Vida de extranjeros en Cottbus, Alemania

La Vida de un Inmigrante en Cottbus: Desafíos y Esperanzas

La Historia de un Refugiado

Nadeem Manjouneh, un joven de 31 años, originario de Alepo, Siria, llegó a Alemania en 2015 en busca de un nuevo comienzo tras huir de la guerra. Desde 2018, ha hecho de Cottbus su hogar, donde trabaja como trabajador social y se ha convertido en un activista comprometido. La ciudad, que alguna vez fue un centro de actividad minera en Lusacia, ahora intenta transformarse en una ciudad universitaria que atrae a estudiantes internacionales, ofreciendo incluso programas en inglés.

Un Cambio en el Ambiente Político

Sin embargo, el crecimiento de la ultraderecha en la región ha generado preocupación entre los inmigrantes y aquellos que consideran mudarse a esta parte de Alemania. En las elecciones europeas recientes, un alarmante 29,2% de los votantes en Cottbus apoyó a un partido xenófobo, lo que ha llevado a muchos a cuestionar su futuro en la ciudad.

Nadeem, a pesar de sentirse amenazado por la creciente hostilidad hacia los inmigrantes, ha decidido permanecer en Cottbus. Para él, esta ciudad representa su hogar. A pesar de las dificultades, ha logrado aprender el idioma alemán por su cuenta y culminar sus estudios de Arquitectura, que tuvo que abandonar en su país natal. Durante un paseo por su vecindario, donde es ampliamente conocido por su dedicación, reflexiona sobre la situación política y social.

Comprendiendo la Perspectiva Local

Manjouneh reconoce que puede entender las razones detrás del voto por la ultraderecha en el este de Alemania. La historia de la República Democrática Alemana (RDA), con sus 40 años de dictadura, ha dejado una huella profunda en la mentalidad de los habitantes. El sentimiento de inferioridad respecto al oeste y las diferencias salariales son factores que contribuyen a la desconfianza hacia los partidos políticos y el gobierno. Según él, muchos locales sienten que necesitan encontrar un culpable por los problemas que enfrentan, y en este caso, los inmigrantes se convierten en el blanco de su frustración.

La Lucha de sus Padres

Los padres de Nadeem regresaron a Siria en 2018 después de intentar integrarse sin éxito en la sociedad alemana. A pesar de sus esfuerzos por aprender el idioma y encontrar empleo acorde a su experiencia, se encontraron con obstáculos insuperables. Su padre, un abogado en Siria, se vio obligado a aceptar trabajos que no reflejaban su formación. A su vez, su madre, quien también era trabajadora social, no pudo acceder a un puesto que correspondiera a su experiencia. En su búsqueda de dignidad y estabilidad, decidieron regresar a un país donde, a pesar de la guerra, sentían que su vida tenía más sentido.

Oportunidades y Preocupaciones

Para Nadeem y su hermano menor, que actualmente estudia fisioterapia, Alemania ha representado una oportunidad sin precedentes. Sin embargo, la atmósfera hostil hacia los inmigrantes lo preocupa. Manifiesta que el auge de la ultraderecha podría tener consecuencias graves en el futuro. En su opinión, Alemania está cometiendo un error al apoyar a un partido que promueve la xenofobia, especialmente en un momento en que el mercado laboral necesita desesperadamente mano de obra extranjera.

Historias de Otros Inmigrantes

La experiencia de Nadeem no es única. Otros inmigrantes, como Raiyan Al Jaber y Muntasir Hossain, ambos de Bangladés y de 30 años, también han enfrentado desafíos similares. Raiyan, un estudiante de Ingeniería, comparte su inquietud al mostrar una imagen de un cartel electoral de un partido extremista que decía “Hay que parar la islamización”. Aunque el cartel ya ha sido retirado, para un musulmán, incluso uno que se considera laico, es doloroso ver este tipo de mensajes.

Muntasir, que trabaja como camarero, ha notado que, a veces, los residentes locales lo miran con desaprobación. Sin embargo, reconoce que entre los jóvenes no percibe el mismo nivel de racismo. Ambos se sienten más cómodos en los ambientes universitarios, donde se sienten más seguros y apoyados.

Racismo y Agresiones

Manjouneh también menciona que, además del racismo cotidiano, ha habido un aumento en los incidentes de agresión hacia los musulmanes en la ciudad. Recientemente, algunos vecinos musulmanes encontraron orejas de cerdo en sus buzones, un acto que simboliza el creciente hostigamiento. Expertos en el tema han señalado que la llegada al poder de partidos xenófobos ha dado valor a aquellos que antes se limitaban a expresar su descontento de forma pasiva.

Un Futuro Incierto

A pesar de los desafíos, Nadeem sigue comprometido con su vida en Cottbus. Él destaca que los inmigrantes constituyen aproximadamente el 12% de la población de la ciudad, y sin ellos, Cottbus no habría superado la barrera de los 100,000 habitantes, lo que le ha otorgado un estatus de ciudad grande con mejores servicios y presupuestos.

Aunque se siente amenazado por el clima actual, Nadeem tiene la esperanza de que la situación mejore. Él y otros inmigrantes como Raiyan y Muntasir continúan luchando por su lugar en la sociedad, buscando construir un futuro que les permita vivir con dignidad y respeto.