La Estrategia Fallida de Israel: Un Análisis Crítico

La Persistente Violencia y sus Consecuencias

En la historia de Israel, los asesinatos selectivos han sido una estrategia recurrente que ha dejado profundas huellas en la relación con los palestinos. Sin embargo, este enfoque, lejos de resolver el conflicto, ha generado un círculo vicioso de violencia y resistencia. Este artículo examina cómo esta táctica ha fracasado en sus objetivos y ha alimentado un sentido de determinación en las nuevas generaciones de palestinos.

La Historia de los Asesinatos Selectivos

Desde sus inicios, Israel ha llevado a cabo más de 2,300 operaciones de este tipo, según investigaciones de expertos en el tema. Estos ataques no se han limitado únicamente a líderes palestinos, sino que también han incluido a figuras de otros países, como Irán, Irak, Siria y Líbano. La idea de eliminar físicamente a los enemigos ha sido un objetivo constante, pero la realidad demuestra que la solución a los problemas no se encuentra en la violencia.

Objetivos Más Allá de la Política

La lista de objetivos de Israel ha sido variada. No solo se han centrado en líderes políticos o militares, sino que también han atacado a intelectuales. Por ejemplo, el asesinato de Gassan Kanafani, un destacado narrador y líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina, en 1972, así como el ataque a Kamal Nasser, un poeta y portavoz de la OLP, en 1973, son solo algunos ejemplos de cómo la violencia se ha extendido más allá de lo militar.

La Inutilidad de la Violencia

La historia demuestra que ni la Primera Intifada ni la Segunda Intifada se detuvieron a raíz de estos asesinatos. La seguridad de Israel no mejoró, y el conflicto continuó. Cada ataque ha llevado a un aumento de la inestabilidad y a un fortalecimiento de la resistencia entre los jóvenes palestinos. La muerte de líderes, como el jeque Ahmed Yasín, solo ha servido para sembrar más resentimiento y deseo de venganza.

La Resistencia de las Nuevas Generaciones

A pesar de la muerte de figuras clave, la resistencia palestina no se ha debilitado. Cada líder asesinado ha dejado un vacío que rápidamente es llenado por nuevos líderes decididos a continuar la lucha. Este fenómeno se ha observado recientemente con el asesinato de Ismail Haniya, donde la resistencia se ha intensificado en respuesta a la violencia.

La Implicación Internacional

Un aspecto preocupante de esta situación es el silencio de la comunidad internacional. A pesar de los actos de violencia y genocidio, la falta de una respuesta contundente ha permitido que Israel continúe con sus estrategias de aniquilación. Este apoyo tácito ha llevado a que estas prácticas se conviertan en una política de Estado, lo que plantea serias preguntas sobre la ética y la moralidad de tales acciones.

Un Ciclo de Violencia

La combinación de genocidio y asesinatos selectivos no solo es peligrosa, sino que también es ineficaz. La historia ha demostrado que estos actos no conducen a una resolución del conflicto. En lugar de ello, perpetúan un ciclo de violencia que afecta tanto a israelíes como a palestinos. La falta de justicia y reparación solo alimenta el deseo de venganza y resistencia.

Conclusión: La Necesidad de un Cambio de Estrategia

La estrategia de Israel, basada en la eliminación física de enemigos, ha demostrado ser fallida. La violencia no es la respuesta y, en cambio, se necesita un enfoque que busque la justicia y la reconciliación. La historia ha mostrado que el camino hacia la paz no se encuentra en la violencia, sino en el diálogo y la comprensión mutua. Para avanzar, es fundamental que se reconozca la humanidad de ambas partes y se busquen soluciones pacíficas que aborden las raíces del conflicto.