La economía de guerra de Rusia y su gasto en defensa podrían debilitar al país

La Economía Militar de Rusia y sus Consecuencias

Un Presupuesto Enfocado en la Defensa

Recientemente, el gobierno ruso, bajo la dirección del Primer Ministro Mikhail Mishustin, aprobó un presupuesto para los años 2025-2027 que incluye un aumento significativo en el gasto militar. Este presupuesto prevé que el gasto en defensa alcanzará los 13.5 billones de rublos (aproximadamente 145 mil millones de dólares) en 2025, lo que representa un incremento del 25% respecto al año anterior. Este gasto militar representará un 6.3% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Desde que comenzó la invasión a Ucrania en 2022, Rusia ha reestructurado su economía para adaptarse a un enfoque bélico. Este cambio busca aumentar la producción militar y sortear las sanciones internacionales que limitan su acceso a equipos y componentes militares. La industria militar rusa ha crecido considerablemente desde el inicio del conflicto, alimentando un aparato bélico en constante expansión.

Un Enfoque en la Seguridad Nacional

El presupuesto revela que el gasto combinado en defensa y seguridad nacional podría representar alrededor del 40% del gasto total del gobierno ruso en 2025. Este enfoque en la defensa es un claro indicador de la determinación de Rusia de continuar con su campaña militar en Ucrania. Sin embargo, este enfoque también plantea riesgos significativos para la economía interna y el bienestar de la población, que enfrenta un aumento en el costo de vida.

Los analistas han expresado que este plan de gasto refleja una Rusia ambiciosa y decidida a seguir adelante con sus objetivos militares, aunque también advierten sobre las implicaciones negativas que esto podría tener para la economía local. Las condiciones de vida de muchos ciudadanos rusos podrían deteriorarse a medida que los precios de los bienes y servicios continúan aumentando.

Presiones Inflacionarias y Desafíos Económicos

Según Andrius Tursa, un asesor en temas de Europa Central y del Este, la intención de mantener un alto nivel de gasto militar hasta 2027 sugiere que Rusia tiene los recursos financieros y la voluntad política para fortalecer sus fuerzas armadas. Sin embargo, Tursa también indica que esta militarización de la economía podría ser difícil de mantener a mediano y largo plazo. La economía ya está operando a plena capacidad, lo que podría llevar a una presión inflacionaria sostenida en 2025.

Las escasez de mano de obra podría convertirse en un problema significativo, especialmente debido a la reclutación militar y la salida de trabajadores migrantes. Además, el aumento del gasto gubernamental y las nuevas tasas impositivas, como los incrementos en los impuestos sobre la vivienda y las tarifas de servicios públicos, podrían agravar la situación.

Actualmente, la tasa de inflación anual en Rusia se sitúa en 9.1%, y el banco central ha señalado que las presiones inflacionarias seguirán siendo altas. Para combatir esto, el banco central ha elevado su tasa de interés en 100 puntos básicos, llevándola al 19%.

Expectativas de Aumento en las Tasas de Interés

Liam Peach, un economista senior en mercados emergentes, ha comentado que los planes presupuestarios de Rusia probablemente no aliviarán los desequilibrios entre la oferta y la demanda, lo que resultará en una mayor presión sobre los precios. Si bien los aumentos en los impuestos sobre la renta personal y corporativa ayudarán a financiar parte del presupuesto de 2025, la postura fiscal del país parece demasiado laxa. Esto, junto con las restricciones en la oferta, mantendrá la inflación elevada.

Peach también ha señalado que un nuevo aumento en las tasas de interés por parte del banco central, llevándolas al 20%, es cada vez más probable. La conclusión principal es que un periodo prolongado de altas tasas de interés será la norma en Rusia mientras el gobierno priorice el esfuerzo bélico.

Impacto en Sectores Esenciales

Aunque las autoridades rusas ven la expansión militar como un motor de desarrollo económico y tecnológico, este gasto sin precedentes en defensa afecta negativamente a otros sectores esenciales como la educación, la salud y la infraestructura. Esto podría deteriorar la calidad de los servicios públicos y erosionar el crecimiento económico y la competitividad a largo plazo.

La disminución de la inversión en estos sectores vitales podría llevar a un deterioro en los estándares de vida de la mayoría de los ciudadanos rusos. Aunque es poco probable que esto desencadene protestas masivas en este momento, Tursa advierte que la insatisfacción pública podría aumentar en el futuro, especialmente si la posición de Vladimir Putin en el poder comienza a debilitarse.

Resiliencia Económica a Pesar de las Sanciones

A pesar de las sanciones internacionales impuestas a industrias críticas en Rusia debido a la guerra, el país sostiene que estas restricciones han impulsado su autosuficiencia. Las autoridades afirman que el consumo privado y la inversión interna siguen siendo resistentes. Además, la continuación de las exportaciones de petróleo y materias primas hacia países como India y China, junto con la evasión de sanciones y los altos precios del petróleo, han permitido a Rusia mantener ingresos robustos por exportaciones. Se estima que estos ingresos, junto con los de gas, representarán el 27% de los ingresos totales del presupuesto estatal en 2025.

A pesar de la frustración de las naciones occidentales que buscan aislar a Rusia por su invasión de Ucrania, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha pronosticado que la economía rusa crecerá más rápido que todas las economías avanzadas este año, con una tasa de crecimiento del 3.2%. Las proyecciones más recientes del FMI sobre Rusia se publicarán la próxima semana y podrían haber sido revisadas.