Cinco hábitos de padres que ayudan a criar niños más resilientes, según pediatras
Cómo los padres pueden fomentar la resiliencia en sus hijos
La resiliencia es una habilidad crucial que permite a los niños enfrentar desafíos sociales, emocionales y mentales. Los padres que fomentan esta cualidad en sus hijos no buscan eliminar el estrés, sino que enseñan a sus pequeños a manejarlo. Aquí se presentan cinco estrategias que pueden ayudar a los padres a criar niños más resilientes.
Permitir que los niños enfrenten fracasos
Es fundamental que los padres permitan que sus hijos experimenten fracasos. Al hacerlo, los niños aprenden a levantarse después de caer. En lugar de protegerlos de cada dificultad, los padres deben entender que las caídas ocasionales son parte del proceso de aprendizaje. Cada tropiezo es una oportunidad para que los niños comprendan que el fracaso no es el fin del mundo, sino una parte natural de la vida.
Fomentar la preocupación saludable
Cuando los niños se enfrentan a problemas, es común que los padres digan “no te preocupes”. Sin embargo, la preocupación puede ser una parte importante del desarrollo de la resiliencia. Los padres pueden establecer “sesiones de preocupación” donde se les permite a los niños expresar sus ansiedades durante un tiempo limitado. Por ejemplo, se puede usar un temporizador de cinco minutos para que los niños hablen sobre sus preocupaciones. Después de ese tiempo, se les anima a dejar ir esos pensamientos.
Evaluar escenarios extremos
Otra estrategia efectiva es ayudar a los niños a pensar en el peor y el mejor escenario posible en situaciones preocupantes. Esta práctica les permite visualizar que el resultado más negativo no es tan terrible como imaginaban. Al recordarles que pueden manejar incluso lo peor, se sienten más seguros. Además, al pensar en el mejor resultado, los niños pueden ver que también hay posibilidades positivas.
Valorar el crecimiento personal
Los padres deben ayudar a sus hijos a enfocarse en su crecimiento personal en lugar de buscar la validación externa. Es importante que los niños midan su éxito en función de sus propias expectativas y no de las opiniones de los demás. Se les puede preguntar: “¿Logré lo que quería?” o “¿Estoy mejorando como persona?”. Este enfoque les ayuda a desarrollar una mentalidad más fuerte y menos dependiente de la aprobación externa.
Enfocarse en el proceso, no en el resultado
Los niños inevitablemente enfrentarán reveses en su camino hacia sus metas. Si se centran demasiado en el resultado final, pueden sentirse desalentados y evitar tomar riesgos. Los padres deben alentar a sus hijos a reflexionar sobre lo que aprendieron en el proceso y si disfrutaron la experiencia. Esto les ayuda a ver el valor en intentar cosas nuevas, incluso si no salen como esperaban.
Mi nombre es Ana Belén Ruiz y me especializo en Salud, Ciencia y Espacio en Versi. Con un fuerte interés en cómo la ciencia y la tecnología espacial pueden mejorar nuestra salud, me dedico a desentrañar los misterios del universo y su relación con nuestro bienestar. Estoy comprometida a brindar a los lectores información accesible y actualizada sobre los últimos descubrimientos y avances en estos campos fascinantes.