El gasto federal en niños podría caer en $230 por niño en 2024, según informe

El Gasto Federal en Niños: Una Mirada a la Caída Posterior a la Pandemia

Contexto del Gasto Federal

En el año 2021, el gasto federal en niños alcanzó un máximo impresionante de $11,690 por niño. Este aumento fue una respuesta directa a la crisis provocada por la pandemia de Covid-19. Sin embargo, a medida que la situación se ha normalizado, se ha observado una caída drástica en esos gastos. En 2022, el gasto se redujo a $10,190 por niño, y en 2023, descendió aún más a $8,990, ajustado por inflación. Según investigaciones recientes del Urban Institute, un centro de pensamiento en Washington D.C. enfocado en políticas económicas y sociales, se espera que en 2024 el gasto se estabilice en $8,760 por niño, lo que representa una disminución de aproximadamente $230 por niño en comparación con el año anterior.

Impacto de la Ayuda por Covid

La ayuda proporcionada durante la pandemia, tanto a través de legislación federal como de iniciativas a nivel estatal, resultó en un financiamiento sin precedentes en 2020 y 2021. Estos esfuerzos incluyeron diversas medidas como provisiones fiscales, servicios sociales, programas de capacitación y vivienda, que mejoraron significativamente las condiciones para los niños y sus familias. Según una de las autoras del informe, Heather Hahn, la reducción de la pobreza infantil fue notable. En 2021, la pobreza infantil cayó a un 5.2%, en comparación con el 12.6% en 2019. Sin embargo, la expiración de estas ayudas provocó un aumento en la pobreza infantil, que volvió a situarse en 12.4% en 2022.

Disminución de Gastos Federales

El Urban Institute ha identificado que los gastos en impuestos fueron los que más cayeron entre 2022 y 2023. Además, se registraron descensos pronunciados en el gasto destinado a la nutrición y cambios más moderados en la financiación de la educación. Para 2023, los fondos de los cheques de estímulo habían sido prácticamente distribuidos, y las exenciones fiscales para niños habían caído por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.

Futuro del Crédito Fiscal Infantil

Las familias podrían enfrentar una reducción aún mayor en el apoyo financiero cuando la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos expire en 2025, a menos que el Congreso tome medidas antes de esa fecha. En ese momento, el crédito fiscal actual de hasta $2,000 por niño menor de 17 años podría disminuir a $1,000 por niño. Existe la posibilidad de que los legisladores consideren hacer el crédito fiscal infantil más generoso.

Interés Bipartidista en el Crédito Fiscal

Garrett Watson, analista de políticas del Tax Foundation, ha comentado que el futuro del crédito fiscal infantil y el apoyo más amplio para las familias y los niños serán temas centrales en las discusiones del próximo año. A pesar de que hay un interés bipartidista en al menos mantener la política actual, que se estableció y amplió en 2017, no hay consenso sobre qué cambios deberían implementarse en el futuro.

Desafíos en el Gasto Federal

El gasto federal en niños tendrá que competir con otras prioridades. Se proyecta que, para 2034, todas las categorías de gastos federales en niños como porcentaje del producto interno bruto disminuirán por debajo de los niveles actuales. Esto se debe a que otros gastos, como los pagos de intereses sobre la deuda nacional y los desembolsos para Seguridad Social, Medicare y Medicaid, se espera que ocupen una mayor parte del gasto federal.

La Importancia de los Gobiernos Estatales y Locales

Tradicionalmente, los estados y localidades han sido los principales responsables del gasto en niños, especialmente a través de la educación, según Hahn. Durante la pandemia, el gobierno federal asumió un papel más importante en el gasto destinado a los niños, algo que no era habitual.

Conclusión

El panorama del gasto federal en niños ha cambiado drásticamente desde el auge durante la pandemia. A medida que las ayudas se desvanecen, el futuro del apoyo financiero para las familias y los niños se vuelve incierto. Es crucial que los legisladores aborden estas preocupaciones para garantizar que las necesidades de los niños sigan siendo una prioridad en las discusiones sobre políticas fiscales.