Aires renovados para el cooperativismo en un mundo cambiante

Nuevas Oportunidades para el Cooperativismo

El cooperativismo se presenta como un modelo organizativo que refleja los ideales de democracia empresarial. Este tipo de empresas ha sido fundamental en el avance económico y social de diversas comunidades. Al mencionar cooperativas, muchos piensan inmediatamente en el Grupo Mondragón, un referente en el cooperativismo vasco y uno de los grupos empresariales más grandes en España. Sin embargo, no es el único ejemplo; las cooperativas están presentes en múltiples sectores y regiones.

Impacto Económico de las Cooperativas

En regiones como Euskadi, las cooperativas aportan un 6% del PIB, y en el sector industrial, esta cifra asciende al 11%. Este impacto es notable, ya que el modelo cooperativo prioriza la vida y el bienestar de las personas sobre el simple afán de lucro. Las cooperativas promueven valores como la igualdad, la participación y la solidaridad, lo que las convierte en un modelo empresarial atractivo en tiempos de crisis.

Desafíos Globales y Locales

En la actualidad, el mundo enfrenta cambios rápidos y desafíos complejos. La pandemia, conflictos bélicos y tensiones comerciales han evidenciado la interdependencia de las naciones. Estos eventos resaltan la vulnerabilidad de las sociedades, pero también abren la puerta a nuevas colaboraciones y alianzas. Es fundamental reconocer que los retos globales a menudo se traducen en desafíos locales que requieren soluciones específicas.

Respuestas del Modelo Cooperativo

Frente a estas transformaciones, las cooperativas han demostrado su capacidad para adaptarse. Su naturaleza participativa y solidaria les permite identificar rápidamente las necesidades de los sectores en los que operan. Este modelo no solo promueve la democracia en la toma de decisiones, sino que también se compromete con el entorno local.

Reconocimiento del Rol Cooperativo

Aunque las cooperativas no son un fenómeno nuevo, su contribución al desarrollo social y económico está siendo cada vez más valorada por los gobiernos. La reciente Ley Vasca de Empleo en Euskadi es un ejemplo de este reconocimiento, ya que permite a las cooperativas participar en la formulación de políticas de empleo. Este cambio marca un nuevo capítulo en el diálogo social, donde las cooperativas comparten espacio con empresas mercantiles, reflejando la diversidad de la sociedad actual.

Creación del HUB de Vanguardia para la Economía Social

El movimiento cooperativo vasco ha impulsado la creación del HUB de Vanguardia para la Economía Social, una iniciativa aprobada por el Gobierno y presentada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Este HUB, situado en San Sebastián, busca ser un pilar fundamental para fortalecer la competitividad de las cooperativas. Con una inversión de 1,5 millones de euros, financiados por fondos europeos, se espera que este espacio fomente la innovación y la colaboración entre diferentes actores sociales y económicos.

Adaptación a Nuevas Realidades

Las cooperativas están a la vanguardia de iniciativas que responden a los retos actuales, como la transformación energética, la revolución tecnológica y los cambios en la estructura social. Estas organizaciones están desarrollando proyectos innovadores, como cooperativas energéticas que producen energía limpia, cooperativas de vivienda que ofrecen soluciones habitacionales asequibles y cooperativas de cuidados que priorizan el bienestar de las personas.

Necesidad de un Marco Fiscal Favorable

Para consolidar estos avances, es crucial contar con un marco fiscal que reconozca las particularidades de las cooperativas. Un régimen que incentive su crecimiento y permita la reinversión de beneficios en las comunidades sería fundamental. La revisión de la fiscalidad de las cooperativas debe ser una prioridad en las agendas estatal y autonómica, ya que facilitaría su acceso a financiación y fomentaría la innovación y el empleo de calidad.