Inundaciones mortales azotan el sur de Marruecos

Inundaciones Devastadoras en el Sur de Marruecos

Tragedia y Desastre Natural

En el árido sur de Marruecos, las recientes inundaciones han dejado una estela de destrucción y tragedia. Este fenómeno ha cobrado la vida de al menos 18 personas, entre ellas una turista española, y ha dejado a otras siete desaparecidas. La situación ha sido especialmente grave en la provincia de Tata, donde las lluvias torrenciales han causado estragos tras un prolongado periodo de sequía que duró seis años.

Impacto de las Lluvias Torrenciales

El desbordamiento de los ríos, que normalmente permanecen secos, ha sido devastador. Este fin de semana, un autobús fue arrastrado por las aguas del río Tata, provocando la muerte de varios de sus ocupantes. A pesar de los esfuerzos de rescate, las autoridades confirmaron que al menos 10 personas habían perdido la vida, mientras que otras siete seguían desaparecidas.

La tragedia se intensificó tras un primer episodio de lluvias que tuvo lugar el pasado 16 de septiembre, donde ya se reportaron 18 muertes. Entre las víctimas de este primer evento se encontraban ciudadanos de diferentes nacionalidades, lo que resalta la magnitud del desastre.

Alerta Meteorológica

La Dirección General de Meteorología de Marruecos había emitido previamente una alerta roja, el nivel más alto de advertencia, para la provincia de Tata. Este aviso se dio antes del fin de semana, anticipando la llegada de precipitaciones excepcionales. Las lluvias acumuladas durante este periodo han superado la mitad de la media anual en una región que ya se encontraba en crisis hídrica.

Las infraestructuras también han sufrido graves daños. Numerosas carreteras han quedado cortadas, y los servicios básicos como la electricidad, la telefonía y el suministro de agua se han visto interrumpidos. Además, muchas viviendas han sido destruidas o gravemente dañadas, lo que ha llevado a las autoridades a suspender las clases escolares para albergar a los afectados.

Consecuencias de la Sequía

Durante los últimos seis años, la región había estado sufriendo una sequía severa, lo que llevó a la población a implorar por lluvias en las mezquitas. Sin embargo, cuando finalmente llegaron, lo hicieron de manera devastadora. Las lluvias no solo han causado inundaciones, sino que también han puesto de manifiesto los problemas que enfrenta la región en términos de gestión del agua y urbanismo.

Las comunidades han sido construidas en áreas que son propensas a inundaciones, bajo la falsa creencia de que los ríos nunca volverían a desbordarse. Este tipo de planificación ha resultado en una vulnerabilidad extrema ante fenómenos climáticos como el que se ha vivido recientemente.

La Respuesta de las Autoridades

Las autoridades marroquíes han movilizado unidades de seguridad y brigadas de obras públicas para responder a la crisis. Sin embargo, la magnitud del desastre ha superado los recursos disponibles. La provincia de Tata ha sido golpeada por inundaciones en años anteriores, incluyendo eventos en 2019, 2021, y 2023, lo que plantea dudas sobre la preparación y la respuesta ante tales crisis.

Efectos en la Población

La situación es crítica para miles de personas que han perdido sus hogares. En algunas áreas, las familias siguen viviendo en tiendas de campaña tras la destrucción de sus viviendas en un terremoto que ocurrió hace un año, donde cerca de 3,000 personas perdieron la vida. Esta reciente ola de inundaciones ha complicado aún más la situación, dejando a muchas familias en una situación de vulnerabilidad extrema.

Causas del Fenómeno

Los meteorólogos han atribuido las intensas lluvias a una masa de aire tropical inestable, que se ha desplazado hacia el norte. Este fenómeno se ha visto agravado por la interacción de aire tropical húmedo con aire frío, lo que ha dado lugar a la formación de nubes inestables y violentas. La posición excepcional del frente intertropical en el sur de Marruecos ha contribuido a este evento climático extremo.

Desafíos Futuro

La Asociación de Lucha contra la Erosión, la Sequía y la Desertificación en Marruecos ha advertido que la construcción de embalses y el bombeo excesivo de agua de los pozos para la agricultura han alterado el equilibrio natural de las reservas de agua en la región. Este tipo de prácticas, combinadas con la falta de planificación urbana adecuada, han llevado a un aumento en la vulnerabilidad de las comunidades locales ante eventos climáticos extremos.