformado lo que antes era un término técnico, poco conocido y sin connotaciones políticas, en un campo de batalla ideológico. A medida que la retórica política se intensificó, los defensores de la sostenibilidad se encontraron en un entorno hostil. La campaña presidencial de Estados Unidos ha puesto de relieve esta polarización, donde las posiciones se han radicalizado y los debates se han vuelto más incendiarios.
Estrategias de Deslegitimación
La crítica hacia la inversión ESG ha sido utilizada como estrategia política. Figuras prominentes, como el empresario conservador Vivek Ramaswamy, han calificado a los criterios ESG como “la mayor estafa del siglo XXI”. Esta retórica ha sido adoptada por líderes republicanos, quienes argumentan que la inversión ESG representa una amenaza contra la economía estadounidense y la libertad económica. De esta manera, los criterios ESG han sido vinculados erróneamente con un supuesto plan woke para controlar el país.
La Respuesta del Sector Financiero
Ante la creciente presión política, algunos actores en el sector financiero han comenzado a retroceder en sus compromisos climáticos. BlackRock y otras grandes gestoras de activos han adoptado un perfil más bajo, incluso evitando el uso del término ESG. Esta respuesta ha sido interpretada como un intento de proteger sus intereses frente a un entorno político adverso. Sin embargo, a pesar de esta desaceleración, la integración de criterios ESG en las decisiones de inversión continúa, aunque a un ritmo más lento.
La Influencia de Grupos Conservadores
Organizaciones como la Federalist Society, conocida por su papel en el giro a la derecha de la judicatura estadounidense, han ampliado sus esfuerzos para desacreditar las políticas ESG y DEI (diversidad, equidad e inclusión). Según reportes, han orquestado campañas para influir en la opinión pública y en la legislación, lo que ha llevado a varios estados controlados por republicanos a boicotear a las gestoras de activos que han adoptado políticas ESG. Esto ha resultado en la prohibición de que fondos de pensiones estatales inviertan en más de 300 vehículos de inversión que cumplen con estos criterios.
El Impacto en la Inversión Responsable
La politización de la inversión ESG ha tenido un impacto tangible en el sector. En los últimos dos años, los fondos ESG han experimentado desinversiones consecutivas, lo que ha ralentizado el crecimiento de este tipo de inversiones. Sin embargo, es importante señalar que la necesidad de abordar los desafíos ambientales y sociales sigue siendo crítica. A pesar de los obstáculos, la agenda de sostenibilidad no puede ser ignorada.
La Necesidad de un Nuevo Enfoque
Es evidente que la sostenibilidad es un desafío global que requiere colaboración internacional. Independientemente del resultado de las elecciones presidenciales, el campo ESG necesita reagruparse y encontrar nuevas formas de presentar su mensaje. Cambiar las siglas no será suficiente; el enfoque debe centrarse en reparar el daño causado por la politización de la sostenibilidad. En una encuesta reciente, el 57% de los votantes estadounidenses no conocía los criterios ESG, lo que pone de manifiesto la falta de comprensión y el estigma asociado a estos términos.
La Brecha de Conocimiento y Actitudes
Las actitudes hacia el cambio climático y la sostenibilidad están profundamente polarizadas. En 2023, solo el 23% de los republicanos conservadores creía que la actividad humana era responsable del calentamiento global, en comparación con el 82% de los demócratas progresistas. Esta división se refleja también en la percepción de que el cambio climático debería ser una prioridad gubernamental. Apenas el 37% de los republicanos moderados y el 13% de los republicanos conservadores consideran que el calentamiento global debe ser una alta prioridad para el Gobierno.
La Urgencia de Actuar
El cambio climático es un problema que afecta a todos y que, de no abordarse, tendrá consecuencias devastadoras. Por lo tanto, es crucial desarrollar narrativas que trasciendan la polarización actual y fomenten acciones decididas. La sostenibilidad no debe ser vista solo a través de la lente de los beneficios económicos. Aunque la rentabilidad es importante, el verdadero desafío radica en demostrar que las inversiones ESG pueden generar un impacto positivo en cuestiones sociales y ambientales fundamentales, como la pobreza, la desigualdad y la biodiversidad.