Argelia vota sin cambios ni oposición efectiva

Argelia: Un Futuro Incierto en las Urnas

Contexto Político Actual

Argelia se encuentra en un momento crítico, enfrentándose a un proceso electoral que muchos consideran sin opciones reales de cambio. La figura del presidente Abdelmadjid Tebún se ha convertido en un símbolo de continuidad en un contexto donde las voces de la oposición han sido silenciadas y las esperanzas de reforma se desvanecen. A pesar de haber afirmado en el pasado que no buscaría más de un mandato, ahora busca la reelección.

La Resistencia de la Oposición

La oposición, que logró movilizar a millones de ciudadanos en 2019 para evitar que el expresidente Abdelaziz Bouteflika se mantuviera en el poder, ha calificado las elecciones de este año como injustas y antidemocráticas. A medida que se acercan las elecciones, se observa un descontento creciente entre los ciudadanos, quienes sienten que sus voces no están siendo escuchadas.

La Promesa de Cambios

Cuando Tebún asumió la presidencia, lo hizo con un programa de manos limpias y la promesa de atender las demandas de Estado de derecho y libertades que resonaban en las calles. A pesar de haber ganado las elecciones con un 58% de los votos, la participación fue alarmantemente baja, apenas un 39%, la cifra más baja en la historia electoral del país. Esto plantea serias dudas sobre la legitimidad de su mandato.

La Resistencia de los Partidos

El Tribunal Constitucional se prepara para examinar a los candidatos que se postulan contra Tebún, pero ya se han escuchado voces de descontento. Por ejemplo, Athmán Mazuz, líder de la Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD), ha anunciado que su partido boicoteará las elecciones. Este partido, clave en la región de Cabilia, ha decidido no participar, argumentando que la reelección de Tebún solo consolidará el poder militar en el país.

La Promesa de un Futuro Mejor

A pesar de las críticas, Tebún ha lanzado un ambicioso programa de campaña, prometiendo duplicar los salarios y aumentar el PIB en un 60% para 2026-2027. Sin embargo, muchos se preguntan si estas promesas son realistas, dado que Argelia enfrenta serios desafíos económicos. Con casi 50 millones de habitantes, el país aún depende de la importación de la mitad de los alimentos que consume, lo que pone en duda la viabilidad de tales promesas.

Desafíos Económicos y Sociales

La economía argelina ha mostrado signos de crecimiento en el sector agrícola en las últimas dos décadas, pero aún enfrenta problemas significativos, como la escasez de agua. La situación se ha agravado por una prolongada sequía en el Magreb, que ha llevado a un resurgimiento de las protestas populares. Los ciudadanos, decepcionados por las promesas incumplidas, se sienten cada vez más frustrados.

La Influencia Militar

El respaldo del Ejército es un componente crucial en el panorama político de Argelia. El general Said Chengriha, jefe del Estado Mayor, ha sido un aliado clave para Tebún, lo que ha llevado a muchos a cuestionar la independencia de las instituciones democráticas. La represión de los últimos vestigios de la revuelta de 2019 ha resultado en la detención de numerosos opositores y disidentes, lo que ha generado un ambiente de miedo y desconfianza.

Alternativas a la Reelección

Aunque la situación parece sombría para quienes se oponen a Tebún, algunos candidatos han decidido hacer frente al desafío. El socialista Yucef Auchich y el islamista moderado Abdelali Hassani Cherif han optado por participar en las elecciones, a pesar de las escasas posibilidades de éxito. Sin embargo, su presencia en las urnas puede no ser suficiente para movilizar a un electorado desilusionado.

La Abstención y el Boicot

La principal competencia de Tebún en estas elecciones podría no ser un rival político, sino la abstención y el boicot de la oposición. La creciente frustración de los ciudadanos, alimentada por promesas incumplidas y la represión, podría llevar a una participación aún más baja que la registrada en las elecciones anteriores.

Un Futuro Incierto

A medida que se acercan las elecciones, la incertidumbre en Argelia es palpable. La falta de opciones viables y la consolidación del poder militar han llevado a muchos a cuestionar el futuro del país. Las promesas de desarrollo y bienestar social se ven empañadas por la realidad de un sistema político que parece estar más interesado en mantener el control que en escuchar a su pueblo.