Julian Assange se declara culpable de hacer periodismo en su primera intervención pública tras su liberación

Julian Assange: Reflexiones sobre su Libertad y el Periodismo

Una Nueva Perspectiva

Julian Assange, el conocido fundador de Wikileaks, ha vuelto a la escena pública tras su liberación en junio, después de haber pasado más de una década en condiciones de encierro. En su primera intervención ante una comisión del Consejo de Europa en Estrasburgo, hizo hincapié en la importancia del periodismo y la necesidad de proteger a quienes lo ejercen.

La Libertad y el Periodismo

Assange dejó claro que su libertad no es el resultado de un sistema judicial eficaz, sino de su decisión de declararse culpable de hacer periodismo. En sus palabras, se sintió obligado a aceptar la culpa por buscar y compartir información con el público. Este acto, según él, debería ser visto como un derecho, no como un delito.

“Quiero enfatizar que no estoy aquí porque el sistema haya funcionado”, señaló Assange. “Estoy aquí porque me declaré culpable de hacer periodismo.” Este mensaje resonó en la sala, donde varios miembros del parlamento lo apoyaron con aplausos.

Un Llamado a la Acción

Durante su intervención, Assange instó a los legisladores a tomar medidas concretas para evitar que su situación se repita. Afirmó que ningún periodista debería ser perseguido por cumplir con su deber de informar. “El periodismo es un pilar fundamental de una sociedad libre e informada”, agregó, pidiendo a los presentes que mantuvieran la vigilancia sobre los derechos de expresión.

Assange resaltó que es necesario revisar las leyes que protegen a los informantes, ya que muchas de estas protecciones son meramente teóricas. Su llamado fue claro: es fundamental que las instituciones actúen para garantizar que la libertad de expresión sea un derecho accesible para todos, no solo para unos pocos privilegiados.

Un Viaje Difícil

La aparición de Assange en Estrasburgo marcó su primera salida de Australia desde que fue liberado de una prisión británica de máxima seguridad. Durante su tiempo en prisión, Assange había estado aislado, primero en la embajada de Ecuador en Londres y luego en la cárcel. Este aislamiento tuvo un impacto significativo en su vida, y él mismo reconoció que ha perdido una parte importante de su existencia.

“Ha sido un largo camino para llegar aquí, tanto literal como figurativamente”, comentó, refiriéndose a los años de encierro y las luchas que ha enfrentado. La experiencia del aislamiento le ha dejado secuelas, y el proceso de readaptación a la vida normal sigue siendo un desafío para él.

La Realidad de su Situación

En su intervención, Assange también reveló que parte de su acuerdo con el Departamento de Justicia de EE. UU. incluye restricciones sobre su capacidad para buscar justicia por el acoso que ha sufrido durante más de una década. Esto incluye la imposibilidad de impugnar legalmente el proceso de extradición que enfrentó.

Su declaración fue un recordatorio de que su lucha no ha terminado. A pesar de su liberación, las sombras de su pasado aún lo persiguen, y su capacidad para defenderse legalmente ha sido severamente limitada.

Un Mensaje de Esperanza

A pesar de las dificultades, Assange se mostró esperanzado. Su presencia en el Consejo de Europa fue un paso hacia la búsqueda de un cambio positivo en la protección de los derechos de los periodistas. En un momento en que la libertad de expresión enfrenta desafíos en todo el mundo, su mensaje es más relevante que nunca.

“Si queremos un futuro en Europa donde la verdad y la libertad de expresión sean derechos para todos, es vital que las instituciones actúen”, concluyó Assange. Su llamado a la acción es un recordatorio de que la lucha por la libertad de prensa y los derechos humanos es una responsabilidad compartida.

Reflexiones Finales

La historia de Julian Assange es un testimonio de los desafíos que enfrentan los periodistas en la actualidad. Su experiencia subraya la importancia de proteger la libertad de expresión y garantizar que los informadores puedan hacer su trabajo sin temor a represalias.

El camino hacia la justicia y la libertad no es fácil, pero la voz de Assange resuena como un recordatorio de que el periodismo es un derecho fundamental que debe ser defendido. La lucha por un futuro donde la verdad y la transparencia sean accesibles para todos continúa, y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en esta batalla.