Meloni ignora a los jueces y persiste en su controvertido plan de deportaciones a Albania
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Meloni y su Persistente Plan de Deportaciones a Albania
La Decisión de Meloni
Giorgia Meloni, la Primera Ministra de Italia, está decidida a seguir adelante con su controvertido plan de deportaciones a Albania, a pesar de haber enfrentado un revés judicial significativo. Esta semana, un fallo de la corte frustró su primer intento de deportar a migrantes, lo que llevó a que los últimos 12 de un grupo de 16 migrantes desembarcaran en Italia el pasado sábado. La situación ha generado tensiones entre el gobierno y el sistema judicial italiano, lo que ha llevado a Meloni a adoptar una postura más desafiante.
La Reacción del Gobierno
La respuesta del gobierno ha sido intensa, con varios ministros y partidos de la coalición atacando a la magistratura. En particular, el Ministro de Justicia, Carlo Nordio, se expresó de manera contundente, calificando la sentencia como anormal. Nordio afirmó que si el sistema judicial excede sus límites al definir lo que constituye un Estado seguro, entonces es responsabilidad de la política intervenir, ya que esta representa la voluntad del pueblo. También mencionó que se tomarán medidas legislativas para abordar esta situación.
La Situación Legal
El fallo judicial ha puesto en una situación complicada el modelo de deportaciones a Albania promovido por Meloni. Este modelo, que fue elogiado por la Unión Europea, ahora enfrenta serias dudas sobre su base legal. Según la sentencia, Italia solo podría deportar a personas rescatadas en el mar provenientes de un grupo limitado de países, todos con bajos índices de llegadas. Estos países incluyen Cabo Verde, Bosnia, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia, Kosovo y Albania. Sin embargo, Meloni no está dispuesta a rendirse y planea intensificar su enfrentamiento con el sistema judicial.
Nuevas Medidas en Camino
De acuerdo con informes de prensa, Meloni está considerando la posibilidad de reforzar la posición del gobierno mediante un nuevo decreto ley. Este decreto tendría un rango superior al actual y buscaría redefinir qué países son considerados seguros según la perspectiva italiana. Esto permitiría que se aplicara un protocolo rápido de gestión de asilo y expulsión a los ciudadanos de esos países.
La Oposición se Manifiesta
Elly Schlein, líder del Partido Demócratico (PD), la principal fuerza de oposición, también ha criticado fuertemente al gobierno. Schlein argumentó que el acuerdo con Albania no es viable y advirtió que el gobierno no podrá eludir la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo. Además, enfatizó que el choque con la magistratura es grave y que no es culpa de los jueces si el gobierno no comprende las leyes y sentencias. Según ella, nadie está por encima de las leyes, incluidas las europeas, internacionales e italianas.
La Implementación del Plan
A pesar de las dificultades anticipadas, Meloni decidió seguir adelante con su plan. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha proporcionado detalles sobre el proceso de selección de los migrantes a deportar. Su personal estuvo presente en la operación de rescate, que se llevó a cabo a bordo de la nave militar Libra. Inicialmente, se identificaron 85 personas para la deportación, pero tras un primer examen, solo quedaron 16.
Vulnerabilidad de los Migrantes
Un portavoz de la OIM explicó que el 90% de las personas que llegan desde Libia son vulnerables. Sin embargo, la selección inicial fue realizada en condiciones difíciles y no fue exhaustiva. Posteriormente, al llegar a Albania, se encontraron dos menores y dos adultos en situaciones de grave vulnerabilidad que no habían sido detectados durante el proceso de selección. Además, algunos migrantes deportados afirmaron que estaban cerca de la isla de Lampedusa en el momento de su rescate, lo que podría haber implicado que debieron haber sido asistidos en aguas italianas, en contra de la normativa del protocolo rápido.
Cuestionamientos sobre la Seguridad
Los 16 migrantes deportados provenían de Bangladés y Egipto, países que, según la sentencia europea, deben ser considerados no seguros. A pesar de esto, fueron deportados con el riesgo de que el Tribunal de Roma rechazara posteriormente su retención dentro del procedimiento rápido, lo que efectivamente ocurrió. Esto ha planteado serias dudas sobre la efectividad y la ética del plan de deportaciones.
La Prisa por Implementar el Modelo
A pesar de las complicaciones, Meloni ha decidido seguir adelante con su plan, posiblemente debido a la presión por implementar el modelo que había estado esperando durante cinco meses. La situación se vuelve aún más tensa en el contexto del Consejo Europeo, que ha abordado la cuestión de la inmigración. La Primera Ministra ha comenzado a culpar al sistema judicial por el fracaso de su plan, sugiriendo que sus acciones son ideológicas y no están alineadas con la voluntad del gobierno.
