Putin destaca el foro BRICS en Kazán como respuesta a la influencia occidental
Un Nuevo Horizonte para los BRICS: La Cumbre de Kazán
La decimosexta cumbre de los BRICS ha comenzado en la ciudad rusa de Kazán con un enfoque claro: ofrecer una alternativa sólida a la hegemonía occidental. Este evento, que se desarrollará durante tres días, es una oportunidad para que Rusia, bajo el liderazgo de Vladímir Putin, busque fortalecer su posición en el ámbito económico y diplomático, especialmente tras las sanciones impuestas por la comunidad internacional debido a la invasión de Ucrania.
Reuniones Clave y Objetivos de la Cumbre
Durante la cumbre, Putin se reunirá con líderes de diversos países emergentes, incluyendo a Xi Jinping de China, Narendra Modi de India, y Cyril Ramaphosa de Sudáfrica. Estos encuentros tienen un objetivo primordial: establecer un sistema financiero que permita a Rusia eludir las sanciones occidentales. En un encuentro previo con empresarios del bloque, Putin enfatizó que el crecimiento económico de los miembros de los BRICS dependerá cada vez menos de influencias externas.
Además, el secretario general de la ONU, António Guterres, se reunirá con Putin por primera vez desde el inicio del conflicto en Ucrania. Esta reunión es significativa, ya que pone de relieve la compleja relación entre Rusia y la comunidad internacional. Guterres ha sido crítico de las justificaciones que ha ofrecido Moscú para su intervención en Ucrania, lo que añade una capa de tensión a su visita.
La Reacción de Ucrania
La presencia de Guterres en Kazán ha generado una fuerte reacción en Ucrania. El Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano expresó su descontento, señalando que la decisión de Guterres de asistir a la cumbre en lugar de aceptar una invitación a un evento por la paz en Suiza es una elección que perjudica la reputación de la ONU. Esta postura refleja la profunda frustración de Ucrania ante la situación actual y la percepción de que la comunidad internacional no está haciendo lo suficiente para apoyarla.
Nuevos Miembros y Expansión de los BRICS
La cumbre de Kazán es notable no solo por la presencia de líderes de países establecidos, sino también por la inclusión de nuevos miembros como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. Este crecimiento del grupo indica un deseo de expandir su influencia y atraer a más naciones que buscan alternativas a las estructuras dominadas por Occidente.
Sin embargo, no todos los países que han mostrado interés en unirse a los BRICS han seguido adelante. Argentina, por ejemplo, retiró su interés tras el cambio de gobierno, y otros países de la región, como Armenia y Kazajistán, han tomado decisiones que complican la relación con Rusia. La salida de Armenia de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y la decisión de Kazajistán de priorizar su relación con la ONU son ejemplos de cómo el panorama geopolítico está cambiando.
La Búsqueda de Alternativas Financieras
Uno de los temas centrales de la cumbre es la creación de un sistema de pagos que permita a los países miembros de los BRICS operar sin depender del sistema SWIFT, del que Rusia fue expulsada. Aunque hay mecanismos de pago alternativos en marcha, la colaboración con bancos chinos se ha visto afectada por la necesidad de evitar conflictos con Estados Unidos.
Moscú está presionando a sus socios para que adopten el sistema de pagos BRICS Bridge, argumentando que el sistema financiero global actual está obsoleto y no responde a las necesidades de los países en desarrollo. Este enfoque es un intento de Rusia de establecer un nuevo orden económico que no esté subordinado a las potencias occidentales.
Críticas y Desafíos Internos
La experta María Snegóvaya, del Center for Strategic and International Studies (CSIS), ha señalado que la estrategia del Kremlin para boicotear el sistema financiero internacional es un intento desesperado de hacer frente a las consecuencias de su invasión de Ucrania. Según ella, las élites rusas, que durante años buscaron integrarse en estas instituciones, ahora intentan socavarlas, lo que demuestra una falta de autocrítica y un enfoque erróneo en su política exterior.