El paro en los puertos de la costa este y del golfo podría complicar la situación para la administración de Biden

La Crisis de los Puertos y sus Implicaciones para la Economía

La reciente huelga en los puertos de la Costa Este y del Golfo de los Estados Unidos plantea un dilema complicado para la administración de Biden. El presidente Joe Biden ha decidido que no invocará la Ley Taft-Hartley para obligar a los trabajadores de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) a regresar a sus labores en medio de una huelga que ya ha alcanzado su segundo día. Esta decisión política refleja el poder de los sindicatos, especialmente a un mes de las elecciones, aunque podría poner en riesgo el avance en un tema crucial para muchos votantes: la economía.

Reto para la Administración

La retórica de los miembros del gabinete, como el Secretario de Transporte Pete Buttigieg y la Secretaria Laboral Interina Julie Su, se ha vuelto más aguda en los últimos días. Ambos han señalado a los propietarios de los puertos y a las compañías navieras como responsables de la situación. Sin embargo, la decisión política de no intervenir también conlleva riesgos. Un aumento en los salarios podría ser beneficioso para los trabajadores, pero podría también desencadenar un aumento generalizado en los precios, afectando la economía tanto a nivel nacional como internacional.

Impacto Económico de la Huelga

El impacto económico de la huelga en los puertos ha sido significativo. La atención se ha centrado en cómo el cierre comercial afecta directamente a la economía, generando congestión en la cadena de suministro y retrasos que podrían resultar en precios más altos para los consumidores. Cuanto más dure la huelga, más grave será este problema. Además, los expertos en negocios y marítimos advierten sobre el riesgo de una inflación salarial persistente que podría trasladarse a los precios de la cadena de suministro, lo que complicaría los esfuerzos recientes de la Reserva Federal por controlar la inflación.

Demandas de los Trabajadores

El presidente de la ILA, Harold Daggett, está demandando un aumento de hasta $5 por hora anualmente durante un período de seis años en un nuevo contrato para los trabajadores portuarios. La Alianza Marítima de los Estados Unidos (USMX), que representa a los propietarios de los puertos, ofreció recientemente lo que describió como un aumento salarial de casi el 50% en un lapso de seis años. Sin embargo, esta oferta fue rechazada por el sindicato. La USMX ha reiterado su propuesta, argumentando que su oferta supera a otros acuerdos recientes de sindicatos y tiene en cuenta la inflación, al mismo tiempo que reconoce el arduo trabajo de la ILA para mantener la economía global en funcionamiento.

Estrategias de las Compañías Navieras

Mientras tanto, las compañías navieras han comenzado a tomar medidas para proteger su posición financiera ante la huelga. CMA CGM, uno de los mayores transportistas marítimos del mundo, declaró fuerza mayor, un recurso legal que le permite liberarse de sus obligaciones contractuales con los clientes debido a circunstancias fuera de su control. Históricamente, las huelgas en los puertos han beneficiado a las compañías navieras, ya que los precios de flete suelen dispararse debido a la demanda en otros puertos, además de las tarifas de detención y demora para los contenedores varados durante el cierre de puertos.

Consecuencias Potenciales

Los analistas advierten que las tarifas de flete podrían aumentar entre un 20% y un 50%. Se estima que el 20% del volumen total de Maersk se verá afectado por la huelga en los puertos de EE. UU. Sin embargo, algunos economistas sugieren que los aumentos de precios más significativos podrían ocurrir después de que se alcance un acuerdo favorable para la ILA, a pesar de que el número total de trabajadores involucrados en la huelga es de aproximadamente 50,000, una cifra pequeña en comparación con el mercado laboral de EE. UU., que emplea a más de 100 millones de personas.

Presión sobre la Administración

A lo largo de los últimos meses, grupos comerciales y de logística que representan industrias clave, desde el retail hasta la manufactura y la agricultura, han instado a Biden y su administración a intervenir. Sin embargo, el presidente se ha mantenido firme en su postura de que la negociación colectiva es el único camino hacia un “acuerdo justo” para la ILA. Los ejecutivos de diversas industrias ahora están comenzando a evaluar los posibles impactos en los precios de sus modelos de negocio.

La Secretaria Laboral Interina, Julie Su, ha expresado su comprensión hacia las necesidades de la comunidad empresarial, pero ha reafirmado la posición de la administración. Ella ha mencionado que ha mantenido múltiples conversaciones con los empresarios, reconociendo la importancia de una resolución adecuada. Además, ha dejado claro que la administración siempre estará del lado de los trabajadores, las empresas y los consumidores estadounidenses.

Enfoque de la Reserva Federal

La Reserva Federal ha comenzado a mostrar una mayor preocupación por el mercado laboral que por la inflación. En respuesta, ha comenzado a reducir las tasas de interés para “recalibrar” su política monetaria en un esfuerzo por prevenir un aumento en los despidos, apostando a que la inflación regresará al 2%, como lo sugieren los datos recientes.

Llamado a la Acción

Steve Lamar, CEO de la Asociación Americana de Ropa y Calzado, ha subrayado la necesidad de que la administración de Biden utilice todas las herramientas a su disposición, incluyendo sus autoridades bajo la Ley Taft-Hartley, para mantener a las partes en la mesa de negociación y asegurar que los puertos permanezcan abiertos y los bienes se muevan de manera eficiente. Lamar ha advertido que permitir que la situación actual continúe aumentará la probabilidad de que esta crisis portuaria perjudique a la industria y a la economía estadounidense en general, a través de pérdidas de empleos, aumento de precios y escasez de productos.