KH-7: La sorprendente evolución de un quitagrasas que se convirtió en un éxito mundial

KH-7: La Historia de Éxito de un Quitagrasas Innovador

Orígenes Inesperados

La historia de KH-7 es un claro ejemplo de cómo un producto puede transformarse y adaptarse a nuevas necesidades. Este quitagrasas, que hoy en día es un referente en el mercado, comenzó su andadura en el mundo de la limpieza de circuitos electrónicos y joyería. Fundada en 1949 por Jaume Lloreda, la empresa comenzó como un pequeño negocio familiar enfocado en la limpieza de sortijas y piedras preciosas.

La Crisis y la Reinventación

Durante la crisis de los años 90, la empresa enfrentó serios desafíos. Muchos de los fabricantes de circuitos eléctricos y de joyería desaparecieron, lo que llevó a la empresa al borde del colapso. A esta situación se sumó la pérdida de su fundador, lo que complicó aún más las cosas. Sin embargo, fue en este momento crítico cuando se produjo un giro inesperado en la historia de KH-7.

Un Descubrimiento Casualmente Revelador

La clave para el cambio vino de un momento cotidiano. Mientras observaba a su madre limpiar la campana de la cocina con el producto que originalmente se usaba para limpiar circuitos, Josep Maria Lloreda, el hijo de Jaume, tuvo una revelación. Decidió que era el momento de comercializar este quitagrasas que había sido utilizado en casa durante años. Así, el producto comenzó a ganar popularidad en los hogares españoles.

Expansión y Éxito en el Mercado

Hoy en día, KH-7 es un líder en el sector de los productos de limpieza, con una impresionante cuota de mercado del 42,8% en quitagrasas y 48,1% en quitamanchas, según el informe de Nielsen de 2023. En el último año, la empresa alcanzó una facturación de 58 millones de euros, y se prevé que supere los 65 millones a finales de este ciclo.

Innovación y Tecnología

La innovación es un pilar fundamental en la estrategia de KH-7. En 2023, la empresa invirtió 1,5 millones de euros en tecnología, destacando su enfoque en la inteligencia artificial. Con un equipo de seis personas dedicadas a la investigación y tres a la ingeniería, la empresa busca optimizar sus procesos y productos.

Además, la empresa ha hecho cambios significativos en su estructura organizativa. Con la introducción de una gestión neuronal, se han designado tres directores especializados en diferentes áreas, lo que ha reducido considerablemente el margen de error en la toma de decisiones.

Producción Moderna y Eficiente

La fábrica de KH-7 es un ejemplo de producción moderna. Utiliza robots silenciosos que son capaces de producir 120,000 botellas al día. La empresa también se enorgullece de haber desarrollado la botella más pequeña del mundo, que pesa solo 28 gramos. Este otoño, se lanzará una nueva versión que será 100% reciclable, permitiendo a los usuarios desechar la botella completa en el contenedor de plástico.

Un Futuro Brillante

Con un equipo de 77 trabajadores, KH-7 ha logrado expandirse más allá de las fronteras españolas, llegando a 14 países y estableciendo presencia en Estados Unidos. En un futuro cercano, la empresa planea ingresar al mercado de Irlanda, y tiene la vista puesta en Perú y Colombia como sus próximos objetivos.

Una Marca con Identidad

Las oficinas de KH Lloreda en Granollers, Barcelona, son un reflejo de la cultura dinámica de la empresa. Con un ambiente que recuerda más a una escudería de rally que a una compañía de productos de limpieza, el director general, Josep Maria Lloreda, se muestra entusiasta al hablar de su filosofía de trabajo. Él cree firmemente que estar en constante movimiento es una de las claves del éxito de la empresa.

La Embajadora de la Marca

Un elemento destacado en la historia de KH-7 es su relación con Laia Sanz, una campeona del Dakar y embajadora de la marca. Su motocicleta de enduro, adornada con el logo de KH-7, ocupa un lugar central en las oficinas, simbolizando la conexión entre la marca y el mundo del deporte y la aventura.